Algunas ideas del director del periódico vaticano
para medios de comunicación de la Iglesia
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Para los medios de comunicación de la
Iglesia es “indispensable” una prensa “tradicional” -en el mejor sentido de la
palabra- es decir que debe existir en el formato papel, sin descuidar los
formatos digitales, porque “esto significa una posibilidad crítica de ver la
actualidad”, dijo el director de L’Osservatore Romano, Giovanni
Maria Vian, en el curso de una mesa redonda sobre los medios de comunicación
católicos, celebrada en Barcelona.
Participaron en esta mesa
redonda, además del director del diario del Vaticano, el secretario general y
portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José María Gil Tamayo, y
el director del semanario Catalunya Cristiana, Jaume
Aymar, con motivo de celebrarse el número 2.000 de esta publicación.
La fecha coincide además con un
cambio de esta publicación, que ha pasado de formato periódico a formato
revista, con mayor número de artículos de pensamiento. Presentó el acto, Miriam
Díez Bosch, directora del Observatorio Blanquerna de comunicación, religión y
cultura.
Para el director de L’Osservatore
Romano, la prensa viene a ser “un antídoto” a esta
comunicación digital que a veces engaña.
Por ejemplo, en España se lee
más el diario del Vaticano en papel que en formato digital. No se ha perdido el
papel. Es más, añadió, la prensa digital para tener
influencia en la sociedad “debe tener una base en papel” como
demuestran aquellos que cerraron el papel y publicaron solo en digital. Newsweek,
por ejemplo, volvió al papel.
En cuanto a los contenidos de
los medios de la Iglesia, el profesor Vian y José María Gil Tamayo coincidieron
en que la comunicación de la Iglesia ha de ser profesional, ha de entrar
en la comunicación global como cualquier otra materia, ha de interesar a la
gente y además el relato, aun siendo respetuoso con la institución, no puede
falsear u omitir lo que pasa, la realidad.
“Hay que poner la información de la Iglesia
en el menú diario de la información global”, y los
medios de la Iglesia deben ser “medios de comunión” y no “medios de división”.
Es más, Vian dijo que, en el
buen sentido de la palabra, la prensa católica ha de ser “laica” y en
cierto sentido incluso “anticlerical” como lo entiende el papa Francisco.
Gil Tamayo señaló que la
información religiosa debe estar “en todos los soportes” (digital, vídeo,
papel, radio…), y los medios de la Iglesia deben ser evangelizadores “y si no
lo son, mejor que no existan”.
Además, dijo, deben estar por
encima y al margen de los partidos políticos y de los personalismos. No
pueden ser una prensa de partido o personalista.
Vian señaló que los grandes medios tienen detrás el poder
económico, el financiero y el político que los alimenta. En
cambio, la Iglesia, a pesar de lo que se diga, no tiene detrás más que su
mensaje y ella misma.
Gil
Tamayo lamentó que existe hoy una excesiva politización de los hechos: cualquier cosa que pasa es reducida a la
política.
La vida ciudadana hay que comunicarla,
dijo Gil
Tamayo, en lo que es, y los medios de la Iglesia deben poner el
acento en lo “social”, que por eso se les llama “medios de comunicación
social”, pues si no, nos movemos en el terreno del espectáculo. “Si
olvidamos lo social —dijo— estaremos en el mercadeo, en el politiqueo y en el
espectáculo”.
El profesor Vian dijo
que las redes sociales están siendo utilizadas por poderes económicos muy
grandes, porque son un gran negocio. Esto hay que saberlo. Hoy día, añadió,
saber comunicar es muy difícil y complejo, pues existe mucha manipulación.
Citó el caso de un obispo que se
fue a New York y al llegar un periodista le preguntó si conocía night
clubs en
esta capital y el obispo se salió con una pregunta: “Pero
cómo, ¿hay night clubs en New York?”. La prensa dijo:
“Llega un obispo de Roma y pregunta por los night clubs en New York”.
Jaume Aymar, por su parte,
anunció que la revista que dirige publicará en lengua catalana y castellana el
mensual de L’Osservatore Romano, “Donna, Chiesa e Mondo” y además
publicará contenidos del diario del Vaticano, según un acuerdo que ha hecho con
el diario.
Miriam Díez Bosch, al presentar
el acto afirmó que Catalunya Cristiana es una
cabecera que explica con estas dos palabras su vocación, su voluntad de ser “en
tiempos de secularización nuestra su voluntad de ser, de ser cristianos y de
ser catalanes”.
Salvador Aragonés
Fuente:
Aleteia