El Pontífice invitó a los franciscanos a “rechazar
la tentación de usar la autoridad para someter a otros”
“Por favor, cuando hagan alguna actividad
para los ‘más pequeños’, los excluidos y los últimos, nunca lo hagan desde un
pedestal de superioridad”,
dijo el Papa, que escogió llamarse Francisco en honor del Santo de Asís y
fundador de la Orden de Frailes Menores, hace más 7 siglos.
En la Sala
Clementina del Palacio Apostólico, el Obispo de Roma recibió en audiencia a 400
miembros de las Familias Franciscanas de la Primera Orden y de la Tercera Orden
Regular.
“Piensen, más
bien, que todo lo que hagan por los más pequeños es una forma de restituir lo
que han recibido gratis. Como advierte Francisco en la Carta a toda la Orden”,
comentó el Papa.
Instó a no
olvidar a los “marginados” a “los miles
de desempleados, jóvenes y adultos”; los enfermos; “tantos ancianos
abandonados; las mujeres maltratadas; los migrantes que buscan una vida digna;
todos aquellos que viven en las periferias existenciales, privados de dignidad
y también de la luz del Evangelio”.
“Abran sus corazones y abracen a los
leprosos de nuestro tiempo”, expresó.
El Papa
destacó la fraternidad, el servicio especialmente a los más pobres y marginados
y la relación con el medio ambiente implícitos en el legado de San Francisco de
Asís.
Subrayó el
ejemplo del “Poverello” (el pobrecito de Asís) inspirado en Jesús que se
“despojó hasta la desnudez de todos los bienes terrenales, para darse por
entero a Dios y a los demás”.
La vida de
Francisco “estuvo marcada por el encuentro con Dios pobre presente en medio de
nosotros en Jesús de Nazaret”, destacó. Y encarnó “la imagen del hacerse pequeño como una semilla”.
El Papa, que
desde el inicio del pontificado ha cumplido gestos inéditos, como lavar los
pies el jueves santo a mujeres, incluso de otras religiones, migrantes y
presos, explicó que el gesto evangélico que más impresionó a san Francisco ha
sido el “lavado de los pies de los discípulos en la Última Cena”.
“Su relación
con Dios debe ser la de un niño: humilde y confiada y, como la del publicano
del Evangelio, consciente de su pecado.
Y atención al orgullo espiritual, al orgullo farisaico:
es la mundanidad peor”, manifestó.
El Pontífice
explicó el concepto de la
minoridad que “es un lugar de encuentro con los hermanos y con todos los hombres y mujeres”.
“La minoridad se vive ante todo en la relación con los
hermanos que el Señor nos ha dado. ¿Cómo? Evitando cualquier comportamiento de
superioridad”.
Para el Papa
significa “erradicar los juicios fáciles sobre
los demás y el hablar mal de los hermanos a sus espaldas”.
El Pontífice
en su mensaje invitó a que “cada uno
haga un examen de conciencia de su propio estilo de vida; de los gastos, de la
ropa, de lo que considera necesario” y también a evaluar
el grado de “dedicación a los demás, del rechazo del espíritu de cuidarse
demasiado uno mismo, también de la propia fraternidad”.
Una amistad
con Jesús significa tener “relaciones interpersonales” que sigan el dinamismo
de la caridad. Lo importante “son los hermanos, no las estructuras”.
Por último,
Papa Francisco aseguró que la “minoridad es un lugar de encuentro con la
creación”. Para el Santo de Asís, la creación era “como un espléndido libro en
el cual Dios nos habla y nos refleja algo de su hermosura y de su bondad”. En
este sentido, exhortó a cuidar la casa común.
Ary Waldir
Ramos Díaz
Fuente: Aleteia