Durante las apariciones, soportaron con espíritu inalterable y con admirable fortaleza las calumnias, las malas interpretaciones, las injurias, las persecuciones y hasta algunos días de prisión
En
Aljustrel, pequeño pueblo situado a unos ochocientos metros de Fátima,
Portugal, nacieron los pastorcitos que vieron a la Virgen María: Francisco y
Jacinta, hijos de Manuel Pedro Marto y de Olimpia de Jesús Marto. También nació
allí la mayor de los videntes, Lucía, de la que hablaremos más tarde.
-Francisco
nació el día 11 de junio, de 1908.
-Jacinta
nació el día 11 de marzo, de 1910.
Desde
muy temprana edad, Jacinta y Francisco aprendieron a cuidarse de las malas
relaciones, y por tanto preferían la compañía de Lucía, prima de ellos, quien
les hablaba de Jesucristo. Los tres pasaban el día juntos, cuidando de las
ovejas, rezando y jugando.
Entre
el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917, a Jacinta, Francisco y Lucía, les fue
concedido el privilegio de ver a la Virgen María en el Cova de Iría. A partir
de esta experiencia sobrenatural, los tres se vieron cada vez más inflamados
por el amor de Dios y de las almas, que llegaron a tener una sola aspiración:
rezar y sufrir de acuerdo con la petición de la Virgen María. Si fue
extraordinaria la medida de la benevolencia divina para con ellos,
extraordinario fue también la manera como ellos quisieron corresponder a la
gracia divina.
Los
niños no se limitaron únicamente a ser mensajeros del anuncio de la penitencia
y de la oración, sino que dedicaron todas sus fuerzas para ser de sus vidas un
anuncio, más con sus obras que con sus palabras. Durante las apariciones,
soportaron con espíritu inalterable y con admirable fortaleza las calumnias,
las malas interpretaciones, las injurias, las persecuciones y hasta algunos
días de prisión.
Durante
aquel momento tan angustioso en que fue amenazado de muerte por las autoridades
de gobierno si no declaraban falsas las apariciones, Francisco se mantuvo firme
por no traicionar a la Virgen, infundiendo este valor a su prima y a su
hermana.
Cuantas veces les amenazaban con la muerte ellos respondían: "Si
nos matan no importa; vamos al cielo." Por su parte, cuando a Jacinta se
la llevaban supuestamente para matarla, con espíritu de mártir, les indicó a
sus compañeros, "No se preocupen, no les diré nada; prefiero morir antes
que eso."
Oración
para la canonización de los Beatos Jacinta y Francisco Marto
Oh Santísima Trinidad, Padre, Hijo y
Espíritu Santo.
Os adoro profundamente con todos los poderes de mi alma
y os agradezco de todo corazón por las apariciones
de la Santísima Virgen en Fátima
a través de las cuales se manifestaron en el mundo
a través de las cuales se manifestaron en el mundo
los tesoros del Inmaculado Corazón.
Por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús
y a través de la intercesión del Inmaculado Corazón, os imploramos,
si es para vuestra mayor gloria y el bien de las almas,
que eleven ante la Santa Iglesia a los beatos Jacinta y Francisco,
alcanzándonos por su intercesión la gracia que ahora os imploramos.
Amén
Padre Nuestro, Ave María,
Gloria.
Nuestra Señora de Fátima... Ruega por nosotros
Beata Jacinta Marto... Ruega por nosotros
Beato Francisco Marto... Ruega por nosotros
Nuestra Señora de Fátima... Ruega por nosotros
Beata Jacinta Marto... Ruega por nosotros
Beato Francisco Marto... Ruega por nosotros
Fuente: ACI