“Cuando yo tenía 15 años, mi madre partió al cielo después de una larga enfermedad que vivió con fe. No fue fácil para mí, pero puedo dar testimonio de que el Señor siempre nos ha proveído a mi familia y a mí”
Sor Maria Vittoria della Croce / Foto: Cortesía Arquidiócesis de Trani-Barletta-Bisceglie |
Las
mujeres que van a contraer matrimonio no son las únicas que utilizan un vestido
de novia, también lo visten aquellas que ingresan a ciertas órdenes religiosas,
como fue el caso de Sor María Vittoria della Croce, cuya reciente “boda con Jesús”
ha causado sensación en las redes sociales.
La
ceremonia de ingreso de Sor Maria Vittoria della Croce al monasterio
benedictino de San Ruggero en Barletta (Italia) se realizó el 27 de abril en la
Basílica Concatedral de Santa María la Mayor, y fue presidida por el Arzobispo
de Trani-Barletta-Bisceglie, Mons. Leonardo D’Ascenzo.
Las
fotografías de este acontecimiento fueron difundidas por la Arquidiócesis en su
página de Facebook y hasta la fecha han sido compartidas por más de
11.600 usuarios, acumulando más de 3.700 “me gusta” y 650 comentarios.
El
responsable de comunicaciones de la Arquidiócesis de Trani-Barletta-Bisceglie
(en Italia), el diácono Riccardo Losappio, explicó a ACI Prensa que “para las
monjas benedictinas presentarse vestidas de novia en el momento de la
‘vestición’ es parte del rito vestición de las religiosas”.
“Ellas
siempre entran vestidas así porque son las esposas de Cristo que van a su
encuentro y se hacen novias para anticipar en la historia lo que mañana será en
la plenitud de Dios”, indicó Losappio.
Durante
la ceremonia, tal como lo hizo Sor Maria Vittoria della Croce, las novicias “se
quitan el vestido de novia, se cortan el cabello, se ponen el hábito
benedictino y reciben el crucifijo para indicar su alegre renuncia a todo lo
vano y efímero”.
Losappio
destacó que la vestición de Sor Maria Vittoria della Croce –que tiene 27 años y
cuyo nombre de bautismo es Carmen D'Agostino– fue “un rito que no se efectuaba
en Barletta desde la década de 1940 debido a la falta de vocaciones a la vida
consagrada según la regla de San Benito”.
“El
monasterio de San Ruggero se redujo a muy pocas monjas que envejecieron y hace
tres años fue refundado con la llegada de varias hermanas jóvenes, que lo
revitalizaron desde el punto de vista vocacional”, relató a ACI Prensa.
El
diácono indicó que estas religiosas, entre las cuales figura la actual abadesa,
provienen del monasterio benedictino de Santa Maria de las Rosas, ubicado en la
localidad de Sant'Angelo in Pontano, en la región de Las Marcas, en el este de
Italia.
Ahora,
con el ingreso de Sor Maria Vittoria della Croce, “la comunidad monástica
benedictina de San Ruggero está compuesta de seis monjas que han hecho las
profesiones solemnes, de cuatro monjas que han hecho las profesiones
temporales, dos novicias y una postulante”.
Durante
la ceremonia, Mons. D’Ascenzo le deseó a la nueva religiosa “mucha belleza para
madurar siempre cada vez más esta presencia de Jesús en ti y de expresarla como
testimonio al exterior a través de la relación con la Iglesia y con tu
comunidad. Buen camino de santidad y deseo que tú puedas ser siempre más bella
en el sentido de este testimonio a la Iglesia y con tus hermanas”.
Una “perla preciosa”
para Jesús
Losappio
compartió con ACI Prensa el testimonio de Sor Maria Vittoria della Croce, que
también fue publicado en el periódico de la Arquidiócesis llamado “In
Comunione”.
La
propia religiosa redactó su historia. Nació el 17 de enero de 1991 en la
localidad italiana de Melfi y en 2014 culminó sus estudios de enfermería en la
Universidad de Foggia.
Además
indicó que creció en el seno de una familia católica que pertenece al Camino
Neocatecumenal y que tiene tres hermanos.
“Cuando
yo tenía 15 años, mi madre partió al cielo después de una larga enfermedad que
vivió con fe. No fue fácil para mí, pero puedo dar testimonio de que el Señor
siempre nos ha proveído a mi familia y a mí”, expresó.
“Pensar
en mi madre me hace mirar al cielo, al paraíso. Más que haber realizado una
elección, yo fui escogida por Él: en un encuentro de jóvenes, y luego también a
través de los demás, sentí el amor de Cristo manifestado en la cruz”, señaló.
Para
Sor Maria Vittoria della Croce este llamado vocacional “me abrió el cielo” y
tiene la certeza de que Dios “me ama como soy, y soy para Él una perla
preciosa”.
“Simplemente
acepté este amor, ese llamado a luchar por el reino de los cielos y, con la
ayuda de la Iglesia para discernir esta llamada, ingresé al monasterio”,
indicó. Aseguró que la ceremonia fue un “pequeño paso adelante en la vida
monástica con la certeza de que Jesús es fiel”.
Otras
órdenes religiosas donde las mujeres visten de novias para pronunciar sus votos
son las clarisas, las Hermanas Esclavas del Inmaculado Corazón de María y la
Congregación de María Reina Inmaculada.
POR
MARÍA XIMENA RONDÓN
Fuente:
ACI