“Lo he dicho varias veces
y lo repito: la violencia no es la cura para nuestro mundo fracturado”
En
una nueva entrevista publicada en Italia este Jueves Santo, el
Papa Francisco hace un nuevo llamado a la paz y asegura que “hoy el pecado se
manifiesta con toda su fuerza de destrucción en las guerras, en las diversas
formas de violencia y maltrato, en el abandono de los más frágiles”.
“Como
he dicho en el reciente mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, el siglo
pasado fue devastado por dos guerras mundiales mortales, ha conocido la amenaza
de la guerra nuclear y un gran número de otros conflictos, mientras hoy por desgracia
somos presa de una terrible guerra mundial a pedazos”, explica el Papa.
En
la entrevista, concedida al diario italiano Repubblica, el Papa Francisco
señala que “no es fácil saber si el mundo actualmente es más o menos violento
que antes, ni si los medios modernos de comunicación y la movilidad que
caracterizan nuestra época nos hacen más conscientes de la violencia o más
adictos a ella”.
Sobre
las causas de las guerras, Francisco se pregunta: “¿La violencia permite
alcanzar objetivos de valor duradero?”. “Lo he dicho varias veces y lo repito:
la violencia no es la cura para nuestro mundo fracturado”.
“Responder
a la violencia con violencia conduce, en el mejor de los casos, a migraciones
forzadas y a inmensos sufrimientos, ya que grandes cantidades de recursos son
destinados a asuntos militares y antepuestos a las exigencias diarias de los
jóvenes, de las familias en dificultad, de los ancianos, de los enfermos, de la
gran mayoría de los habitantes del mundo”.
“En
el peor de los casos, puede llevar a la muerte física y espiritual de muchos,
si no a la de todos”, subraya en la entrevista.
Francisco
destaca que ante la situación internacional caracterizada por una alta tensión
“me viene solo el pedir con más fuerza la paz para este mundo sometido a los traficantes
de armas que se enriquecen con la sangre de los hombres y de las mujeres”.
“Usted
ha dicho varias veces que se siente pecador como los encarcelados, ¿en qué
sentido?”, le pregunta el periodista cambiando de tema. “Algunos dicen: ‘son
culpables’. Yo respondo con la palabra de Jesús: ‘quien no tenga culpa que tire
la primera piedra’. Mirémonos dentro y busquemos ver nuestras culpas. Entonces
el corazón será más humano”. “Como sacerdotes y como obispos tenemos que servir
siempre”, añade.
Francisco
también opina que ante todo la Iglesia debe
“hacerse próximo a los últimos, a los marginados, los descartados. Cuando estoy
ante un encarcelado, por ejemplo, me pregunto: ‘¿Por qué él y no yo?, ¿merezco
yo más que él que está ahí dentro?, ¿por qué él ha caído y no yo?'. Es un
misterio que me acerca a ellos’”.
En
la entrevista, el Santo Padre también asegura sentirse un pecador: “El lema de
mi escudo es una frase de San Beda el Venerable sobre San Mateo: ‘Dios le
dirigió su mirada, le miró con sentimiento de amor y lo eligió’. Es más que un
simple lema. Es mi estrella polar. Porque en ella está contenida el misterio de
un Dios dispuesto a llevar sobre sí el mal del mundo para demostrar el propio
amor al ser humano”.
Por Álvaro
de Juana
Fuente:
Zenit






