Anécdota del Libro ‘De Profesión Exorcista’, el
testimonio del discípulo de padre Gabriel Amorth
(Derivate) M.Mazur-thepapalvisit.org.uk Juan Carlos Monge-(CC BY-NC-SA 2.0) |
El primer caso de auténtica posesión no se
olvida nunca, palabra del sacerdote mexicano que fue discípulo de padre Gabriel
Amorth durante cuatro años. Charles, un noble francés, comenzó a sentirse mal
después de un retiro espiritual en Dijon, en la Borgoña. Entraba en trance
inexplicablemente. Y nada, ni nadie lograba liberarlo.
En el libro en italiano ‘De
Profesión exorcista’ (‘Professione Esorcista’) de padre Cesare Truqui con la
periodista vaticanista, Chiara Santomiero ed. Piemme 2018, explican
cómo el exorcista establece un coloquio con la presunta víctima del maligno y
una vez comprobado el caso, excluyendo que sea un problema psiquiátrico o
médico, obliga al demonio a revelarse a través de oración y preguntas.
Así fue en el caso de Charles,
alto: un metro y noventa, casado felizmente con un hijo y a quien Benedicto XVI
liberó del demonio sólo con el poder de la oración. La voz que salía del cuerpo
del poseído se identificó: “Soy el príncipe del mundo” e
insistía soberbio y altanero ante el experimentado exorcista Francesco Bamonte:
“¡Tú no puedes conmigo!”. – “¿Quien, entonces?”- “- El Papa o un obispo-”,
respondió la voz infernal.
Charles era un hombre normal, de
éxito, de familia rica y de sangre azul. En la mañana del retiro espiritual
asaltó con una fuerza descomunal a un compañero que se le acercó preocupado por
su reacción a la oración. Interminables encuentros con psiquiatras,
especialistas, sacerdotes. Nadie explicaba la situación y era desesperante para
él y su familia.
Padre Bamonte siente que está
perdiendo la pelea espiritual con Satanás, el ángel caído, en el campo de
batalla que es el cuerpo martirizado de Charles, entonces consulta a padre
Gabriel Amorth que le invita a no dejarse engañar y amedrentar. Satanás
insiste que sólo el Papa le puede sacar de allí.
Charles empeora. Así,
le aconsejan de escribir directamente al papa Benedicto XVI. La carta llega por
medio de un sacerdote de confianza a través de la Secretaría de Estado. La
respuesta llega una semana después firmada por el secretario del papa Ratzinger
en la que prometía rezar por el poseído.
Benedicto
XVI ofreció intenciones en las misas sucesivas para liberar al hombre. Truqui
narra que tres meses después recibió una llamada de Padre Bamonte: “¡Padre, no
me va creer, pero pienso que Charles ha sido liberado!”. Durante el último exorcismo, Charles dio
un grito liberatorio y se alzó feliz.
La única explicación – sostiene
Truqui – es la potente oración del Papa, la cual arrodilló a Satanás después de
que los padres de Charles – quien no lo sabía – habían hecho un pacto
diabólico y lo ofrecieron a él siendo niño como tributo a cambio de poder y
dinero, junto a su hermano gemelo abortado.
Truqui también hoy profesor del
curso anual de exorcismo y oración de liberación organizado por el Pontificio
Ateneo Regina Apostolorum en Roma (XIII edición, 16 al 21 de abril 2018), narra
que no tuvo miedo en esa primera visión de una posesión, sino que fue
iluminante reconocer la verdad del mal descrito en el Evangelio.
Otro episodio similar y que involucra
a Benedicto XVI, ocurrido en mayo de 2009, fue contado por el mismo padre
Gabriel Amorth en el libro “L’ultimo exorcista”.
En esa versión, el
Papa alemán, que cumplirá en abril 91 años, ayudó a curar a dos jóvenes
poseídos, Marco y Giovanni, quienes fueron llevados en la Plaza
de San Pedro porque parecían no mejorar con las oraciones y el rito. Ellos en
la audiencia general de ese miércoles en el momento que se acercaba el
papamóvil comienzan a convulsionar y mirar extrañamente.
Antes, una de las dos asistentes
de padre Amorth que acompañaban a los jóvenes, le pregunta a Giovanni qué como
estaba. “Yo no soy Giovanni”, mustió una voz ronca. La chica no responde. “Sabe
que con el diablo sólo un exorcista puede hablar”, afirma Amorth.
El Papa desciende del jeep y
saluda a la multitud. Los jóvenes poseídos temblaban, babeaban.
Una de las mujeres grita: “¡Santidad, Santidad, estamos aquí!”. El Papa se
vuelve hacia ellas, observa desde la distancia, no se turba, alza su brazo y
les bendice. Los dos poseídos sienten un sacudón y fueron
arrojados tres metros más lejos, sostiene Amorth. Los jóvenes comienzan a
llorar. Cuando se aleja el Papa ambos vuelven en sí.
Por otro lado, Truqui cuenta en
el libro escrito con Santomiero que el demonio le teme a Jesús y a la Virgen
María, en especial a la madre de Cristo, pero que Lucifer en la tierra lucha
contra la Iglesia de Cristo.
De hecho, según las revelaciones
de los demonios durante el rito, los obispos son los únicos a enviar a los
sacerdotes exorcistas a que cumplan ese ministerio especial, a pesar de que por
mucho tiempo esta práctica liberatoria ha sido desacreditada por la ciencia e
incluso por algunas iglesias que la consideran supersticiosa cuanto anacrónica
y esto conlleva a la falta de presbíteros preparados en algunas diócesis de la
región del norte de Europa y en otras más en el mundo.
En este sentido, cabe recordar –
según los expertos – que la posesión demoniaca ocurre rara vez. Sante Babolin
otro reconocido exorcista constata que en los miles de casos atendidos en la
diócesis de Padua, Italia, sólo pocos muy pocos son verdaderas posesiones.
Ary Waldir Ramos Díaz
Fuente:
Aleteia