El Pontífice sin avisar
pone en acto su "viernes de la misericordia", la cita con los más
frágiles, que fue inaugurada durante el pasado Jubileo
Ayer
tarde (16.00 h. local), viernes 2 de marzo de 2018, el papa Francisco salió sin
avisar para visitar ‘Casa di Leda’, una residencia que acoge a mujeres presas
junto con sus hijos menores, ubicada en el barrio Eur de Roma, en el marco del
llamado ‘viernes de la misericordia’, informó la Sala de Prensa de la Santa
Sede.
El
Papa intercambió algunas palabras con las madres; jugó con los niños,
ofreciéndoles un regalo dentro de grandes huevos de Pascua. Además, compartió
un refrigerio con ellos.
“Santidad,
querido Padre, somos los invisibles. Somos algunas de las miles de niñas y
niños de padres encarcelados en prisiones italianas que vivimos con ellos en la
cárcel o vamos a visitarlos (…)”, así le presentaron al Papa la situación de
las cinco madres que viven en la casa.
El
Jefe de la estructura, el Dr. Lillo Di Mauro contó como funciona el proyecto y
el lado más humano del mismo. “Para defender la dignidad de nuestros padres
detenidos, nos cuentan mentiras haciéndonos creer que ingresemos a un internado
o a un lugar de trabajo”.
“Somos
– continuó – registrados, violados en nuestra intimidad por las manos de
adultos desconocidos, que se llevan los juguetes de peluche, los pobres
juguetes que son nuestros amigos para abrirlos, controlarlos, a veces incluso
quitándonos la ropa interior para estar seguros que nuestras madres no estén
escondiendo las drogas”.
“Somos
flores frágiles – agregó di Mauro – en el desierto de la burocracia y las
medidas de seguridad, ante la indiferencia de los adultos”.
La
Casa di Leda, es administrada por la cooperativa social Cecilia Onlus desde
marzo de 2017 y alberga a madres detenidas por delitos menores a los que se
reconoce la capacidad parental y que luego pueden continuar el período de
detención con sus hijos dentro de esta institución familiar.
El
Papa ha querido tener un gesto simbólico de acompañamiento a los niños que
tienen su mamá en la cárcel. 4500 los menores en esta situación en Italia y
9000 más con un papá preso, según las estadísticas oficiales.
Francisco
fue recibido con gran asombro por las madres, sus hijos y el personal que en
ese momento estaba haciendo su servicio en la instalación.
“Las
madres querían dejarle al Papa un pequeño obsequio producido por las
actividades simples y diversas que llevan a cabo dentro de la casa, mientras
les contaban acerca de la oportunidad que se les ha dado de criar a sus hijos,
a pesar de las muchas dificultades”.
“La
permanencia en esta estructura, de hecho, permite a las madres acompañar y
llevar a los niños de regreso a la escuela, y llevar a cabo actividades útiles
para aprender un trabajo, en vista de una futura reintegración en el mundo del
trabajo y la sociedad”.
La
residencia confiscada al crimen organizado ahora alberga el hogar que proteger
a las mujeres y sus pequeños hijos. Se trata de la primera estructura de este
tipo en Italia.
El
Pontífice estuvo acompañado por monseñor Rino Fisichella, Presidente del
Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización. Así, después de dejar algunos
obsequios a las jóvenes madres, incluido un pergamino firmado, en recuerdo de
su visita, a las 17.00 horas, salió de la casa y regresó a Santa Marta, en el
Vaticano.
Ary Waldir Ramos Díaz
Fuente:
Aleteia