No.
El Corán difiere del relato bíblico en estos puntos y niega tanto la
crucifixión como la resurrección de Cristo. Sin embargo, el Corán sí que relata
el modo en que terminó su vida entre los hombres y cuál fue su destino final
¿Quieres saberlo?
Para
los musulmanes, los pasos finales de Jesús (Isa) entre los hombres sucedieron
de modo diferente con solo dos puntos de conexión con los
cristianos: el carácter sobrenatural que envuelve su muerte y su regreso el día
de la Resurrección.
Sin
embargo, la Cruz, que para los cristianos es el símbolo del Amor más
grande de Dios por los hombres, para los musulmanes es un escándalo inaceptable.
Para
comprender este punto de un modo adecuado recordemos cómo concibe el islam la
figura de Jesús. Es el más grande y santo de los profetas, pero no es hijo
encarnado de Dios.
Es siervo, espíritu, palabra y señal de Dios. Pero no es Dios mismo. Su vida
fue excepcional y por tanto su muerte también aparece envuelta en este halo de
sobrenaturalidad. Cristo no fue muerto y crucificado “pero a ellos se lo
pareció”.
Dios
no pudo haber sometido a Jesús al escándalo inaceptable de la muerte en cruz.
Más bien, lo exaltó elevándolo al cielo antes de la crucifixión. En la Sura 4
del Corán, existen versículos dedicados a la gente de la Escritura, los judíos.
Una
de las recriminaciones fundamentales que el Corán les achaca respecto a Jesús
es precisamente éste: proclamar que han dado muerte “al Ungido, Jesús, hijo de
María, el enviado de Dios”. A lo cual el texto coránico afirma: “siendo así que
no le mataron ni le crucificaron, sino que les pareció así. Los que discrepan
de Él, dudan de Él. No tienen conocimiento de Él, no siguen más que conjeturas.
Pero ciertamente, no lo mataron” (Qur. 4, 157).
La
creencia de que no es Jesús quien padeció muerte de Cruz no resulta
genuinamente islámica. En algunos textos apócrifos y gnósticos se afirma la
muerte de un “sustituto”. Incluso hay quienes especifican que Jesús no tuvo
cuerpo físico, sino aparente, fantasmal y que todos sus actos, incluido el
sufrimiento de la cruz, no tuvieron efectos reales (es el caso del docetismo,
corriente aparecida sobre el siglo I DC).
Sin
embargo, el Corán no apoya tales afirmaciones. Para el islam tradicional, los
judíos intentaron matar a Jesús, pero no lo consiguieron. Para la secta moderna
Ahmadí en cambio, Jesús fue crucificado, pero sobrevivió y predicó hasta los
120 años en que murió y fue enterrado en Srinagar (Cachemira).
Tal
era la consideración de Dios hacia Jesús, que en vida “Dios lo elevó a Sí” (Qur.
4, 158; 3, 55-57; 5, 117). Por tanto, Jesús está en el cielo en cuerpo y alma,
desde donde volverá antes del fin del mundo como “signo de la Hora” (Qur. 43,
61).
María Ángeles Corpas
Fuente:
Aleteia