En su 21 viaje apostólico por el sudeste asiático,
el Pontífice invitó a los sacerdotes a que se esfuercen para reunir a los
fieles en una sola familia
El Papa ha ordenado a 16 sacerdotes en
Bangladesh, donde los cristianos son una minoría y les recomendó a que
“tengan siempre presente el ejemplo del buen
Pastor, que no vino para que le sirvieran, sino para servir, y para buscar
y salvar lo que estaba perdido”.
Instó a los
curas a esforzarse “por reunir a los fieles en una sola familia” y de esta
forma en la “unidad del Espíritu Santo, por Cristo”, expresó, durante la Misa
que ha presidido este viernes 1 de diciembre de 2017 en el Parque Suhrawardy en
Dhaka, Bangladesh.
La homilía se
ha basado en el Ritual para la Ordenación de los sacerdotes. Por ello aseguró:
“El Señor Jesús es el único sumo sacerdote del Nuevo Testamento; pero en él
también todo el pueblo santo de Dios se hizo pueblo sacerdotal”.
En el
contexto de su 21 viaje internacional y en un país de mayoría musulmana (90%),
el Pontífice ha ordenado a estos nuevos sacerdotes católicos durante una misa
multitudinaria a la presencia de 100.000 fieles, según registran las
autoridades locales.
Servicio
Francisco aseguró que la ordenación es
también un llamado. “Sin embargo, entre todos sus discípulos, el Señor Jesús quiso elegir a algunos en
particular. Porque al ejercitar públicamente en la Iglesia, en su
nombre, el oficio sacerdotal, en favor de todos los hombres, continuaron su
misión personal como maestros, sacerdotes y pastores”.
El obispo de
Roma predicó sobre el sacerdocio como servicio al pueblo de Dios que consiste
en donar con alegría.
“De hecho,
por esta razón él fue enviado por el Padre, por lo que envió al mundo primero a
los Apóstoles y luego a sus obispos, sus sucesores, a quienes finalmente se les
dieron sacerdotes como colaboradores, quienes, unidos a ellos en el ministerio
sacerdotal, son llamados al servicio del pueblo de Dios”, aseguró.
El Papa luego
se dirigió a los aspirantes sacerdotes como ‘queridos hijos’ y les invitó a que
consideren que ejerciendo el ministerio de la sagrada doctrina” sean “parte de
la misión de Cristo, el único maestro”.
Francisco
consideró que la ordenación de un sacerdote llega después de una “reflexión
madura” y se hace para el servicio de Cristo, en una cooperación entre el
sacerdote y el obispo para “construir el cuerpo de Cristo”, que es la Iglesia,
“en el pueblo de Dios y el santo templo del Espíritu”.
En su homilía
invitó a los sacerdotes a entrar en la palabra y la fe hasta vivir lo que
predican.
Alegría
“Lleven a todos esa palabra de Dios que
recibieron con alegría. Lean y mediten la palabra del Señor asiduamente para
creer lo que han leído, para enseñar lo que han aprendido en la fe, para vivir
lo que han enseñado”.
Una
exhortación a apoyar a los fieles y predicar con la palabra y el testimonio.
“Sea, por lo tanto alimento al pueblo de Dios vuestra doctrina, alegría y apoyo
a los fieles de Cristo el aroma de vuestra vida, porque con la palabra y el
ejemplo construyan la casa de Dios, que es la Iglesia”.
Los
sacerdotes están llamados – según el Papa – a “la función de santificar en
Cristo. Por medio de vuestro ministerio, alcanzará su plenitud el sacrificio
espiritual de los fieles, que por vuestras manos, junto con ellos, será
ofrecido sobre el altar, unido al sacrificio de Cristo, en celebración
incruenta”.
Vida nueva
Llamó a los curas a imitar lo que
conmemoran en la misa, “al celebrar el misterio de la muerte y resurrección del
Señor”. Les pide que se esfuercen “por hacer morir” en ellos “el mal” y procuren
“caminar en una vida nueva”.
“Al
introducir a los hombres en el pueblo de Dios por el Bautismo, al perdonar los
pecados en nombre de Cristo y de la Iglesia por el sacramento de la Penitencia,
al dar a los enfermos el alivio del óleo santo, al celebrar los ritos sagrados,
al ofrecer durante el día la alabanza, la acción de gracias y la súplica no
sólo por el pueblo de Dios, sino por el mundo entero, recuerden que han sido
escogidos de entre los hombres y puestos al servicio de ellos en las cosas de
Dios”, explicó.
El sacerdote
ministro de Cristo ha sido llamado – continúa el Papa – a seguir los pasos
de la “alegría perenne”, en verdadera “caridad” y “no buscando” su propio
interés, “sino el de Jesucristo”.
Por último,
les invitó a ejercer en la parte del ministerio que les corresponde, “la
función de Cristo, Cabeza y Pastor”, permaneciendo unidos al Obispo y bajo su
dirección.
Instó a los
curas a esforzarse “por reunir a los fieles en una sola familia, de forma que
en la unidad del Espíritu Santo, por Cristo, puedan conducirlos al Padre.
Tengan siempre presente el ejemplo del buen
Pastor, que no vino para que le sirvieran, sino para servir, y para buscar
y salvar lo que estaba perdido”.
Al final de
la celebración eucarística, el arzobispo de Dhaka, el cardenal Patrick
D’Rozario, C.S.C., ha dirigido palabras de agradecimiento al Papa.
Francisco
también saludó a los obispos y los cardenales presentes en la ceremonia.
Ary Waldir Ramos Díaz
Fuente:
Aleteia