No hay nada mejor que rezar por la mañana a primera
hora
“Sólo te pido que tengas mucho valor y
firmeza para obedecer toda la ley que mi siervo Moisés te mandó. No te apartes
de ella para nada; sólo así tendrás éxito dondequiera que vayas”. (Libro
de Josué 1, 7)
“Siembra tu semilla en la mañana, y no te
des reposo por la tarde, pues nunca sabes cuál siembra saldrá mejor, si ésta o
aquélla, o si ambas serán igual de buenas”. (Libro
del Eclesiastés 11, 6)
“Pon en manos del Señor todas tus
obras, y tus proyectos se cumplirán”. (Libro
de los Proverbios 16, 3)
“Ahora, cumplan con cuidado las condiciones
de este pacto para que prosperen en todo lo que hagan” (Libro
de Deuteronomio 29, 9)
“En este caso les aconsejo que dejen a
estos hombres en paz. ¡Suéltenlos! Si lo que se proponen y hacen es de origen
humano, fracasará; pero si es de Dios, no podrán destruirlos, y ustedes se
encontrarán luchando contra Dios”. (Libro
de los Hechos de los Apóstoles 5, 38-39)
“Jabés le rogó al Dios de Israel:
«Bendíceme y ensancha mi territorio; ayúdame y líbrame del mal, para que no
padezca aflicción». Y Dios le concedió su petición”. (Primer
Libro de las Crónicas 4,10)
“Señor, te suplico que escuches nuestra
oración, pues somos tus siervos y nos complacemos en honrar tu nombre. Y te
pido que a este siervo tuyo le concedas tener éxito y ganarse el favor del
rey”. (Libro
de Nehemías 1,11)
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