Han
llegado a 23 años de vida matrimonial y 28 de estar juntos. Son Maryanne (de
soltera Martin) y Tommy Pilling. Su historia no pasaría de ser una historia
normal de un buen matrimonio. Pero se trata de la primera pareja casada en la
que los dos cónyuges tienen Síndrome de Down
Maryanne and Tommy - Facebook |
“Todo es posible con amor y no debe haber
limitaciones para nadie, sin importar cuáles sean sus circunstancias”, escribe
en su página de Facebook Lindi Newman, hermana de Maryanne (quienes la mayor de
cuatro hermanos).
En
la nota publicada en The Western Journal, se puede leer que la pareja se
conoció en un centro para personas con capacidades diferentes en 1990 y, años
después, en 1995, decidieron unir sus vidas ante Dios.
Pero
no todos aprobaron. Según The Western Journal, hubo gente que incluso criticó a
Linda, la madre de Maryanne, por permitir que su hija se casara con Tommy.
“Muchos dijeron que simplemente no duraría y no creían que las personas con Síndrome
de Down pudieran, o incluso deberían, tener una relación seria”, acotó.
Casi
tres décadas más tarde, todos los días, Maryanne y Tommy demuestran que los que
veían con pesimismo su relación y más adelante su matrimonio, estaban
equivocados, porque el amor y compromiso mutuo han resistido la prueba del
tiempo.
“Lo
que mantiene su matrimonio tan fuerte es que nunca hay una agenda oculta. Se
aman con todo su corazón y son honestos el uno con el otro“, dice Lindi, la
hermana de Maryanne. Esta última agrega, “Tommy y yo nunca discutimos. Amo
mucho a mi esposo. Él es mi mejor amigo.”
La
sociedad continúa poniendo límites a las personas con Síndrome de Down y otras
discapacidades, y una y otra vez, esas personas siguen demostrando que la
sociedad está equivocada.
Incluso,
con las técnicas de diagnóstico prenatal, hay países (como Islandia o,
recientemente, en Dinamarca) que afirman, con orgullo que casi han “erradicado”
el Síndrome de Down (porque permiten el aborto bajo ese diagnóstico).
“Pero
lo que han erradicado no es la discapacidad en sí misma; simplemente mataron a
todos en el útero que fueron diagnosticados con Síndrome de Down”, se puede
leer en el reportaje de The Western Journal.
Y
esta mentalidad continúa extendiéndose en varios otros sitios del mundo. En
Australia, por ejemplo, las pruebas prenatales son presentadas como una manera
“efectiva” de acabar con el Síndrome de Down.
En
los Países Bajos, a las mujeres se les dice que tienen un “deber moral” de
abortar después de recibir un diagnóstico prenatal de esa naturaleza.
Sin
embargo, hay muchos más como Maryanne y Tommy que viven su vida, toman
decisiones, se casan “y demuestran que no hay límites para lo que las personas
con síndrome de Down pueden hacer”.
En
gran cantidad de casos, los especialistas son los que se erigen en jueces de
los que “es mejor” para una mujer embarazada cuando el estudio pre natal dice
que el bebé viene con Síndrome de Down.
Pero,
acaba diciendo el reportaje de The Western Journal, “las únicas personas que
pueden determinar cómo deberían ser sus vidas son las Maryannes y Tommys del
mundo”.
Jaime
Septién
Fuente:
Aleteia