La
familia Cabrera Gutiérrez, conocida como Familia Pompas ha recibido
el Premio Familia que concede la revista Misión «por su testimonio
público de alegría, entrega y apertura a la vida»
«La
gente cree que tener hijos es arruinarse la vida, que los niños no te permiten
hacer planes y que tienes que quedarte todo el día en casa, y no es así», dice
Pachu Gutiérrez, quien con su marido Rubén Cabrera y sus cinco hijos, de 3 a 10
años, son los protagonistas del blog Momentos Pompas,
desde donde comparten sus planes familiares y su día a día, siempre con una
visión divertida, serena, optimista, realista y llena de fe.
Por su
testimonio «de alegría, entrega y apertura a la vida», han recibido el Premio
Familia que concede cada año la revista Misión.
Pachu
asegura que «la sociedad necesita niños, y necesita el ejemplo de familias que
muestren que la vida con hijos no es una carga, sino que es muy enriquecedora y
divertida».
«A
nosotros nos tocó bastante la crisis –recuerda la madre del clan–, y entonces
empezamos a plantearnos nuestro ocio de otra manera. Nosotros mostramos
que se puede hacer planes con poco dinero o de forma gratuita». Montados
en su furgoneta, viajan por España y Europa o visitan un museo o un parque de
cactus en Madrid, y luego vuelcan sus experiencias en el blog. A raíz de
ello «nos empezó a escribir gente pidiéndonos ayuda, pues hay muchos padres que
se ahogan en un vaso de agua y que se ven desbordados y no saben qué plan
pueden hacer en familia».
A
esta demanda responden ofreciendo consejos de tipo práctico y de organización
familiar, pero también hay quien acude a ellos en busca de una ayuda más
profunda. Pachu recuerda especialmente el caso de una mujer que se desahogaba
con ellos contándoles que había tenido varios abortos y que su marido había
dejado de creer en Dios por este motivo. «Entonces un día le enseñó nuestro
blog y vieron nuestro viaje a la Ruta Mariana; se animaron y se pusieron en
camino hacia Torreciudad, y pocos meses después nos escribió: su marido había
vuelto a ir a Misa y ella estaba esperando un hijo».
Pachu
atestigua que «siendo más disfrutas más. Las alegrías se multiplican y las
penas se disipan. Se pueden hacer mil cosas juntos, incluso cuando te
quedas en casa. Si te arrodillas y te pones a la altura de tus hijos, para
tener su misma visión, entonces la familia se convierte en una aventura muy
bonita».
Juan
Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Fuente:
Alfa y Omega