“Rezo por usted, sus
compañeros y Colombia”
Edwin
Restrepo Restrepo, un infante de marina colombiano, jamás lo olvidará. En las
últimas horas fue el protagonista de una emotiva carta de puño y letra del
mismísimo papa Francisco. ¿El motivo? Un gesto que al Papa le llegó al
corazón durante su visita a Colombia en el mes de septiembre.
En
esa oportunidad, en el aeropuerto de Catam, este soldado pudo abrazar al Papa y
durante ese momento tan especial decidió entregarle su “cubre cabeza” para que
se lo llevara como recuerdo.
Sin
embargo, lo que pudo haber resultado un obsequio más para el Papa, terminó
convirtiéndose en un verdadero símbolo que llegó a lo profundo de su corazón y
que motivó a escribir una carta que fue difundida recientemente a través del
obispo Castrense y director de la visita a Colombia, monseñor Fabio Sascún,
reproduce la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC).
“No
olvidé el gesto espontáneo que tuvo el pasado 10 de septiembre (…) me tocó el
corazón, y no entregué su gorra de soldado a mi asistente (…) sino quise
llevarla conmigo, como recuerdo y símbolo de entrega y amor a la Patria, y así
quedó registrado en la foto”, escribió el Papa.
“Esa
gorra de soldado me acompañó durante el viaje; con frecuencia pensaba en Usted
y en tantos compañeros suyos heridos por haber luchado en favor de su
pueblo. No pude desprenderme de ella y la puse (…) junto a la imagen de
la Virgen, sobre el altarcito que tengo en mi estudio y delante del cual rezo
con frecuencia. Así, cada vez que rezo allí, lo hago por Usted, por sus
compañeros caídos y heridos y por Colombia”, agregó.
Esta
carta fue leída ante los ojos de este soldado, quien quedó atónito y
emocionado. Él mismo comentó que en aquel emotivo encuentro le pidió al Papa
que rezara por los soldados y policías de Colombia.
“Hacer
la guerra no es fácil y hacer la paz es mucho más difícil. Estamos en un
proceso de reconciliación”, comentó este soldado que al mismo tiempo representa
a miles de víctimas de las minas antipersonales en Colombia.
Precisamente,
hace 13 años pisó uno de estos artefactos escondidos en la localidad de
Zambrano (Bolívar) durante un operativo y su vida cambió para siempre. En aquel
momento perdió algunos de sus miembros y su visión de forma paulatina. Sin
embargo, su coraje y valentía pudo más y lejos de la resignación tomó la
decisión de salir adelante. Continuó con sus estudios en Derecho, aprendió el
sistema Braile y hasta logró volver a caminar con la ayuda de una prótesis.
Y
hoy un nuevo motivo de alegría inunda su ser, pues quizás jamás imaginó que
aquel pequeño gesto tocara de una manera tan especial el corazón de Francisco.
Con
información de la CEC
Pablo
Cesio
Fuente:
Aleteia