Cómo
ayudar a las personas celiacas que quieren comulgar
Estimado
Director: Soy la mamá de una chica celiaca, quisiera preguntarle si será
posible algún día evitarle a mi hija y a todas las personas que tienen esta
intolerancia la procesión frente a todos, antes o después de los demás, para
recibir la hostia consagrada. ¿Sería posible que las hostias fueran sin
gluten?
Querida,
entiendo el problema y la incomodidad que comporta. El Magisterio ha buscado
soluciones practicables sin faltar al mandamiento de Cristo, el cual tomó el
pan y lo dio a sus discípulos diciendo: “Este es mi cuerpo”. “El pan para la
celebración de la Eucaristía debe ser exclusivamente de trigo, confeccionado
recientemente y ácimo”, indica el Ordenamiento general del Misal romano.
Las
soluciones encontradas para los celiacos son dos: sólo comulgar del cáliz (con
atención a no poner ninguna fracción de hostia); y hostias especiales con
cantidades mínimas de gluten, para salvar la verdad del signo sacramental (también
en este caso las hostias se ponen en un copón aparte para evitar contacto con
las otras).
Deseo
que los párrocos sean siempre sensibles a este problema y actúen con gran
delicadeza.
No
sólo ellos sino todos los sacerdotes, diáconos y ministros extraordinarios de
la Comunión, estén siempre atentos a aquellos que tienen este trastorno,
teniendo a disposición y conservando de manera correcta, en contenedores y
copones distintos, las hostias especiales.
A
las personas celiacas me gustaría decirles que su sufrimiento y su malestar no
disminuyen el valor del encuentro con el Señor en la Eucaristía; más aún,
enfrentar estas dificultades puede volverse un signo, incluso para los demás,
de su amor por Cristo.
Antonio Rizzolo
Fuente:
Aleteia