Caviezel también señaló
que “cuando estuve arriba en la cruz comprendí que su sufrimiento fue nuestra
redención
Jim
Caviezel, el actor que protagonizó la película La Pasión de Cristo, afirmó que
en estos tiempos se necesita católicos guerreros y arriesgados para llevar al
mundo la fe.
Así
lo indicó el 3 de enero, en un evento organizado por FOCUS, que
reúne a jóvenes universitarios católicos en Chicago, Estados Unidos.
A
los cerca de 8 mil estudiantes reunidos en Chicago, Caviezel dijo que “algunos
de nosotros ahora, ustedes los conocen, abrazan un falso cristianismo, donde
todo es felicidad”, cuando en realidad “hay mucho dolor y sufrimiento antes de
la resurrección”.
“Su
camino –continuó– no será diferente. Así que abracen su cruz y corran hacia su
meta. Quiero que salgan a este mundo pagano y tengan el coraje de expresar
allí, sin vergüenza, su fe en público”.
El
protagonista de La Pasión de Cristo subrayó que “el mundo necesita
guerreros orgullosos, animados por su fe. Guerreros como San Pablo o San Lucas,
que arriesgaron sus nombres, sus reputaciones, para llevar al mundo su fe y su
amor a Jesús”.
“Dios
está llamando a cada uno de nosotros –a cada uno de ustedes– a hacer cosas
grandes. Pero primero tienen que hacer el compromiso de rezar, ayudar, meditar
las Sagradas Escrituras y tomar seriamente los santos sacramentos”.
El
actor dijo además que desea que los jóvenes sean libres, “que se puedan liberar
de sus debilidades y libres de la esclavitud del pecado. Esa es la
libertad por la que vale la pena morir”.
“Cada
uno de nosotros debe cargar su propia cruz. Ese es el precio de nuestra
libertad”, aseguró.
Caviezel
compartió con los jóvenes que sintió el deseo de ser actor a los 19 años:
“Tenía una convicción, tenía un llamado”.
Tras
recordar que uno de sus primeros papeles principales fue el de Edmond Dantes en
el Conde de Montecristo, un hombre que es injustamente encarcelado, el actor
resaltó que “Dios nos ama a cada uno personalmente. Está allí para
nosotros, también en momentos de desesperanza”.
Poco
después, prosiguió, “me llamó Mel Gibson, que quería que hiciera el rol de
Jesucristo, a los 33 años. ¿Era una coincidencia? No lo creo, ¿Tu vida es una
coincidencia, no lo creo?”
Luego
narró que el papel del Señor Jesús le significó sufrimiento físico concreto: se
dislocó el hombro en la cruz, le cayó un rayo cuando estaba en ella, y debió
ser operado del corazón luego de cinco meses de sufrir de hipotermia. Todo
esto, comentó, lo consideró “una penitencia” personal.
Caviezel
también señaló que “cuando estuve arriba en la cruz comprendí que su
sufrimiento fue nuestra redención. Recuerden que ningún siervo es más grande
que el maestro”.
En
estos tiempos, resaltó el actor, “alguno de ustedes puede sentirse miserable
ahora, confundido, incierto sobre el futuro. Este no es momento para retroceder
ni para rendirse”.
Finalmente,
Jim Caviezel subrayó que “para llegar a Dios tenemos que vivir con el Espíritu
Santo como su escudo y Cristo como su espada. ¡Que así puedan unirse a San
Miguel y todos los ángeles para mandar a Lucifer y su horda directamente al
infierno al que pertenecen!”
Fuente:
ACI Prensa