Palabras del papa en el
ángelus
Con
motivo de la XXXII Jornada mundial de la juventud celebrada a nivel diocesano
el 9 de abril del 2017, los jóvenes de la JMJ de Cracovia 2016 han entregado la
cruz del acontecimiento a los jóvenes de Panamá, país donde tendrá lugar el
próximo encuentro internacional 2019.
Al
final de la misa de Ramos presidida por el papa Francisco en la plaza San
Pedro, una delegación de jóvenes polacos ha transportado solemnemente la
imponente cruz de madera delante del altar, donde la han recibido los jóvenes
panameños, pasando de mano en mano, aplaudidos por la gente: 50 000
personas.
“Pidamos
al Señor que la Cruz, unida al icono de María Salus Populi Romani, haz
crecer la fe y la esperanza, revelando el amor invencible de Cristo allá por
donde pase” ha declarado el papa Francisco antes del ángelus.
He
aquí nuestra traducción completa de las palabras que el papa ha pronunciado al
introducir la oración mariana.
Palabras del papa
Francisco en el ángelus
Al
término de esta celebración, saludo cordialmente a todos los aquí presentes,
especialmente a aquellos que han participado en el Encuentro internacional para
la asamblea sinodal sobre los jóvenes, promovida por el Dicasterio por los
laicos, la Familia y la Vida, en colaboración con el Secretariado general del
sínodo de los obispos. Este saludo se extiende a todos los jóvenes que hoy,
entorno a sus obispos, celebran la Jornada de la juventud en cada diócesis del
mundo. Es otra etapa de la gran peregrinación, iniciada por San Juan Pablo II
que el año pasado nos ha reunido en Cracovia y que nos convoca a Panamá en
enero de 2019.
Por
eso, en unos instantes, los jóvenes polacos entregarán la cruz de las jornadas
mundiales de la juventud a los jóvenes panameños, acompañados los unos y los
otros, de sus Pastores y de las autoridades civiles.
Pidamos
al Señor que la Cruz, unida al icono de María Salus Populi Romani, haga
crecer la fe y la esperance, revelando el amor invencible de Cristo allá por
donde ella pase.
A
Cristo, que hoy entra en la Pasión, y a la Santa Virgen, confiamos a las
víctimas del atentado terrorista ocurrido el pasado viernes en Estocolmo, lo
mismo que todos aquellos que han sido duramente probados por la guerra,
desgracia de la humanidad.
Y
oramos por las víctimas del atentado perpetrado desgraciadamente hoy, esta
mañana, en el Cairo en una iglesia copta. A mi querido hermano, Su Santidad
Teodoro II, a la Iglesia Copta y a toda la quería nación egipcia, expreso mis
profundas condolencias, oro por los difuntos y los heridos y estoy cerca de las
familias y de toda la comunidad.
Que
el Señor convierta el corazón de las personas que siembran el terror, violencia
y muerte y también a los que fabrican las armas y trafican con ellas.
© Traducción de
ZENIT, Raquel Anillo
Fuente: Zenit