Fusionó la cultura lakota
y católica de una manera "que lo llevó más profundamente (a conocer) el
misterio del amor de Cristo y de la Iglesia"
En
una foto histórica, sin fecha, se puede ver cómo el jefe sioux Nicholas W.
“Black Elk” enseña a una niña cómo rezar el Rosario. Este es uno de los
testimonios gráficos que se tienen de la fe católica de “Alce Negro” (en
inglés, “Black Elk”; en lengua sioux, “Hehaka Sapa”)
“Alce
Negro” fue un famoso “Wichasha Wakan” (“Hombre Santo”) de los sioux oglala, en
la región que ahora ocupa el obispado de Rapid City en el Estado de Dakota del
Sur (Estados Unidos). Y fue justamente el obispo de esta jurisdicción, Robert
D. Gruss, quien el pasado 21 de octubre, en la iglesia del Santo Rosario, en
Pine Ridge, celebró la Misa solemne para abrir, formalmente, la causa de
santidad de este nativo americano.
Para
el obispo Gruss, “Alce Negro” fusionó la cultura lakota y católica de una
manera “que lo llevó más profundamente (a conocer) el misterio del amor de Cristo
y de la Iglesia”. Fue un catequista consumado que durante 50 años llevó a otros
a Cristo, a menudo combinando su cultura lakota con su vida cristiana.
“Esta
enculturación siempre puede revelar algo de la verdadera naturaleza y santidad
de Dios”, dijo en su homilía el obispo de Rapid City, y agregó que “Black Elk”
siempre “desafió a la gente para que se renovara, (la impulsó) a buscar la vida
que Cristo les ofrece”.
El
obispo Gruss dijo que la vida de “Black Elk” fue la de un dedicado catequista,
líder espiritual y guía que “inspiró a muchos a vivir para Cristo con su propia
historia”. Con la apertura formal de su causa, “Black Elk” ahora tiene el
título de “Siervo de Dios”.
Un hombre de dos mundos
“Black
Elk” nació en algún momento entre 1858 y 1866. Murió el 19 de agosto de 1950 en
Pine Ridge. La apertura de su causa de santidad ha enseñado a muchos otros
nativos americanos que sí es posible combinar la cultura tradicional con la fe
católica, incluso de una manera fecunda.
Lo
que se sabe de este personaje es que hacia el final de su vida, contó su
historia y dio a conocer un buen número de rituales sagrados sioux a John
Neihardt y Joseph Epes Brown para que fuera publicado. Sus narraciones
obtuvieron un considerable interés por parte del público, según puede leerse en
un breve artículo dedicado a “Alce Negro” en Wikipedia.
Ahí
mismo se señala que en el libro de John G. Neihardt, cuenta que a los nueve
años estuvo inconsciente durante doce días y tuvo visiones del caballo de las
cuatro direcciones que le llevó ante la nube de los seis abuelos, es decir, los
cuatro puntos cardinales más el cenit y el nadir. Estos le enseñaron los
secretos de conocer y curar.
En
su juventud lo instruyeron con el saber de los grandes sacerdotes, entre ellos
“Whirlwind Chaser”, “Black Road” y “Elk Head”. Con ese conocimiento, “Alce
Negro” rezó y ayunó durante grandes temporadas lo que lo convirtió en un hombre
sabio que recibió visiones y un poder especial para el bien de su nación.
Esa
misión obsesionó a “Alce Negro” y le causó mucho sufrimiento aunque pudiendo
guiar a su pueblo al sendero sagrado, no consiguió ver los medios para hacerlo
realidad
Llamado misionero
La
primera fase del camino de “Alce Negro” a la santidad ha comenzado. El obispo
Gruss dijo que los escritos públicos y privados de “Black Elk” están siendo
recopilados y examinados actualmente. Esta fase documental puede llevar muchos
años.
“Donde
termina el proceso depende ahora del Espíritu Santo y la Congregación para las
Causas de los Santos. Nuestra tarea ahora es continuar reuniendo más
información, testimonio sobre su vida y orando para que se lo encuentre digno
de que su causa avance”, dijo el obispo de Rapid City.
El
prelado alentó a quienes participaron en la Misa de la apertura de la causa
diocesana a seguir el ejemplo de “Alce Negro”, enfatizando que todos los
cristianos somos llamados a cumplir nuestra labor en el campo misionero.
“Como
‘Black Elk’, si somos dóciles a la Voluntad del Señor, dedicando nuestras vidas
a Él, estaremos trabajando para su Reino de misericordia, amor y paz”, dijo el
obispo Gruss, quien enfatizó que los católicos de hoy no deben vivir “vidas
religiosas aisladas”, sino que deben reconocer que están llamados a ser
“siervos de Dios e instrumentos del amor de Cristo en la construcción y avance
de su Reino. Cada uno de nosotros tiene que decidir cómo puede participar” en
esa tarea.
No hay necesidad de elegir
En
febrero pasado, el obispo Gruss designó a Bill White como el postulador
diocesano de la causa de santidad de “Alce Negro”. White es un miembro inscrito
de la tribu oglala sioux en la Reserva de Pine Ridge. El Diácono Ben “Black
Bear”, de la Misión de San Francisco está traduciendo algunos de los escritos
de “Alce Negro” del lakota al inglés.
Por
su parte, el diácono Marlon Leneaugh, director diocesano del Ministerio Nativo
de Rapid City, describió a “Black Elk” como un santo venerado entre los
lakotas, a quienes les mostró que no existe una brecha profunda entre la
espiritualidad nativa tradicional y el catolicismo.
“Le
mostró a su gente que no tienes que elegir entre los dos mundos, puedes ser de
ambos. Él no abandonó sus costumbres nativas cuando se convirtió en cristiano.
Era algo que estaba junto, rezando al único Dios”.
Con información de
Catholic News Service
Jaime
Septién
Fuente:
Aleteia