El iniciador
del Camino Neocatecumenal presentó en Madrid los ‘Diarios 1979-1981’ de Carmen
Hernández, co-fundadora del itinerario católico
Kiko Argüello,
iniciador del Camino Neocatecumenal, presentó el pasado viernes los
Diarios 1979-1981 de Carmen Hernández, (editorial Biblioteca de Autores
Cristianos) co-fundadora de este itinerario de la Iglesia Católica.
El
multitudinario acto -más de mil personas aproximadamente- se celebró en el
centro deportivo de la Universidad Francisco de Vitoria (Madrid) y contó con la
intervención del cardenal Paul Josef Cordes, presidente emérito del Pontificio
Consejo Cor Unum.
“Cincuenta años sin parar un instante, de
viajes, de escrutinios, de visitas a tantas comunidades en Madrid, Zamora,
Barcelona, París, Roma, Florencia, Ivrea... Escuchando y escuchando a cada
hermano sobre su vida, sus sufrimientos y su historia, iluminándola a la luz de
la fe, de la cruz gloriosa de Nuestro Señor Jesús. Pienso que tenéis
derecho a conocer el corazón de Carmen, su inmenso amor a Jesucristo.
Decía constantemente: "Jesús mío, te amo, te amo. Ven, ven, ayúdame”.
Estas
palabras de Kiko Argüello en la primera página del libro, resumen la razón de
ser de la publicación de esta obra, casi 800 reflexiones de Carmen Hernández
-falleció hace un año- recogidas en sus diarios
escritos durante dos años. Argüello desveló que el resto de diarios se irán
publicando en los próximos años. El prólogo de la obra es de Ricardo
Blázquez Pérez, cardenal arzobispo de Valladolid y presidente de la CEE.
El
padre Carlos Granados, director de la BAC, comenzó presentando el libro y
agradeció que este acto coincidiera con el último al frente de la editorial de
la Conferencia Episcopal. “Doy gracias a Dios que este acto coincida con mi
despedida”, dijo.
Una discusión acalorada
entre Kiko y Carmen
La
ponencia principal corrió a cargo del cardenal Paul Josef Cordes. Su
conferencia empezó en un tono amistoso, cercano, saludando con fuerza a todos
los presentes con energía: “La paz sea con vosotros”. La disertación del
cardenal alemán duró cerca de hora y media en la que relató
pormenorizadamente los primeros encuentros en Roma con Kiko, Carmen y al
Camino. Juan Pablo II le nombró a título personal seguir el apostolado del
Camino Neocatecumenal.
“Carmen
era una mujer fuera de lo común, pero los primeros encuentros con ella fueron de irritación. Al igual que otras realidades de la Iglesia, el
Camino hizo suyas las ideas del Concilio Vaticano II, pero pronto se
encontraron con la incomprensión y pidieron ayuda al Consejo Pontificio de
Laicos, del cuál era vicepresidente”, afirmó.
Monseñor
Cordes confesó que, en aquella primera reunión entre Kiko, Carmen, el padre
Mario Pezzi y dos catequistas, se encontró de repente con una discusión
acalorada entre ellos. “Tuve que dar un puñetazo en la mesa y dije: Basta,
ahora hablo yo”.
El
cardenal alemán reconoció que de esos primeros encuentros consideró que no iba
a salir “nada prometedor. Pero hoy, leyendo sus diarios, no puedo más que
agradecer al Padre eterno el don de esta mujer”, subrayó.
El mayor elogio del
Camino lo ha hecho Francisco
Tras
la conferencia del cardenal, pronunció un discurso el director del Departamento
de Humanidades de la Universidad Francisco de Vitoria, Ángel Barahona,
perteneciente al Camino.
Kiko
Argüello, el más breve de todos los ponentes, cerró el acto. Leyó algunas
reflexiones de Carmen y con su tono característico, enérgico, pero como si
estuviera hablando con un grupo de gente en el salón de su casa, reveló algunas
confesiones del Camino. Dijo, por ejemplo, que Carmen está enterrada en el
seminario Redemptoris Mater vinculado al Camino y que al lado hay una
tumba vacía, que “es la mía, y cada vez que voy es como si Carmen me dijera:
cuando vienes”.
Desveló
también que la relación entre él y Carmen era “de violencia” porque en
numerosas ocasiones se metía mucho con él, pero dejó claro que Carmen era una
mujer humilde a la que la unía un profundo amor fraterno. “Nuestra
relación era más que un matrimonio. Nos unía la misión de hacer el Camino”,
dijo.
También
manifestó que el mayor elogio de Carmen lo ha dicho Francisco: “El Papa ha
afirmado que la Iglesia debe al Camino el amor a la noche santa que celebramos
en la Vigilia Pascual. Esto es una lucha que tenemos con los párrocos,
porque no quieren que estemos toda la noche. Es una batalla”, confesó.
Argüello
recordó una de las características del Camino: el bautismo por inmersión en las
piscinas bautismales que disponen sus parroquias. Estas celebraciones se
realizan durante la Vigilia Pascual y posteriormente, se quedan toda la noche
velando al santísimo, rezando y cantando. “El cardenal Cañizares ha quedado
impresionado por nuestras ceremonias pascuales”, señaló.
Explicaciones de Reig
Plá
El
obispo de Alcalá de Henares, Monseñor Juan Antonio Reig Plá -que acudió al acto
junto a Rouco Varela- explicó posteriormente a Religión Confidencial, de
qué se trataba esta lucha entre el Camino y los párrocos: “Lo normal es que una
Vigilia Pascual dure aproximadamente unas dos horas y este es el tiempo que
permanecen los templos abiertos. Pero los miembros del Camino se quedan toda la
noche y es lo que piden a los párrocos, que les dejen las parroquias
abiertas”.
Fuente:
ReligiónConfidencial