Al leer el mensaje del Santo Padre para la Jornada Mundial de la Paz, uno
no puede dejar de pensar en los misioneros: “Ser hoy verdaderos discípulos de
Jesús significa también aceptar su propuesta de la no violencia”
El Papa recuerda al Premio
Nobel de la Paz en 1979, santa Teresa de Calcuta, y la propone como “un
símbolo, un icono de nuestros tiempos”. El mensaje de “no violencia activa” de
esta Misionera de la Caridad, consistía en “vivir unidos, amándonos unos a
otros”, como el mejor modo “para traer la paz”.
Los seguidores de Jesús, los que siguen
sus enseñanzas, saben que Él enseñó “que el verdadero campo de batalla, en el
que se enfrentan la violencia y la paz, es el corazón humano”.
El amor a los
enemigos, poner la otra mejilla, impedir que la adúltera fuera lapidada por sus
acusadores, obligar a Pedro a envainar la espada… Este fue el “camino de la no
violencia” que trazó Jesús y que “siguió hasta el final, hasta la cruz, mediante
la cual construyó la paz y destruyó la enemistad”.
Fuera del cristianismo, el Papa reconoce
también a muchos otros hombres que practicaron la no violencia “con decisión y
coherencia” como el Mahatma Gandhi o Martin Luther King, pero se fija sobre
todo en el compromiso de la Iglesia “en el desarrollo de estrategias no
violentas para la promoción de la paz en muchos países, implicando incluso a
los actores más violentos en un mayor esfuerzo para construir una paz justa y
duradera”.
Vienen a nuestra memoria misioneros como
el espiritano Benedicto Sánchez que trabajó por la reconciliación en Angola; el
padre blanco Germán Arconada, en la región de los Grandes Lagos; o la misionera
de Jesús, María y José, Mª Pilar Díez Espelosin, enseñando el lenguaje del
perdón a hutus y tutsis.
Junto al compromiso por la paz de la
Iglesia, Su Santidad recuerda también el de otras tradiciones religiosas, y
aprovecha para afirmar que “la violencia es una profanación del nombre de
Dios”.
Finalmente, el Papa Francisco subraya
que “si el origen del que brota la violencia está en el corazón de los
hombres”, entonces es fundamental comenzar a “recorrer el sendero de la no
violencia, en el seno de la familia”. La familia es “el espacio indispensable”
en el que “los desacuerdos o incluso los conflictos deben ser superados no con
la fuerza, sino con el diálogo, el respeto, la búsqueda del bien del otro, la
misericordia y el perdón”. Desde la familia, “la alegría se propaga al mundo y
se irradia a toda la sociedad”.
La propuesta del Papa, “la no violencia”
como “estilo de política para la paz” ‒como
reza el título de su mensaje‒, es también un
llamamiento “a los líderes políticos y religiosos, a los responsables de las
instituciones internacionales y los dirigentes de las empresas y de los medios
de comunicación de todo el mundo” a ser “trabajadores por la paz”. Para
lograrlo, Francisco propone un “manual” de instrucciones: las ocho
bienaventuranzas del Sermón de la montaña, que “trazan el perfil de la persona
que podemos definir bienaventurada”.
Dora Rivas
Fuente: OMP España - Comunicación con los
misioneros
Leer el mensaje del Papa Francisco para
la Jornada Mundial de la Paz 2017 http://w2.vatican.va/content/francesco/es/messages/peace/documents/papa-francesco_20161208_messaggio-l-giornata-mondiale-pace-2017.html