Francisco habla de esas
personas supuestamente astutas que a pesar de sus comportamientos parecen salir
siempre airosas de cada situación
Antoine Mekary | Aleteia |
El
papa Francisco habló del bautismo como fuente de vida nueva durante la
tradicional audiencia general de este miércoles 2 de mayo de 2018 en la Plaza
de San Pedro. “No se puede seguir a Cristo con condiciones, sino que hay
que despojarse de todo lo malo para empezar la vida nueva en Cristo”.
Mientras
Dios une, el diablo divide para afectar a las personas, las comunidades y
los pueblos, insistió. “En la medida en que digo ‘no’ a las sugerencias del
diablo, el que divide, puedo decir ‘sí’ a Dios que me llama a conformarme a Él
en pensamientos y en obras”.
Mirando
hacia al público presente, el pontífice latinoamericano reflexionó sobre esas
personas que a pesar de sus malos comportamientos parecerían salirse siempre
con la suya.
“No
se sabe bien el perfil que tienen, y siempre logran que les vaya bien”. Hasta
el punto de que la gente dice: ‘¡Aquel está bien con Dios y está bien con el
diablo!’ ¿Es verdad que decimos esto?”, cuestionó. “¡Y no, esto no puede ser, o
estás bien con Dios, o estás bien con el diablo!”, añadió enfático.
“Por
eso, la renuncia y el acto de fe van de la mano… Es necesario quemar los
puentes, darles la espalda, para tomar el nuevo camino que es Cristo”, sostuvo.
La renuncia al pecado
‘Yo
renuncio’ y ‘yo creo’, son las expresiones bases del bautismo, dijo el Papa en
el contexto de su catequesis sobre los ritos del sacramento que se realizan
junto a la fuente bautismal, que son: la bendición del agua y la renuncia al
pecado y la profesión de fe.
De
ahí, “la respuesta a las preguntas -“¿Renuncias a Satanás, a todas sus obras y
a todas sus seducciones?”- se realiza en primera persona del singular:
‘Renuncio’. Y de la misma manera se profesa la fe de la Iglesia, diciendo: ‘Yo
creo’.”
“Esto
indica -continuó- que es una elección personal y responsable, que debe ser
traducida en gestos concretos de confianza en Dios”.
Acto
que “no se reduce solo al momento del bautismo, sino que deberá acompañar todo
el crecimiento y maduración de la vida cristiana”, expresó.
La bendición del agua
Antes,
indicó que “el agua es un elemento que se caracteriza por su capacidad de
vivificar y de purificar”.
Ya
en la audiencia anterior había sugerido a los fieles católicos que tengan en la
entrada de sus casas el agua bendita para bendecirse al entrar y salir del
propio hogar y recordar el compromiso de abandonar el pecado y el mal a través
del bautismo.
“El
agua -prosiguió- este simbolismo natural aparece en varios pasajes de la
Palabra de Dios… a la vez que se invoca sobre ella la fuerza del Espíritu
Santo, para que todos los que reciban el bautismo sean sepultados con Cristo en
su muerte y con él renazcan a una vida inmortal”.
La profesión de fe
“Una
vez que ha sido bendecida el agua, es necesario disponer el corazón para
acceder al bautismo, por eso se realiza la renuncia a Satanás y la profesión de
fe. Estos son dos hechos que están estrechamente unidos”, explicó.
Por
último, saludó a los fieles y peregrinos y los invitó a que hagan memoria
“agradecida de su bautismo, y a que renueven con alegría y convencimiento el
compromiso que sellaron aquel día, de modo que vivan siempre inmersos en
el amor de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo”.
Mes mariano, oración por
Siria
Asimismo,
el papa Francisco ha bendecido esta mañana en el Vaticano un autobús con el que
los jóvenes de Polonia y de la Caritas local promueven una campaña de ayuda a
las víctimas, especialmente niños, de la persecución en Siria.
Además,
la iniciativa intenta promover el voluntariado juvenil. “El signo
espiritual del proyecto…será la peregrinación de la imagen de Nuestra Señora de
Alepo”, recordó el Pontífice que ayer abrió el mes mariano desde el santuario
del Divino Amor, en Roma. Allí recitó la oración del Rosario para pedir por la
paz de Siria y Oriente Medio.
Ary Waldir Ramos
Díaz
Fuente:
Aleteia