El
Papa Francisco había pedido formar un grupo de cinco personas para aclarar los
eventos que llevaron a la sustitución del Gran Canciller anterior
La Orden de Malta
sorprendió en diciembre cuando en una declaración informó que no aceptaba la
decisión tomada por la Santa Sede de nombrar a un grupo de cinco personas para
aclarar la sustitución del Gran Canciller anterior, Albrecht Freiherr von
Boeselager.
Ahora, la Santa Sede, en
un comunicado datado 17 de enero, confirmó su confianza en los cinco miembros
que integran el Grupo “constituido por el Santo Padre Francisco el 21 de
diciembre, nombrados con el objetivo de informarlo sobre la crisis de la actual
Dirección central de la Orden”.
En el comunicado, la
Santa Sede “rechaza” en base a la “documentación” que tiene en su poder,
cualquier intento de “desacreditar las figuras (del grupo) y la obra”.
Manifiesta que confía en
la plena cooperación “de todos en esta etapa sensible y espera
el informe de dicho Grupo para adoptar, en el ámbito de su competencia, las
decisiones correctas para el bien de la Orden Soberana y Militar de Malta y de
la Iglesia”.
El grupo en cuestión
está compuesto por Silvano M. Tomasi; el jesuita Gianfranco Ghirlanda, el
abogado Jacques de Liedekerke y Marc Odendall y Marwan Sehnaoui.
La decisión de diciembre
del Papa no fue bien recibida en su momento. De hecho, el gran magisterio de la
Orden señaló que “la sustitución del Gran Canciller anterior es un acto de la
administración interna del gobierno de la Soberana Orden de Malta y, en
consecuencia, cae exclusivamente dentro de su competencia”.
Por ello, el mencionado
nombramiento del grupo fue considerado “el resultado de un malentendido por
parte de la Secretaría de Estado de la Santa Sede”.
El Gran Maestre había
escrito el 23 de diciembre al papa Francisco para aclarar la situación y
explicar las razones por las cuales “las sugerencias hechas por la
Secretaría de Estado eran inaceptables”.
En esa ocasión, el gran
magisterio de la Orden “aseguró al Santo Padre su devoción filial y pidió al
Pontífice la Bendición Apostólica, tanto para él como para la Soberana Orden de
Malta, sus 13.500 miembros y sus 100.000 empleados y voluntarios que seguirán
proporcionando una presencia hospitalaria estable y eficiente en más de 120
países en el mundo según el antiquísimo carisma de la Orden de Malta”.
En efecto, la Santa Sede
ha hecho presente en este último comunicado (17.01.2017) que en relación con
“los acontecimientos de las últimas semanas” desea “reiterar su apoyo y aliento
a la loable labor que los miembros y voluntarios” de la Orden de Malta
“realizan en diversas partes del mundo, en cumplimiento de los propósitos de la
Orden: la “tuitio fidei” (defensa de la fe) y el pauperum
Obsequium, “el servicio a los pobres, los enfermos y las personas más
vulnerables”.
El por qué la Orden de
Malta pidió a Albrecht von Boeselager que dejara de ser su canciller no es muy
claro. La destitución podría ser debido a que bajo su cargo se
distribuyeron, presuntamente, preservativos en alguna estructura sanitaria de
la Orden.
Sin embargo, es posible
que las acusaciones tengan más vertientes y se extienda al plano de la confianza.
El Gran Maestro, Frey Matthew Festing, pidió la renuncia del Gran Canciller el
pasado 14 de diciembre y los sustituyó por John Edward Critien, nombrado Gran
Canciller interino.
Por su parte, el Obispo
de Roma había nombrado el 8 de noviembre de 2014 al cardenal Raymond Burke
patrono de la Soberana Orden de Malta, que sucedió al cardenal Paolo Sardi,
quien presentó su dimisión por límites de edad.
ARY WALDIR RAMOS DÍAZ
Fuente: Aleteia