Mensaje con motivo de la
40º Reunión general del ente de las Naciones Unidas para desarrollo agrícola y
lucha a la pobreza
El
papa Francisco envió este lunes mensaje a la sesión inaugural de la 40º
Conferencia General de la FAO, que inicia hoy en Roma, y les recuerda que ellos
junto a otros Organismos internacionales presentes allí presentes están
llamados a dar respuestas precisas al sector agrícola y alimentario, de las que
dependen las expectativas de millones de personas. El Santo Padre hace además “una
contribución simbólica al programa de la FAO para proveer de semillas a las
familias rurales que viven en áreas donde se han juntado los efectos de los
conflictos y de la sequía”.
La
FAO (Food and Agriculture Organization of the United Nations), es el ente de
las Naciones Unidas que se ocupa principalmente del desarrollo agrícola,
seguridad alimentaria, y la consecuente lucha a la pobreza. La Asamblea general
durará hasta el próximo sábado 8 de julio.
El
Pontífice les indica que “no pudiendo estar esta vez con ustedes”, ha pedido al
secretario de Estado Pietro Parolin “para que lleve mi palabra”, ya que “la
Santa Sede sigue con mucha atención la actividad internacional y quiere
cooperar a orientarla para favorecer no un simple progreso u objetivos teóricos
de desarrollo, sino una real erradicación del hambre y de la malnutrición”, y
con la capacidad de intervenir cuando un país no esté en grado “de ofrecer
respuestas adecuadas porque no lo permita su grado de desarrollo, sus
condiciones de pobreza, los cambios climáticos o las situaciones de
inseguridad”
En
el mensaje leído por el cardenal Parolin, el Papa reconoce que “una mirada a la
situación actual del mundo no nos ofrece imágenes consoladoras” y que es una
“compleja condición de subdesarrollo, causada por la inercia de muchos o por el
egoísmo de unos pocos”. Y precisa: “Las guerras, el terrorismo, los
desplazamientos forzados de personas que cada vez más impiden o, al menos,
condicionan fuertemente incluso las actividades de cooperación, no son fruto de
la fatalidad, sino más bien consecuencia de decisiones concretas”. Sin olvidar
a las personas “obligadas a dejar sus tierras buscando refugio y esperanza de
vida”.
El
Papa señala que “animado también por el deseo de alentar a los Gobiernos,
quisiera unirme con una contribución simbólica al programa de la FAO para
proveer de semillas a las familias rurales que viven en áreas donde se han
juntado los efectos de los conflictos y de la sequía”.
Lo
que se suma “al trabajo que la Iglesia viene realizando, según su vocación de
estar de parte de los pobres de la tierra”
“Este
compromiso –señala el Papa– nos lo pide hoy la Agenda para el Desarrollo 2030,
cuando reitera el concepto de seguridad alimentaria como objetivo
impostergable. Pero solo un esfuerzo de auténtica solidaridad será capaz de
eliminar el número de personas malnutridas y privadas de lo necesario para
vivir”.
El
Santo Padre reconoce que “es un desafío muy grande para la FAO y para todas las
Instituciones de la Comunidad internacional. Un reto en el que también la
Iglesia se siente comprometida en primera línea”. Y desea por lo tanto “un
nuevo impulso a la actividad de la Organización”.
El
mensaje concluye: “Que la bendición de Dios todopoderoso, rico en misericordia,
descienda sobre ustedes y sus trabajos y les dé la fuerza necesaria para
contribuir a un auténtico progreso de la familia humana”.
El
cardenal Parolín, después de leer el mensaje anunció oficialmente que el
próximo 16 de octubre, con motivo de la Jornada Mundial de la Alimentación, que
propone este año reflexionar sobre el tema «Cambiar el futuro de la migración»,
“el Papa Francisco vendrá aquí a la FAO”, acogiendo la invitación que le ha
dirigido el Director General, Prof. José Graziano da Silva.
Fuente:
Zenit