El Pontífice reza e insta a no olvidar el dolor de
los pueblos en Sudán del Sur y de la R.D del Congo
Papa Francisco rezó para
que Dios salve “a los niños que sufren a causa de conflictos que no
tienen que ver con ellos, pero que les roban su infancia y a veces también la
propia vida. ¡Cuánta hipocresía cuando
se niegan las masacres de mujeres y niños! Aquí la guerra muestra su rostro más
horrible”.
“Esta tarde, queremos esparcir
con nuestra oración semillas de paz en la tierra de Sudán
del Sur y de la República Democrática del Congo, así como en todas las
partes del mundo que sufren por la guerra”, dijo el Papa en la homilía de este
jueves 23 de noviembre en la Basílica de San Pedro.
Desde el Vaticano, el Obispo de
Roma ha presidido una misa especial por la paz de los dos países africanos
martirizados por la guerra y el hambre. Un gesto simbólico para despertar del
sopor al mundo que mira indiferente el sufrimiento de los más débiles: mujeres
y niños.
“Que el Señor resucitado derribe
los muros de la enemistad que dividen hoy a los hermanos, especialmente en
Sudán del Sur y en la República Democrática del Congo. Que socorra a las
mujeres víctimas de la violencia en las zonas de guerra y en cualquier parte
del mundo”.
“Los cristianos creemos y
sabemos que la paz es posible porque Cristo ha resucitado”
Tambores, cantos alegres y ritmo
africano se escucharon durante la celebración de la Misa. El canto en lengua suajili ha acompañado la procesión de
entrada del Papa junto con prelados y fieles africano a la Basílica papal.
“Había decidido visitar Sudán
del Sur, pero no ha sido posible. Sin embargo sabemos que la oración es más importante, porque es más poderosa: la plegaria actúa con la
fuerza de Dios, para quien nada es imposible”, sostuvo.
“Que el Señor ayude a los humildes y a los
pobres del mundo a seguir creyendo y esperando en que el Reino de Dios está
cerca… Que sostenga a todos los que, día tras día, se esfuerzan por combatir el
mal con el bien.
Que el Señor afiance en los
gobernantes y en todos los que tienen responsabilidades un espíritu noble y
recto, firme y valiente en la búsqueda de la paz, mediante el diálogo y la
negociación”, sostuvo.
El Papa que asegura que la paz
se construye artesanalmente afirmó: “Que el Señor nos conceda a todos nosotros
ser artesanos de paz allí donde estemos, en la familia, en la escuela, en el
trabajo, en las comunidades, en cualquier ambiente”.
Así, evocó de nuevo el gesto de
Jesús para ser constructores de paz: “lavándonos los pies unos a otros, a
semejanza de nuestro Maestro y Señor. A él la gloria y la alabanza, hoy y por
los siglos de los siglos. Amén”.
Antes de concluir la Misa, el
Papa ha bendecido dos imágenes de la Santísima Virgen de Valmer que serán
llevadas a Sudán del Sur y la República
Democrática del Congo como símbolo del compromiso por la paz.
Ary Waldir
Ramos Díaz
Fuente:
Aleteia