En
el 2000, el entonces cardenal Joseph Ratzinger explicó los signos y los
símbolos de las apariciones marianas
El
13 de mayo fue el aniversario de las apariciones marianas en Fátima, en
Portugal. Durante todo el siglo pasado, individuos de todas partes del mundo
han elaborado teorías para descifrar el mensaje oculto en los “tres secretos”
de Fátima, pero sor Lucía dijo que la interpretación pertenecía no al vidente,
sino a la Iglesia. ´
Toca a la Iglesia interpretar los diversos signos y símbolos de Nuestra Señora de Fátima para ofrecer a los fieles una guía clara en la comprensión de lo que Dios quiere revelar.
Toca a la Iglesia interpretar los diversos signos y símbolos de Nuestra Señora de Fátima para ofrecer a los fieles una guía clara en la comprensión de lo que Dios quiere revelar.
La
Iglesia hizo exactamente esto en el 2000, cuando el entonces cardenal Joseph
Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, escribió un
largo comentario-interpretación a nivel teológico del famoso “tercer secreto”.
Al cardenal se le encargó que aclarara los signos y símbolos que se encontraban
en las visiones de la Virgen, e hizo algunos descubrimientos extraordinarios.
Aquí
cinco revelaciones sorprendentes que se desprenden del “tercer secreto” de
Nuestra Señora de Fátima tal y como lo interpretó el cardenal Ratzinger (ahora
papa emérito Benedicto XVI).
¡Penitencia, penitencia,
penitencia!
1.- La palabra clave de
este “secreto” es el triple grito: “¡Penitencia, Penitencia, Penitencia!”. Nos
vuelve a la mente el inicio del Evangelio: paenitemini et credite evangelio (Mc
1, 15). Comprender los signos del tiempo significa: comprender la urgencia de
la penitencia – de la conversión – de la fe. Esta es la respuesta correcta al
momento histórico, que está caracterizado por grandes peligros, los cuales
serán delineados en las imágenes sucesivas”.
El
mensaje central de Nuestra Señora de Fátima era “Penitencia”. Ha querido
recordar al mundo la necesidad de alejarse del mal y de reparar los daños
provocados por nuestros pecados. Esta es la “clave” para comprender el resto
del “secreto”. Todo gira en torno a la necesidad de penitencia.
Nosotros hemos forjado la
espada de fuego
2.- “El ángel con la
espada de fuego a la izquierda de la Madre de Dios recuerda imágenes análogas
del Apocalipsis. Este representa la amenaza del juicio, que se cierne sobre el
mundo. La perspectiva que el mundo podría ser carbonizado en un mar de llamas,
hoy no parece ya que sea una pura fantasía: el hombre mismo ha preparado con
sus inventos la espada de fuego. La visión muestra después la fuerza que se
contrapone al poder de la destrucción — el esplendor de la Madre de Dios, y,
procedente en cierto modo de ello, la llamada a la penitencia”.
Esta
parte de la aparición tiende a ser la más angustiosa. Parece que Dios puede
destruirnos a todos con una “espada de fuego”.
Pero
el cardenal Ratzinger, sin embargo, subraya que la “espada de fuego” sería algo
que creamos nosotros (como la bomba atómica) más que un fuego que desciende del
cielo. La buena noticia es que la visión afirma que la espada de fuego se
extingue al contacto con el esplendor de la Virgen, en conexión con la llamada
a la penitencia. La Virgen tiene la última palabra, y su esplendor puede
detener cualquier cataclismo.
El futuro no está grabado
en piedra
3.- “Se subraya la
importancia de la libertad del hombre: el futuro no está de hecho determinado
de modo inmutable, y la imagen, que los niños vieron, no es un film anticipado
del futuro, del que nada podría ser cambiado. Toda la visión sucede en realidad
sólo para apelar a la libertad humana, para encaminarla en una dirección
positiva… El sentido de la visión … es… el de movilizar las fuerzas del cambio
al bien”.
Contrariamente
a la convicción popular, las intensas visiones ofrecidas por Nuestra Señora de
Fátima no son una previsión de lo que sucederá. Son una previsión de lo que
podría suceder si no respondemos al llamamiento a la penitencia y a la
conversión del corazón que la Virgen hace. Tenemos aún nuestro libre albedrío,
y se nos exhorta a usarlo por el bien de toda la humanidad.
La sangre de los mártires
es semilla de la Iglesia
4.- “La conclusión del
‘secreto’… es una visión consoladora, que quiere hacer permeable al poder
curador de Dios una historia de sangre y lágrimas. Los ángeles recogen bajo los
brazos de la cruz la sangre de los mártires y riegan así las almas, que se
acercan a Dios… Como por la muerte de Cristo, de su costado abierto, nació la
Iglesia, así la muerte de los testigos es fecunda para la vida de la Iglesia.
La visión de la tercera parte del ‘secreto’, tan angustiosa al principio, se
concluye con una imagen de esperanza: ningún sufrimiento es vano, y
precisamente una Iglesia sufriente, una Iglesia de mártires, se convierte en
signo indicador para la búsqueda de Dios por parte del hombre”
Es
verdad que la visión contiene mucho sufrimiento, pero no es en vano. La Iglesia
puede tener que sufrir mucho en los años venideros, y esto puede no ser una sorpresa.
La Iglesia ha vivido la persecución desde la crucifixión, y nuestro sufrimiento
en la época actual producirá efectos positivos solo en el futuro.
Tened valor, yo he vencido
al mundo
5.- “Mi Corazón Inmaculado
triunfará’. ¿Qué significa? El Corazón abierto a Dios, purificado por la
contemplación de Dios, es más fuerte que los fusiles y que las armas de todo
tipo … El maligno tiene poder en este mundo … tiene poder porque nuestra
libertad se deja continuamente separar de Dios. Pero… la libertad para el mal
no tiene la última palabra. Desde entonces vale la palabra: ‘En el mundo
tendréis tribulaciones, pero ánimo, yo he vencido al mundo’ (Jn 16, 33). El
mensaje de Fátima nos invita a confiar en esta promesa”
Para
concluir, el “secreto” de Fátima nos da esperanza en este mundo lacerado por el
odio, por el egoísmo y por la guerra. Satanás no triunfará, y sus planes
malvados serán obstaculizados por el Corazón Inmaculado de María. Podrá haber
sufrimiento en el futuro próximo, pero si nos agarramos a Jesús y a Su Madre
saldremos victoriosos.
Philip Kosloski
Fuente:
Aleteia