5 pistas del papa
Francisco recogidas en un libro
Desde
que el papa Francisco comenzara su pontificado en 2013, ha puesto especial
énfasis en varias cuestiones, que no es que no se trataran antes en la Iglesia,
más al contrario, sino que, sencillamente, pasaron más desapercibidas.
Pues
bien, una de estas cuestiones es, sin duda, la de la edad. En la JMJ de Brasil
el Papa puso especial énfasis en cuidar de los niños y de los ancianos, en
estos porque son la memoria de la sociedad, y en aquellos porque son, ni
más ni menos, que el futuro de la misma.
Pues
bien, ¿qué momento más importante en la infancia que el de la Primera Comunión? Como
festividad que es -pues la Iglesia siempre nos invita a celebrar todos los
momentos en los que damos un paso importante en nuestra vida de fe-, queremos
organizar muchas cosas y pasarlo en grande.
El
problema surge cuando, sin darnos cuenta, desordenamos el orden de los
factores, que en este caso sí altera el producto, y damos más importancia a la
fiesta y al postín que a abrir nuestro corazón a Cristo.
Para
ello el papa Francisco, siempre preocupado por todas y cada una de las ovejas
que le han sido encomendadas, ofrece una serie de consejos a los niños
para evitar cualquier distracción innecesaria y que sean conscientes del gran
regalo que están cercanos a recibir: nada más y nada menos que el regalo del
Cuerpo de Cristo, la Vida Eterna.
En
el libro El Papa Francisco y la Primera Comunión (Palabra, 2016)
encontramos una excelente síntesis de consejos dados por el papa Francisco
sobre los sacramentos en general, y sobre la Eucaristía en particular, que
ayudarán tanto a mayores como a pequeños a ser conscientes de la importancia
que entraña la preparación espiritual ante el recibimiento del
sacramento más que todos los elementos accesorios.
Así, encontramos 5 pasos
o cuestiones en que profundizar:
1. Nos encontramos a
Jesús en la Comunión.
En este primer paso, el papa profundiza en el misterio del encuentro con Jesús
en la Eucaristía, donde ha querido quedarse por amor a cada uno de nosotros,
convirtiéndose en nuestra fuente de agua viva diaria, único lugar en el que
podemos tomar fuerzas y descansar.
2. El poder de los
sacramentos y de la luz de Cristo. En este paso, Francisco hace hincapié en la
grandeza del Bautismo como puerta a todo lo más grande, entre esto a todos los
demás sacramentos, y que enciende en nosotros una luz que no se apaga jamás.
3. La confesión, el
encuentro con Cristo que nos ama. Aquí el Papa nos recuerda la inmensa
alegría del católico: la confesión. El sabernos perdonados constantemente,
mediante la gracia y misericordia de Dios sin medida, quien, además, nos quiere
tal y como somos, también con nuestras pobrezas.
4. La Iglesia es como
una madre. En
este caso se recoge una preciosa catequesis dada por el Papa en una audiencia
de 2013 sobre la función maternal de la Iglesia en nuestras vidas, que nos
acompaña constantemente, nos trata con paciencia y misericordia y nos llama
cada vez que nos equivocamos.
5. Mensajes para andar
el camino. En
estas últimas páginas se recogen algunas de las palabras de ánimo y confianza a
los jóvenes del Papa más bellas de su pontificado, como “¡Apostad por ideales
grandes!” o “¡Atreveos a ir contracorriente!”, sin duda un broche de oro para
concienciar los niños de que comienzan a seguir un camino de valientes.
Sería
una verdadera pena que ante un acontecimiento tan importante en la vida de los
niños, como es la plena participación en la vida de la Iglesia mediante la
Comunión, quienes tengamos la responsabilidad de guiarlos demos importancia a
elementos vacíos y accesorios que no son de Cristo. Para ello, este genial
libro puede ayudarnos a centrarnos en lo importante y concienciarlos a ellos.
Ediciones Palabra
Fuente: Aleteia
5 pistas del papa
Francisco recogidas en un libro
Desde
que el papa Francisco comenzara su pontificado en 2013, ha puesto especial
énfasis en varias cuestiones, que no es que no se trataran antes en la Iglesia,
más al contrario, sino que, sencillamente, pasaron más desapercibidas.
Pues
bien, una de estas cuestiones es, sin duda, la de la edad. En la JMJ de Brasil
el Papa puso especial énfasis en cuidar de los niños y de los ancianos, en
estos porque son la memoria de la sociedad, y en aquellos porque son, ni
más ni menos, que el futuro de la misma.
Pues
bien, ¿qué momento más importante en la infancia que el de la Primera Comunión? Como
festividad que es -pues la Iglesia siempre nos invita a celebrar todos los
momentos en los que damos un paso importante en nuestra vida de fe-, queremos
organizar muchas cosas y pasarlo en grande.
El
problema surge cuando, sin darnos cuenta, desordenamos el orden de los
factores, que en este caso sí altera el producto, y damos más importancia a la
fiesta y al postín que a abrir nuestro corazón a Cristo.
Para
ello el papa Francisco, siempre preocupado por todas y cada una de las ovejas
que le han sido encomendadas, ofrece una serie de consejos a los niños
para evitar cualquier distracción innecesaria y que sean conscientes del gran
regalo que están cercanos a recibir: nada más y nada menos que el regalo del
Cuerpo de Cristo, la Vida Eterna.
En
el libro El Papa Francisco y la Primera Comunión (Palabra, 2016)
encontramos una excelente síntesis de consejos dados por el papa Francisco
sobre los sacramentos en general, y sobre la Eucaristía en particular, que
ayudarán tanto a mayores como a pequeños a ser conscientes de la importancia
que entraña la preparación espiritual ante el recibimiento del
sacramento más que todos los elementos accesorios.
Así, encontramos 5 pasos
o cuestiones en que profundizar:
1. Nos encontramos a
Jesús en la Comunión.
En este primer paso, el papa profundiza en el misterio del encuentro con Jesús
en la Eucaristía, donde ha querido quedarse por amor a cada uno de nosotros,
convirtiéndose en nuestra fuente de agua viva diaria, único lugar en el que
podemos tomar fuerzas y descansar.
2. El poder de los
sacramentos y de la luz de Cristo. En este paso, Francisco hace hincapié en la
grandeza del Bautismo como puerta a todo lo más grande, entre esto a todos los
demás sacramentos, y que enciende en nosotros una luz que no se apaga jamás.
3. La confesión, el
encuentro con Cristo que nos ama. Aquí el Papa nos recuerda la inmensa
alegría del católico: la confesión. El sabernos perdonados constantemente,
mediante la gracia y misericordia de Dios sin medida, quien, además, nos quiere
tal y como somos, también con nuestras pobrezas.
4. La Iglesia es como
una madre. En
este caso se recoge una preciosa catequesis dada por el Papa en una audiencia
de 2013 sobre la función maternal de la Iglesia en nuestras vidas, que nos
acompaña constantemente, nos trata con paciencia y misericordia y nos llama
cada vez que nos equivocamos.
5. Mensajes para andar
el camino. En
estas últimas páginas se recogen algunas de las palabras de ánimo y confianza a
los jóvenes del Papa más bellas de su pontificado, como “¡Apostad por ideales
grandes!” o “¡Atreveos a ir contracorriente!”, sin duda un broche de oro para
concienciar los niños de que comienzan a seguir un camino de valientes.
Sería
una verdadera pena que ante un acontecimiento tan importante en la vida de los
niños, como es la plena participación en la vida de la Iglesia mediante la
Comunión, quienes tengamos la responsabilidad de guiarlos demos importancia a
elementos vacíos y accesorios que no son de Cristo. Para ello, este genial
libro puede ayudarnos a centrarnos en lo importante y concienciarlos a ellos.
Ediciones Palabra
Fuente: Aleteia