El presidente egipcio
anuncia la construcción de la más grande iglesia copta
Según
los preceptos coránicos, es “absolutamente legítimo permitir a los cristianos
construir iglesias en el seno de una nación islámica”, confirma la “Casa de las
Fatwas” (Dar-Alifta), organismo egipcio presidido por el gran muftí de Egipto.
La confirmación de la institución encargada de difundir orientaciones y poner
fin a las dudas y controversias relativas a la aplicación de la ley islámica,
informa la agencia Fides,
interviene tras el anuncio hecho por el presidente Abdel Fattah al Sisi de su
intención de inaugurar, de aquí a 2018, la iglesia copta más grande de Egipto.
Un proyecto ambicioso
El
texto aprobado por la Casa de las Fatwas hace hincapié igualmente en que el
islam apoya las leyes civiles basadas en el respeto de la igualdad entre
ciudadanos y que el mismísimo profeta Mahoma se mostró favorable al principio
de reciprocidad entre Estados de identidad religiosa diferente. La
construcción de esta iglesia se concibe en el marco de un “proyecto urbanístico
ambicioso” destinado a crear ex nihilo una nueva ciudad en las inmediaciones de
El Cairo, donde también se instalarán oficinas gubernamentales e instituciones
políticas.
El
presidente egipcio, que será uno de los financieros del proyecto, tomó la
palabra durante la misa de Navidad en la catedral copta ortodoxa, celebrada por
el patriarca Teodoro II, para anunciar la construcción simultánea de la
mezquita más grande y de la iglesia más grande de Egipto. Durante su
intervención, también confirmó “el compromiso adquirido” en relación a la
reconstrucción de todas las iglesias dañadas o destruidas desde el verano de
2013, después de la deposición del presidente Mohamed Morsi.
Otra fatwa más…
contra el odio
El
pasado 23 de diciembre, con miras a las fiestas de Navidad, la Casa de las
Fatwas aprobó un primer texto que confirmaba, según informa Fides,
que “un musulmán no debe tener ninguna duda a la hora de dar sus
felicitaciones a los amigos y conocidos cristianos con motivo de sus fiestas
litúrgicas y solemnidades”, destacando que dicho “comportamiento contribuye a
la convivencia pacífica entre los diferentes componentes de la sociedad”.
Un
pronunciamiento oportuno y necesario después de que predicadores salafistas
reiteraran la prohibición de felicitar a los cristianos. Algunos no dudaron en
denunciar este buen deseo como un “pecado grave”, y otros declararon incluso
que “el odio dirigido hacia los cristianos es una especie de precepto
religioso”.
ISABELLE
COUSTURIÉ
Fuente:
Aleteia