En conmemoración al
Catecismo de la Iglesia Católica
Conocer
a Dios, como todos sabemos, “no es ante todo un ejercicio teórico de la razón
humana, sino un deseo inestimable encarnado en el corazón de cada persona”, ha
dicho el papa Francisco.
Ayer, miércoles 11 de octubre, se ha celebrado una conmemoración del Catecismo de la
Iglesia Católica en el XXV aniversario de la firma de la Constitución
Apostólica ‘Fidei Depositum’ de san Juan Pablo II, un texto que acompaña a la
salida del Catecismo.
En
este contexto, se ha celebrado en el Vaticano un encuentro con el papa
Francisco y con la participación de cardenales, obispos, sacerotes, teólogos,
sacerdotes y estudiosos. Mons. Rino Fisichella, Presidente del Pontificio
Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, ha ofrecido una
reflexión. También han intervenido Mons. Cesare Nosiglia, Arzobispo de Turín;
el cardenal Christoph Schönborn, entonces secretario de la Comisión de Obispos
y Cardenales responsable de la redacción de la CCC, y la profesora Katharina
Karl, profesora de teología pastoral y de educación religiosa en la Universidad
Filosófica Teológica de Münster.
El
Papa ha indicado que “Conocer a Dios, como todos sabemos, no es ante todo un
ejercicio teórico de la razón humana, sino un deseo inestimable encarnado en el
corazón de cada persona”.
El
25º aniversario de la Constitución Apostólica ‘Fidei depositum’, con la que San
Juan Pablo II proclamó el Catecismo de la Iglesia Católica, 30 años después de
la inauguración del Concilio Ecuménico Vaticano II, es una “oportunidad
importante para verificar el viaje realizado entretanto”, ha alentado el Papa.
El
papa Francisco ha señalado que san Juan XXIII deseaba y quería que el Concilio
“no condenara en primer lugar los errores, sino sobre todo permitir que la
Iglesia finalmente presentara con un lenguaje renovado la belleza de su fe en
Jesucristo”.
Este
conocimiento “se hace fuerte, día tras día, de la certeza de la fe de ser
amado”, y por lo tanto incrustado en un dibujo significativo. “Aquellos que
aman quieren saber más sobre el ser querido” para descubrir la riqueza que se
esconde en él y que cada día emerge como una realidad siempre nueva, ha
asegurado el Papa.
“Por
esta razón, nuestro Catecismo surge a la luz del amor como una experiencia de
conocimiento, confianza y abandono al misterio”, indica.
Pena de muerte
“Hay
que afirmar que condenar la pena de muerte es una medida inhumana que humilla,
de alguna manera perseguida, la dignidad personal”, así lo ha afirmado el Papa.
Este
problema no puede reducirse a un mero recuerdo de la enseñanza histórica, no
sólo revelando los progresos realizados en la doctrina de los últimos
Pontífices, sino también la “conciencia cambiada del pueblo cristiano, que
rechaza una actitud consensuada hacia un dolor dolorosamente perjudicial
dignidad humana”.
Es
en sí mismo “contrario al Evangelio” porque voluntariamente “se decide suprimir
una vida humana que es siempre sagrada a los ojos del Creador” y cuyo único
Dios es en última instancia un verdadero juez y garante, ha aclarado el Santo
Padre.
ROSA DIE ALCOLEA
Fuente: Zenit