18.12.17

LA EMOTIVA CARTA DEL PAPA A UN SOLDADO HERIDO POR UNA MINA ANTIPERSONAL

“Rezo por usted, sus compañeros y Colombia”

Edwin Restrepo Restrepo, un infante de marina colombiano, jamás lo olvidará. En las últimas horas fue el protagonista de una emotiva carta de puño y letra del mismísimo papa Francisco.  ¿El motivo? Un gesto que al Papa le llegó al corazón durante su visita a Colombia en el mes de septiembre.

En esa oportunidad, en el aeropuerto de Catam, este soldado pudo abrazar al Papa y durante ese momento tan especial decidió entregarle su “cubre cabeza” para que se lo llevara como recuerdo.

Sin embargo, lo que pudo haber resultado un obsequio más para el Papa, terminó convirtiéndose en un verdadero símbolo que llegó a lo profundo de su corazón y que motivó a escribir una carta que fue difundida recientemente a través del obispo Castrense y director de la visita a Colombia, monseñor Fabio Sascún, reproduce la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC). 

“No olvidé el gesto espontáneo que tuvo el pasado 10 de septiembre (…) me tocó el corazón, y no entregué su gorra de soldado a mi asistente (…) sino quise llevarla conmigo, como recuerdo y símbolo de entrega y amor a la Patria, y así quedó registrado en la foto”, escribió el Papa.

“Esa gorra de soldado me acompañó durante el viaje; con frecuencia pensaba en Usted y en tantos compañeros suyos heridos por haber luchado en favor de su pueblo.  No pude desprenderme de ella y la puse (…) junto a la imagen de la Virgen, sobre el altarcito que tengo en mi estudio y delante del cual rezo con frecuencia. Así, cada vez que rezo allí, lo hago por Usted, por sus compañeros caídos y heridos y por Colombia”, agregó.

Esta carta fue leída ante los ojos de este soldado, quien quedó atónito y emocionado. Él mismo comentó que en aquel emotivo encuentro le pidió al Papa que rezara por los soldados y policías de Colombia.

“Hacer la guerra no es fácil y hacer la paz es mucho más difícil. Estamos en un proceso de reconciliación”, comentó este soldado que al mismo tiempo representa a miles de víctimas de las minas antipersonales en Colombia.

 Precisamente, hace 13 años pisó uno de estos artefactos escondidos en la localidad de Zambrano (Bolívar) durante un operativo y su vida cambió para siempre. En aquel momento perdió algunos de sus miembros y su visión de forma paulatina. Sin embargo, su coraje y valentía pudo más y lejos de la resignación tomó la decisión de salir adelante. Continuó con sus estudios en Derecho, aprendió el sistema Braile y hasta logró volver a caminar con la ayuda de una prótesis.

Y hoy un nuevo motivo de alegría inunda su ser, pues quizás jamás imaginó que aquel pequeño gesto tocara de una manera tan especial el corazón de Francisco.

Con información de la CEC

Pablo Cesio


Fuente: Aleteia
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