¿Cumplen la misma función dentro del desarrollo cerebral y
cognitivo infantil? ¿Cuál de los dos medios beneficia en mayor medida el
aprendizaje de los niños?
Ante
la cantidad de recursos virtuales que existen hoy para el desarrollo de los
niños, se teme que la lectura pase al olvido siendo “un error del cual nos
arrepentiremos”.
Los
libros son para los niños la puerta de entrada a un mundo de fantasía,
imaginación y desarrollo de competencias fundamentales de la etapa. Sin
embargo la lectura y la narración, han ido perdiendo el interés de los padres
modernos, quienes ahora prefieren para sus hijos la estimulación a través de
tabletas y juegos electrónicos.
Ante
esta situación, expertos advierten que la lectura en la infancia es una
actividad que no se puede sustituir por ninguna otra, pues sus beneficios son
excepcionales tanto en esta etapa como en las posteriores, y a diferencia de lo
que muchos pensarían, las tabletas no son tan favorecedoras como sí lo son los
libros.
Mitos sobre las
tecnologías y la educación
Catherine
L’Ecuyer, investigadora y divulgadora de temas relativos a la educación, habla
en una entrevista concedida al ABC de España, sobre su más reciente
publicación Educar en la realidad, un libro en el que desvela con
evidencias una serie de mitos educativos y demuestra que la mejor preparación
para utilizar las nuevas tecnologías tiene lugar en la realidad; es decir, que la
mejor preparación para el mundo on-line es el mundo off-line. La
autora respondió a las siguientes inquietudes:
¿Por qué hay que educar
en la realidad?
Una
viñeta del humorista gráfico Faro describe un padre subiendo la montaña con sus
dos hijos. Les dice “mirad hijos míos, que puesta de sol tan bonita”, a lo que
sus hijos responden, “jolines, papá, ¡dos horas caminando para ver un fondo de
pantalla!”. Hoy, nuestros hijos pueden padecer déficit de realidad, y eso
repercute en el aprendizaje.
El hecho de que nuestros
hijos sean nativos digitales, ¿favorece a su cerebro para agilizar el aprendizaje?
No.
Ese es otro mito tecnológico. El cerebro es plástico, pero no es infinito. Todos
tenemos limitaciones que marcan nuestra naturaleza y cuando intentamos
sobrepasarlas, nos pasa factura, tanto a los inmigrantes como a los
nativos digitales.
Los
estudios resaltan, por ejemplo, que el multitarea tecnológico lleva al
colapso de la memoria de trabajo, superficialidad en el pensamiento, dificultad
para enfocar y desenfocar la atención. Los estudios dicen que nos lleva a ser
“enamorados de la irrelevancia”.
Uno
de los atractivos de los centros escolares es que dispongan de pantallas
interactivas digitales. ¿Es una mejora con respecto a la pizarra tradicional?
No
está demostrado que den mejores resultados académicos que la pizarra
tradicional.
¿Pero hacen daño?
Personalmente
no creo que las pizarras digitales hagan daño en los niños mayores,
si se usan de la forma en que se usaría una pizarra tradicional, con un ritmo
que se armoniza al orden interior del alumno. En la etapa infantil no se
justifica su uso porque la literatura científica dice que existe un déficit en
el aprendizaje realizado a través de la pantalla con respecto a una
demostración en directo (el llamado «Video Deficit Effect»).
¿Las tabletas o los
libros?
La
sustitución masiva del libro de texto es un error del que nos arrepentiremos en
unos años. En Primaria, el uso de la tableta puede interferir con el
aprendizaje de la lectoescritura. No es lo mismo la educación individualizada
que puede dar una tableta, que la educación personalizada que solo da un
maestro capaz de arrancar lo mejor de cada alumno.
Si
el fin de la educación es buscar la perfección de la que es capaz el niño, es
preciso discernir de qué es capaz cada niño. Ese trabajo no lo puede
realizar una herramienta digital, por muy buenos que sean el dispositivo y los
algoritmos de sus aplicaciones, porque ese discernimiento requiere
sensibilidad. Y la sensibilidad es profundamente humana, no digital.
En
vez de invertir en arsenal tecnológico, habría que invertir en bajar ratios y
en formar y remunerar mejor a los maestros.
En
su libro reconoce que está demostrado que la tableta motiva a los alumnos.
Los
estudios dicen que motiva más porque gusta más. Pero que a los
niños les guste la tableta no es un criterio educativo. A los niños
también les encantan las golosinas. La motivación que procuran esos
dispositivos es una motivación para la diversión, no para el aprendizaje.
La prueba de todo ello es que esa motivación externa no lleva a una mejora en
los resultados académicos.
¿Nos equivocamos los
padres cuando ponemos Internet (y todo lo que ello supone) en manos de niños de
temprana edad?
En
la infancia, las pantallas no son herramientas neutras porque tienen un efecto
que la literatura llama “de desplazamiento”.
Mientras
un niño está en internet está dejando de hacer mil cosas que aportan mucho más
a su buen desarrollo. En esa etapa toca experimentar, tocar, sentir, ver la
realidad, estrenarla en directo y, sobre todo, desarrollar virtudes que
luego permitirán usar esas estupendas herramientas de forma responsable.
El
uso responsable de la conducción no se consigue dándole las llaves de un
Ferrari a un niño de 10 años. Tampoco se consigue desarrollar la orientación
espacial de un niño de 4 años jugando al escondite en un centro comercial de 40
mil metros cuadrados un sábado por la tarde.
Antes
de adentrarse en el mundo online, uno ha de tener la cabeza muy bien
amueblada. Todo tiene su tiempo.
Funciones de la lectura
en la infancia
Además
de las apreciaciones de la experta, es necesario reconocer las funciones
principales de la lectura en la niñez, y por eso, las razones por las que no se
debe extraer de la labor educativa:
–
Estimula la imaginación, el lenguaje y la creatividad del niño.
–
Fomenta actividades cerebrales. La lectura a cargo de los padres, permite que
el niño realice ejercicios cerebrales de abstracción, memorización y
asociación.
–
Comprensión lectora. Es el momento idóneo para iniciar el aprendizaje de la
comprensión lectora. Estudios demuestran que la mayoría de los problemas
académicos de los universitarios, se deben a carencias en la etapa escolar.
–
Aprendizaje. Se ha comprobado que la lectura es uno de los mejores medios de
adquisición de conocimientos, por ello es importante desarrollar un buen nivel
de comprensión lectora desde las primeras edades.
–
Es una actividad que fortalece el vínculo paternal, pues es un espacio de
intimidad que les provee estabilidad emocional y seguridad a los pequeños.
Estudio ha comprobado que es la actividad más enriquecedora para un niño menor
de tres años en su relación con la madre, más que ver televisión, e incluso que
jugar los dos.
–
Los libros no suponen ningún riesgo para los niños, como sí lo pueden ser las
pantallas a edades tempranas.
Aunque
la tecnología muchas veces nos deslumbre con sus alcances y creatividad, hay
funciones de la interacción humana que jamás podrán ser reemplazadas por la
virtualidad. Actividades como jugar al aire libre, divertirse en familia, leer
un libro junto a los hijos; son y serán las mejores y más valiosas enseñanzas.
Fuente: Artículo
originalmente publicado por lafamilia.info