La plegaria se encuentra ubicada en un lugar
especial en la Plaza de San Pedro y debería ser usada solo por sacerdotes que
se enfrentan a una posesión demoníaca
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“Existen oraciones que demuestran la
actividad exorcista de la Iglesia desde el II siglo”, explica el sacerdote
mexicano Cesare
Truqui que escribió el Libro ‘Profesión Exorcista‘, junto a
la periodista vaticanista Chiara Santomiero, cuya versión está disponible sólo
en italiano por el momento (ed. Piemme, 2018).
“En los primeros siglos aparecen
libros litúrgicos oraciones para exorcizar objetos, – cenizas, aceite,
incienso, agua y sal, contra ataques – o también personas, como en el rito para
los catecúmenos del V siglo”, escribió.
El sacerdote exorcista y ex
aprendiz del padre Gabriele Amorth confirma que existe una plegaria de liberación, corta,
muy antigua, que usan los sacerdotes en casos de supuestas posesiones.
Se trata de la oración contra
el diablo que se dice que es de San Antonio Abad, y que papa Sixto V hizo
esculpir en la base del obelisco en la Plaza de San Pedro en Roma, transportado
allí en 1586, durante su pontificado (1585-1590).
La tradición popular dice que
san Antonio dio una oración a una mujer pobre que buscaba ayuda contra las
tentaciones del demonio. El papa Felice Peretti
consideraba que esa oración era una protección eficaz:
Ecce Crucem Domini! +
Fugite partes adversae! +
Vicit Leo de tribu Juda, +
Radix David! Alleluia!
La traducción:
He aquí la Cruz del Señor,+
Huid, potestades enemigas:+
Ha vencido el león de Judá, +
descendiente de David. ¡Aleluya!
La oración es para uso exclusivo del
sacerdote exorcista, otra cosa es que la devoción popular la considere una
plegaria para alejarse del mal.
Turqui explica que el ministerio
del exorcista sigue una disciplina férrea articulada en en el más reciente ritual: De exorcismis et supplicationibus
quibusdam – “Los exorcismos y algunas oraciones”, promulgado con el
decreto de la congregación para el culto divino y la disciplina de los
sacramentos en 1998 aprobado por Juan Pablo II”.
El sacerdote advierte que en
general falta formación religiosa y la incertidumbre por el futuro, favorece
que la gente consulte adivinos y confíe en supersticiones, magia y ritos,
incluso satánicos.
Y desconfía de que haya laicos
que rezan oraciones al estilo ‘hágalo usted mismo’, con el peligro de
desencadenar una serie de eventos y efectos no deseados.
Así, confirma que el cardenal
Joseph Ratzinger cuando era prefecto de la Congregación para la Doctrina de la
Fe en 1985 envió una carta para que los obispos vigilen y no permitan que los
laicos hagan oraciones contra los demonios o usen arbitrariamente la invocación
de la oración de León XIII contra Satanás y los ángeles rebeldes.
¿Quiénes pueden ser exorcistas?
Según el derecho canónico, este ministerio lo puede realizar solo un sacerdote
que tenga “piedad, ciencia, prudencia e integridad de vida”. El exorcista actúa
en nombre de la Iglesia. Pero, todos los fieles pueden rezar y pedir a Dios
para que libere del mal. El Padre Nuestro es un signo concreto de esto.
El exorcismo – explica Truqui –
es una oración pública y solemne que el sacerdote realiza con la autoridad de
la Iglesia católica y en nombre de Jesús.
Lamentablemente, existen casos
de abusos sexuales por parte de impostores que dicen ser exorcistas. Truqui
también denuncia que existen situaciones poco claras como las misas de
liberación multitudinarias que los obispos deberían evaluar y, en el caso,
prohibirlas.
El experimentado exorcista
invita a sentir desconfianza por los “exorcistas” que piden dinero. De
hecho, la Asociación Internacional de Exorcistas(AIE), reconocida
por el Vaticano, que cuenta en sus filas con 400 sacerdotes en todo el mundo,
tiene el objetivo de compartir las mejores prácticas, de ellos 240 se
encuentran en Italia. Además, cabe decir que no todos los exorcistas hacen
parte de la AIE.
Por eso, se recomienda precaución. Igualmente, porque aumentan las solicitudes
de las personas que se dirigen a pedir los servicios de magos, adivinos de las
cartas y de las manos, además de las filosofías que hablan de las energías
espirituales.
En Italia, la AIE calcula que 10
millones de personas han consultado una vez por lo menos un médium, astrólogo,
o mago. Detrás de la práctica del esoterismo y ocultismo, inconsciente o
conscientemente, se abre la puerta a una realidad espiritual maligna.
Las estadísticas – por ejemplo
en Italia – sostienen que de 100 personas que piensan estar poseídas, 20 son
menores de edad, probablemente jóvenes que usan el Web para alimentar su
fascinación por las cosas diabólicas.
Y finalmente se invita a poner
al centro de la propia vida a Dios. Esa es la mejor manera de evitar contactos
con el mal y el demonio.
Ary Waldir Ramos Díaz
Fuente:
Aleteia