¿Qué quiere decirnos?
Durante
el transcurso de la historia, la Virgen María ha visitado a la humanidad en
ciertos lugares especiales por todo el mundo.
En
la mayoría de las apariciones marianas, sólo una persona o un grupo pequeño,
muy a menudo de niños, se ha informado de la visión de la Santísima Virgen que,
al principio, es descrita únicamente como “una Señora”. Aunque ha habido
excepciones, como la aparición en Zeitun, Egipto, donde se documentó su
aparición ante miles de personas: católicos, ortodoxos, musulmanes y no creyentes.
Según
la doctrina de la Iglesia católica, la era de la “revelación pública” terminó
con la muerte del último Apóstol. Una aparición mariana, si es juzgada
auténtica por una autoridad legítima de la Iglesia, se considera una revelación
“privada”. En relación a este tipo de revelaciones, podemos leer en el
Catecismo de la Iglesia Católica:
A
lo largo de los siglos ha habido revelaciones llamadas “privadas”, algunas de
las cuales han sido reconocidas por la autoridad de la Iglesia. Estas, sin
embargo, no pertenecen al depósito de la fe. Su función no es la de “mejorar” o
“completar” la Revelación definitiva de Cristo, sino la de ayudar a vivirla más
plenamente en una cierta época de la historia. Guiado por el Magisterio de la
Iglesia, el sentir de los fieles (sensus fidelium) sabe discernir y acoger lo
que en estas revelaciones constituye una llamada auténtica de Cristo o de sus
santos a la Iglesia. (CIC, 67).
Después
de una investigación concienzuda de acuerdo con las normas descritas específicamente por la Sagrada
Congregación de la Doctrina de la Fe, la Iglesia confirmará una aparición
auténtica como fidedigna.
La
Santa Sede ha aprobado oficialmente al menos 13 apariciones de la Virgen María,
incluyendo las de Guadalupe (México), Saint-Étienne-le-Laus, París (Rue du Bac,
Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa), La Salette (Francia), Lourdes
(Francia), Fátima (Portugal), Pontmain (Francia), Beauraing (Bélgica) y Banneux
(Bélgica).
Hay
otras apariciones que han sido aprobadas por el obispo local correspondiente;
por ejemplo, la aprobación en 2010 de las apariciones del siglo XIX de “Our
Lady of Good Help” (Nuestra Señora de la Buena Ayuda), la primera aparición
mariana reconocida en los Estados Unidos.
Apariciones marianas del
siglo XX
El
siglo XX es pródigo en la documentación de apariciones de la Santísima Virgen,
desde la celebérrima aparición en Fátima, Portugal, hasta otras menos
divulgadas, pero igualmente poderosas, como las apariciones en Kibeho, Ruanda,
o en Akita, Japón. ¿Por qué se ha estado apareciendo tan recientemente?
Fray
René Laurentin, un mariólogo mundialmente reputado, nacido el 19 de octubre de
1917 —sólo seis días después de la última aparición de la Virgen María en
Fátima— ha viajado por todo el mundo investigando muchos de los informes de
estos eventos. Hace algunos años, afirmó que cree que la multitud de
apariciones es una llamada urgente a un mundo abocado a la autodestrucción.
“Hay
situaciones muy graves y serias en el mundo de hoy en día, así que hay muchas
razones para que la Virgen se aparezca para alertarnos. Ella habla de forma
global de los riesgos morales, de la inmoralidad sexual liberal o del
materialismo. El mundo ha rechazado a Dios y se está abandonando lenta y
pacientemente al pecado. Es como si estuviéramos sentados en una rama mientras
nosotros mismos la cortamos. Así que ahora experimentamos las
consecuencias. El mundo se autodestruye a causa del pecado y no podemos
sacarnos a nosotros mismos de esa situación sin ayuda. Así que la Virgen nos
llama a volver a lo esencial en nuestras vidas. Pide oración y conversión, nos
dice que Dios existe y que debemos regresar a Él. Solamente en Él encontraremos
nuestra libertad”.
¿Qué
mensaje quiere comunicarnos la Santísima Virgen? En una entrevista en
2008, fray Laurentin explicó que los mensajes varían pero que, al mismo tiempo,
son unánimes “en la medida en que representan el simple eco del Evangelio y nos
invitan a la oración, a la conversión, al arrepentimiento, al ayuno y a la
lectura de la Biblia, de formas diferentes según los tiempos y la relevancia
profética de cada mensaje individual, pero siempre sin traspasar los límites de
la doctrina de la Iglesia”.
Aunque
se informe de milagros, curaciones y recuperaciones acompañando a las
apariciones marianas, no son el propósito esencial. Cuando aparece la Santísima
Virgen, su propósito principal es el de guiar a sus hijos hacia Jesucristo.
Aquí
tienes 7 ocasiones en las que la Virgen María visitó a la humanidad.
Lourdes (Franca), 1858:
La
Virgen María se aparece a Bernadette Soubirous, de 14 años, un total de 18
veces en la gruta de Massabielle (“la roca”). La Virgen indicó a Bernadette que
debía decir a los sacerdotes que construyeran una capilla en el lugar y le
mostró una fuente cuyas aguas han sido causa de numerosas curaciones
milagrosas. Cuando por fin Bernadette le preguntó a la Señora quién era, la
Virgen respondió: “Yo soy la Inmaculada Concepción”.
Fátima
(Portugal), 1917:
La
Virgen María se aparece a tres niños pastores, Lúcia dos Santos y sus primos
Francisco y Jacinta Marto, el 13 de mayo de 1917, en el valle de Cova da Iria.
La Virgen habló del dolor de un mundo asolado por la guerra y las revoluciones
e hizo un llamamiento a la oración, el arrepentimiento y la penitencia
redentora. También confió a los niños una serie de mensajes proféticos,
conocidos como “secretos” o “misterios”, que compartirían con los líderes de la
Iglesia. María pidió a los niños que rezaran a menudo el Rosario, diciendo que
con el Rosario “pondrían fin a las guerras”. El domingo 13 de octubre de 1917,
entre 30.000 y 100.000 personas fueron testigos del “Milagro del Sol”.
Akita (Japón), 1973-1981:
La
Virgen María se aparece a sor Agnes Sasagawa, una conversa del budismo al
cristianismo. Se dice que el mensaje de Akita, que se asocia con una imagen de
la Virgen María venerada por milagrosa, está profundamente relacionado con
Fátima y que advierte de la venida de dificultades para la Iglesia. Aunque
fueron aprobadas por devoción local, las apariciones de Akita no han recibido
ni la aprobación ni la desaprobación de la Santa Sede.
Betania (Venezuela), 1976-1988:
La Virgen María se aparece a María Esperanza de
Bianchini, esposa, madre y abuela, bajo el título de María, Virgen y Madre,
Reconciliadora de Todos los Pueblos y Naciones. Durante una de estas
apariciones, había presentes 150 personas que también vieron a la Señora. Las
apariciones de Betania han sido aprobadas por el ordinario local, pero la Santa
Sede aún no se ha posicionado. En 2010, la Diócesis de Metuchen, Nueva Jersey,
EE.UU., abrió un proceso de beatificación y canonización de la visionaria, que
ahora es conocida como Sierva de Dios María Esperanza.
Kibeho (Ruanda),
1981-1986:
Champion, Wisconsin
(EE.UU.), 1859:
La
Virgen María se aparece a una joven inmigrante, Adele Brise, al noreste de
Wisconsin. María la llamó a “reunir a los niños de este lugar campestre y
enseñarles lo que tienen que hacer para la salvación”. En 2010 las apariciones
fueron aprobadas por veneración por el obispo de Green Bay, Wisconsin, y el
Santuario de Nuestra Señora de la Buena Ayuda, construido en el lugar de la
aparición a Adele Brise, es un gran atractivo para los peregrinos.
Zeitun, El Cairo (Egipto),
1968-1970 (aprobada por la Iglesia copta ortodoxa):
La
Virgen María se aparece sobre la cúpula de la Iglesia copta ortodoxa de Santa
María ante una multitud de más de 250.000 personas, entre los que se
encontraban católicos, ortodoxos, protestantes, musulmanes y no creyentes. No
se transmitió ningún mensaje durante estas apariciones. Puesto que la iglesia
donde ocurrieron las apariciones pertenecía a la Iglesia copta ortodoxa de
Alejandría, el patriarca copto ortodoxo Cirilo VI fue quien aprobó su
veneración.
DIANE MONTAGNA
Fuente:
Aleteia