Francisco
recomendó a nuevos sacerdotes a los que ordenó en la Basílica Vaticana estar
cerca de los fieles y evitar las homilías intelectuales, advirtiéndoles de que
la doble vida es una
enfermedad
Como
es tradición cada IV domingo de Pascua, llamado
“del Buen Pastor”, día en que la Iglesia celebra la
54º Jornada Mundial de oración por las vocaciones, el Papa Francisco ordenó a
10 nuevos sacerdotes para la diócesis de Roma.
Los
nuevos sacerdotes pertenecen al Pontificio Seminario Romano Mayor, el
Pontificio Seminario Menor, el Seminario Redemptoris Mater (cuyos seminaristas
son del Camino Neocatecumenal), y el Seminario de la Virgen del Divino Amor.
“¡No
hagáis homilías intelectuales o elaboradas, hablad al corazón!”. “La doble vida
es la enfermedad fea de la Iglesia”, advirtió a los nuevos presbíteros.
Francisco
les pidió reconocer “lo que hacéis, imitad aquello que celebréis para que,
participando al misterio de la muerte y resurrección del Señor, llevéis la
muerte de Cristo y caminéis con Él en novedad de vida”.
“Os
pido –continuó el Papa– ser misericordiosos siempre. No carguéis sobre las
espaldas de los fieles pesos que no pueden cargar”.
El
Papa les aconsejó también que ejerciten “la alegría y la caridad sincera” y
“únicamente intentad agradar a Dios y no a vosotros mismos. Sois Pastores, no
funcionarios. Sois mediadores, no intermediarios”.
“¡Sed
alegres y no seáis señores, cleros de estado, sino pastores del pueblo de
Dios!”, recomendó también.
El
Pontífice pronunció la homilía ritual prevista en la edición italiana del
Pontifical Romano para las Ordenaciones de Presbíteros, añadiendo algunas notas
personales.
Francisco
señaló que los nuevos sacerdotes “serán configurados a Cristo Sumo y Eterno
Sacerdote, es decir, serán consagrados como verdaderos sacerdotes del Nuevo
Testamento, y a este título, serán predicadores del Evangelio, Pastores del
Pueblo de Dios, y presidirán los actos de culto, especialmente las
celebraciones del sacrificio del Señor”.
“Habéis
sido elegidos por el Señor no para hacer carrera”, dijo el Papa improvisando.
“Haced memoria de vuestra historia, del don de las palabras que el Señor os ha
dado a través de vuestra madre, vuestros abuelos, vuestros catequistas y de
toda la Iglesia”.
Por Álvaro
de Juana
Fuente:
ACI Prensa






