En el discurso a un grupo de nuevos embajadores,
Francisco denunció los gastos escandalosos en armas, mientras muchas personas
no tienen lo necesario para vivir
Es
necesario «rechazar la violencia como método de resolución de conflictos», y
hay que afrontarlos «siempre mediante el diálogo y la negociación».
Lo dijo
Papa Francisco en el discurso a los nuevos embajadores de Burundi, Fiji,
Mauricio, Moldavia, Suecia y Túnez, que presentaron sus cartas credenciales
ante la Santa Sede.
Francisco
recordó el Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz del próximo primero de
enero, que dedicó en esta ocasión al tema de la “no violencia”, y expresó el
deseo de que los países «recorran la vía de la paz, no la que se proclama con
palabras, sino de hecho negada persiguiendo estrategias de dominio, apoyadas
con escandalosos gastos para los armamentos, mientras tantas personas son
privadas de lo necesario para vivir».
«Ustedes
provienen de regiones del mundo muy distantes yu diferentes entre sí», dijo el
Pontífice argentino, «y este hecho constituye en Roma, siempre, un motivo de
alegría, porque el horizonte de la Santa Sede es por su naturaleza universal,
debido a la vocación de la misión que Dios ha confiado al sucesor del Apóstol
Pedro: misión esencialmente religiosa, pero que asume en la historia también la
dimensión de las relaciones con los Estados y sus gobiernos.
En
tal ámbito histórico, la Iglesia católica, que tiene en la Santa Sede, por
decir así, su centro unificante y propulsor, está llamada a transmitir y
ofrecer testimonio de esos valores espirituales y morales que son la base de la
naturaleza misma del ser humano y de la sociedad, y que, como tales, pueden ser
compartidos por todos los que persiguen la promoción del bien común».
Entre
estos valores, ocupa un sitio preminente «el de la paz, a la cual –dijo– los
Pontífices desde hace cincuenta años dedican la Jornada del primero de enero
dirigiendo un mensaje a las autoridades civiles y religiosas del mundo». De
esta premisa partió el Papa para recordar el tema del mensaje de la próxima
Jornada Mundial de la Paz: «La no violencia, estilo de una política para la
paz» y sobre el cual centró su reflexión.
Francisco
se refirió a un mundo marcado por guerras y conflictos y a una «violencia
difundida», que se manifiesta también en la convivencia ordinaria y reiteró que
la elección de la no violencia como ‘estilo de vida’ se vuelve cada vez más
«una exigencia de responsabilidad a todos los niveles, desde la educación
familiar al compromiso social y civil, hasta la actividad política y las
relaciones internacionales».
«Quienes
cubren cargos institucionales a nivel nacional o internacional están llamados
asumir en la propia conciencia y en el ejercicio de sus funciones, un estilo de
vida no violento – afirmó – que no es sinónimo de debilidad o pasividad sino,
al contrario, supone fuerza de ánimo, coraje y capacidad de enfrentar las
cuestiones y conflictos con honestidad intelectual, buscando realmente el bien
común primero y más que cualquier interés parcial ya sea ideológico, económico
o político». «Éste es el camino para seguir en el presente y en el futuro»,
insistió el Pontífice. «Éste es el camino de la paz».
Francisco recordó que este camino de la
paz no es el camino «proclamado con palabras, pero negado de hecho persiguiendo
estrategias de dominio y sostenidas por escandalosos gastos para los
armamentos, mientras tantas personas son privadas de lo necesario para
vivir».
IACOPO SCARAMUZZI
CIUDAD DEL
VATICANO
Fuente: Vatican Insider