¿Era un anciano viudo o un
joven fornido?
No
oímos hablar mucho de san José en la Biblia. Se le describe simplemente como el
“marido de María”, un “carpintero” y un “hombre justo” en los relatos
evangélicos. Tampoco se mencionan nunca su edad o su muerte.
Sin
embargo, varias tradiciones ayudan a arrojar algo de luz sobre la cuestión y a
ofrecer posibles escenarios que estudiar.
Una
tradición muy común en la Iglesia ortodoxa es que José era un anciano cuando se
casó con la Virgen María. Antes de que María y él compartieran hogar, la esposa
anterior de José (con la que había tenido varios hijos) falleció. Esto ha hecho
que algunos aseguren que esos hijos eran los “hermanos” de Jesús que se
mencionan en los Evangelios.
Un
texto del siglo VI llamado Historia de José el carpintero está en el
centro de esta tradición y sostiene que José era un anciano, pero de vigor
juvenil.
Y
el viejo llegó a la extrema ancianidad. Mas su cuerpo no se debilitó, su vista
no se alteró, sus dientes no se pudrieron, su razón no se conturbó lo más
mínimo. Era como un joven vigoroso, y sus miembros estaban libres de
enfermedad. Y el total de su edad fue de ciento once años.
Por
otro lado, muchos estudiosos de la Biblia e historiadores creen que José era un
hombre joven, posiblemente incluso un adolescente. El International Marian
Research Institute manifiesta: “creemos que María y José estaban en la
adolescencia cuando nació Jesús, en torno a los dieciséis y dieciocho años
respectivamente. Esto era lo acostumbrado para los recién casados judíos de la
época”.
El
venerable Fulton Sheen comparte una impresión similar en su obra El primer
amor del mundo: “A mi parecer, por tanto, San José debió ser, al casarse con la
Virgen, un hombre joven, fuerte, viril, atlético, bien parecido y casto; un
prototipo del hombre que puede verse hoy en (…) en el taller de un carpintero.
(…) No en el ocaso de la vida, sino en el amanecer, derrochando energía, fuerza
y pasión”.
Esta
teoría tiene en cuenta los largos viajes que realizó la Sagrada Familia en la
época del nacimiento de Jesús. El primer viaje de Nazaret a Belén y el segundo
cuando huyeron a Egipto. Es difícil imaginar a un José anciano cuidando de
María y Jesús en su travesía hacia un país extranjero.
Independientemente
de cuál sea la verdad, José fue un “hombre justo” que hizo todo lo posible por
proteger y mantener a María y Jesús. Cuidó de ellos con un corazón cariñoso y
los amó a ambos con un amor profundo y perenne.
Philip
Kosloski
Fuente:
Aleteia