El Mensaje del Papa
Francisco para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales: Periodismo de
paz y falsas noticias
El
hecho trascendental del mensaje del Papa “es la fuerte raíz bíblica ya
recordada en el título” (La verdad os hará libres» (Jn 8,32). Fake news y
periodismo de paz”) y en otras partes del texto”, declaró a Vatican News
monseñor Dario Edoardo Viganò, presidente de la Secretaria para la Comunicación
de la Santa Sede.
Viganò
comentó este miércoles 24 de enero, memoria litúrgica de San Francisco de
Sales, patrono de los periodistas, la publicación del mensaje del Papa
Francisco con motivo de la 52° Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales
que se celebrará el 13 de mayo de 2018, con el tema, La verdad os hará libres»
(Jn 8,32). Fake news y periodismo de paz”.
“El Papa
cita, por ejemplo, los episodios de Caín y Abel, el de la Torre de Babel y la
estrategia utilizada por la “serpiente astuta” mencionada en el Libro del
Génesis, que puede considerarse el autor de las primeras noticias falsas. Y es
sobre este sistema que el Santo Padre basa sus reflexiones y sus invitaciones
conclusivas: ser purificado de la verdad y promover un periodismo de paz”.
En
efecto, Francisco señala que la prevención y la identificación de los
mecanismos de la desinformación requieren también de un discernimiento
atento y profundo, que conduzcan a desenmascarar la conocida como “lógica de la
serpiente”, capaz de camuflarse en todas partes y morder: se trata de la
estrategia utilizada por la «serpiente astuta» y “que llevó a las trágicas
consecuencias del pecado, y que se concretizaron luego en el primer fratricidio
y en otras innumerables formas de mal contra Dios, el prójimo, la sociedad y la
creación”.
Asimismo,
hace hincapié en cómo la distorsión de la verdad “aparentemente leve” puede
tener efectos peligrosos con consecuencias trascendentales.
El
Sucesor de Pedro propone el antídoto más eficaz contra el virus de la falsedad:
dejarse purificar por la verdad; una verdad que entendida desde la visión
cristiana, no es solamente el sacar a la luz cosas oscuras, «desvelar la
realidad», como lleva a pensar el antiguo término griego que la designa, aletheia (de a-lethès, «no
escondido»), sino que la verdad “tiene que ver con la vida entera: es aquello
sobre lo que uno se puede apoyar para no caer”.
¿Que nos sugiere el Papa?
Asimismo,
el Obispo de Roma sugiere dos ingredientes que no pueden faltar para que
nuestras palabras y nuestros gestos sean verdaderos, auténticos, dignos de
confianza: la liberación de la falsedad y búsqueda de la relación, ya que la
verdad, por tanto, “no se alcanza realmente cuando se impone como algo
extrínseco e impersonal; en cambio, brota de relaciones libres entre las
personas, en la escucha recíproca”.
En
tiempos de postverdad, el mensaje del Papa Francisco viene a ser una ayuda no
sólo para los periodistas, sino para el público en general. El mensaje del Papa
también lamenta la corrupción que perpetúa y naturaliza el pecado de creerse
las propias mentiras y de hacer pasar la falsedad como una verdad. ‘Pecadores
si, corruptos no’.
En
su mensaje, el Obispo de Roma exhorta a los comunicadores a retornar a la
esencia de su profesión, y más aún, “misión” de “ser custodios de las noticias”
ya que hace falta un periodismo que “no queme las noticias, sino que busque
siempre la verdad y se ocupe de buscar soluciones alternativas a la escalada
del clamor y de la violencia verbal”.
Y
al público en general advierte: “Ninguna desinformación es inocua; por el
contrario, fiarse de lo que es falso produce consecuencias nefastas”.
A
continuación, los puntos claves del mensaje:
Egoísmo orgulloso detrás
del mal uso de comunicar
“En
el proyecto de Dios, la comunicación humana es una modalidad esencial para
vivir la comunión”, escribe Francisco, señalando que el ser humano, imagen y
semejanza del Creador, es capaz de expresar y compartir la verdad, el bien, la
belleza; “capaz de contar su propia experiencia y describir el mundo,
construyendo así la memoria y la comprensión de los acontecimientos”.
No
obstante, el Pontífice advierte sobre cómo el propio egoísmo orgulloso del ser
humano puede hacer un mal uso de la facultad de comunicar, como lo reflejan
desde el principio los episodios bíblicos de Caín y Abel, y de la Torre de
Babel.
Citando
estos ejemplos, el Papa explica que la alteración de la verdad es el síntoma
típico de tal distorsión, tanto en el plano individual como en el colectivo y
que por el contrario, “en la fidelidad a la lógica de Dios, la comunicación se
convierte en lugar para expresar la propia responsabilidad en la búsqueda de la
verdad y en la construcción del bien”.
Prevenir las falsas
noticias
El
Papa reflexiona sobre el fenómeno de las noticias falsas, las llamadas fake
news. De este modo, expresa su deseo de “ofrecer con este mensaje una
aportación al esfuerzo común para prevenir la difusión de las noticias falsas,
y para redescubrir el valor de la profesión periodística y la responsabilidad
personal de cada uno en la comunicación de la verdad”.
Influenciar decisiones
Lamentó
la desinformación difundida en Internet o en los medios de
comunicación tradicionales, basada en datos inexistentes o distorsionados, que
tienen como finalidad engañar o incluso manipular al lector para alcanzar
determinados objetivos, influenciar las decisiones políticas u obtener
ganancias económicas.
El
Pontífice explica que la eficacia de las Fake news, se debe, en primer
lugar, “a su naturaleza mimética, es decir, a su capacidad de aparecer
como plausibles” y en segundo lugar, a que son verosímiles y capciosas, en el
sentido de que “son hábiles para capturar la atención de los destinatarios
poniendo el acento en estereotipos y prejuicios extendidos dentro de un tejido
social, y apoyándose en emociones fáciles de suscitar, como el ansia, el
desprecio, la rabia y la frustración”.
Uso manipulador de las
redes sociales
Las
falsas noticias cuentan con un potente elemento detonador: el uso manipulador
de las redes sociales y de las lógicas que garantizan su funcionamiento. De
modo que los contenidos, a pesar de carecer de fundamento, obtienen una
visibilidad tal que incluso los desmentidos oficiales difícilmente consiguen
contener los daños que producen.
Por
ello, el Santo Padre advierte a los comunicadores, que la dificultad para
desenmascarar y erradicar las fake news, se debe asimismo, al hecho
de que las personas a menudo interactúan dentro de ambientes digitales
homogéneos e impermeables a perspectivas y opiniones divergentes.
Lógica de la
desinformación
“El
resultado de esta lógica de la desinformación es que, en lugar de
realizar una sana comparación con otras fuentes de información, lo que podría
poner en discusión positivamente los prejuicios y abrir un diálogo
constructivo, se corre el riesgo de convertirse en actores involuntarios de la
difusión de opiniones sectarias e infundadas”, escribe Francisco identificando
que el drama de la desinformación es el desacreditar al otro, el presentarlo
como enemigo, hasta llegar a la denominación que favorece los conflictos.
Difícil labor la de
desvelar las falsas noticias
El
Papa pone en guardia sobre la dificultad que surge al querer identificar a las
“fake news”, y de cómo nadie puede eximirse de la responsabilidad de hacer
frente a estas falsedades. No es tarea fácil, añade Francisco, “porque la
desinformación se basa frecuentemente en discursos heterogéneos,
intencionadamente evasivos y sutilmente engañosos, y se sirve a veces de
mecanismos refinados”.
Antídoto
El
Papa concluye aseverando que el mejor antídoto contra las falsedades no son las
estrategias, sino las personas, personas que, libres de la codicia, están
dispuestas a escuchar, y permiten que la verdad emerja a través de la fatiga de
un diálogo sincero; personas que, atraídas por el bien, se responsabilizan en
el uso del lenguaje.
De
igual manera, el Pontífice recuerda que la figura del periodista debe ser
siempre responsable, evitando expandir la desinformación y respetando siempre
la esencia de su oficio: ser “custio de las noticias”…informar, ya que en el
mundo contemporáneo, el comunicador no realiza sólo un trabajo, sino una
verdadera y propia misión: “tiene la tarea, en el frenesí de las noticias y en
el torbellino de las primicias, de recordar que en el centro de la noticia no
está la velocidad en darla y el impacto sobre las cifras de audiencia, sino las
personas.
“Informar
es formar, es involucrarse en la vida de las personas”, afirma el Papa,
resaltando la importancia de que la verificación de las fuentes y la custodia
de la comunicación, “son los verdaderos y propios procesos de desarrollo del
bien que generan confianza y abren caminos de comunión y de paz”.
Aleteia
Team