"Con la esperanza puesta en el Señor y en la oración de todos los diocesanos, en orden a lograr una acción pastoral de conjunto más eficaz"
Ayer, 25 de junio del 2018, el Excmo. y
Rvdmo. Mons. César A. Franco Martínez ha realizado una serie de nombramientos
que afectan a una serie de parroquias y sacerdotes de la diócesis. Así mismo,
el Obispo ha emitido un decreto, que entrará en vigor el próximo día 29 de
junio, en donde explica las motivaciones que llevan a la reorganización de
estructuras y a estos cambios que se anuncian “con la esperanza puesta en el
Señor y en la oración de todos los diocesanos, en orden a lograr una acción
pastoral de conjunto más eficaz”. En ese mismo documento se dice: “Es de sobra
conocido que la Iglesia que peregrina en Segovia tiene serias dificultades para
atender las necesidades espirituales de sus diocesanos, debido al buen número
de parroquias y a la escasez de sacerdotes.
La penuria de vocaciones al ministerio sacerdotal y el exiguo número de sacerdotes ordenados en las últimas décadas nos urge a pensar en el futuro con gran preocupación y nos obliga a organizar la acción pastoral renovando las estructuras. Agradecemos la ayuda inestimable de sacerdotes extradiocesanos, aunque es evidente que este apoyo temporal no garantiza la estabilidad pastoral que toda Iglesia particular requiere”. Este proyecto exige de todos, sacerdote, seglares y consagrados, altura de miras, disponibilidad y docilidad al Espíritu Santo constructor de la Iglesia.
La penuria de vocaciones al ministerio sacerdotal y el exiguo número de sacerdotes ordenados en las últimas décadas nos urge a pensar en el futuro con gran preocupación y nos obliga a organizar la acción pastoral renovando las estructuras. Agradecemos la ayuda inestimable de sacerdotes extradiocesanos, aunque es evidente que este apoyo temporal no garantiza la estabilidad pastoral que toda Iglesia particular requiere”. Este proyecto exige de todos, sacerdote, seglares y consagrados, altura de miras, disponibilidad y docilidad al Espíritu Santo constructor de la Iglesia.
En esta reorganización jugará un papel
determinante el arcipreste/vicario foráneo que según el decreto “ejercerá el
oficio de párroco ayudado por vicarios parroquiales en aquellas parroquias que
les encomiende el obispo y que en la actualidad carecen de párroco incardinado
en la diócesis. De esta manera se dará mayor estabilidad y coordinación a la
pastoral diocesana”. Esta reorganización comenzará por el arciprestazgo de
Pedraza-Sepúlveda pero está pensado para toda la diócesis y se irá
desarrollando al hilo de la experiencia que este próximo curso se iniciará. “Se
pretende así, desde la estabilidad que exige el oficio de párroco, dinamizar la
pastoral diocesana desde las parroquias que constituyen la cabeza del
arciprestazgo y de aquellas otras que cuentan con poblaciones de mayor
relevancia, atendiendo como es obvio, al resto de las comunidades
parroquiales”, afirma el obispo.
Lista de Nombramientos
En el arciprestazgo de Segovia y La
Granja San Medel se producen algunos cambios. D. Ángel García García-Estévez es nombrado párroco de La
Resurrección del Señor, de Segovia, continua como director de la Escuela
Diocesana de Teología y deja San Millán donde ha estado hasta el momento. A
esta parroquia se incorpora como vicario parroquial el sacerdote congoleño D. Aimé Kukuluka, quien continuará
además con sus estudios en Madrid. D.
Fernando Mateo González, hasta ahora en el barrio de Nueva Segovia, pasa a
ser párroco la Unidad Parroquial de Cuéllar, Escarabajosa de Cuéllar, Fuentes
de Cuéllar, Lovingos y Arroyo de Cuéllar que ha estado servida por D. Emilio Calvo Callejo, que es
nombrado párroco y abad de la Colegiata del real Sitio de San Ildefonso,
Palazuelos de Eresma, Tabanera del Monte y urbanizaciones de Parque Robledo y
Carrascalejo. Estará acompañado por D.
Fidele Nkanza Buka como Vicario parroquial y seguirá con sus estudios en
Madrid. D. Slawomir Harasimowicz,
estará este curso de año sabático. D.
Pablo Montalvo Muñoz, por su parte, sigue con las clases en la universidad
y es nombrado párroco de Cantimpalos y Tabanera la Luenga en sustitución de D. José María Martínez Nieto.
En el arciprestazgo de
Cantalejo-Fuentidueña hay también algún cambio. Don Rodrigo Arias López es nombrado administrador parroquial de
Campo de San Pedro, Bercimuel, Cedillo de la Torre, Cilleruelo de San Mamés,
Fuentemizarra, Maderuelo, Montejo de la Vega de la Serrezuela, Moral de
Hornuez, Valdevacas de Montejo, Valdevarnés y Villaverde de Montejo. Deja las
parroquias de Fuentesaúco de Fuentidueña, Fuentidueña, Aldeasoña, Valles de
Fuentidueña y Calabazas que ahora serán atendidas en calidad de párroco por D. Casimiro Lamparski.
El arciprestazgo de Pedraza-Sepúlveda
sufre una reestructuración que además va acompañada de un decreto del Sr.
Obispo de Segovia, D. César Franco (cf. más adelante). Con este decreto se
quiere dotar al arcipreste de todas sus atribuciones para que pueda desarrollar
un trabajo de coordinación entre todos los sacerdotes y agentes de pastoral del
arciprestazgo. Por este motivo se nombra a D.
Jaime Izquierdo Martín Arcipreste/Vicario Foráneo del arciprestazgo de
Sepúlveda-Pedraza y Párroco de Sepúlveda, Aldehuelas de Sepúlveda, Castrillo de
Sepúlveda, Duratón, El Olmo, Hinojosas del Cerro, Sotillo de Sepúlveda,
Urueñas, Villar de Sobrepeña y Villaseca. Además, será párroco, junto con tres
Vicarios parroquiales, de: Navares de Enmedio, Navares de Ayuso, Navares de las
Cuevas, Barbolla, Aldonte, El Olmo, El Olmillo, Prádena, Ventosilla y
Tejadilla, Condado de Castilnovo, Castroserna de Arriba, Castroserna de Abajo,
Casla, Matabuena, Arcones, Santiuste de Pedraza, Requijada y Gallegos de la
Sierra. Los tres vicarios parroquiales que dependerán de D. Jaime Izquierdo y
que hasta ahora eran administradores parroquiales son D. Miroslaw Kozlowski, vicario parroquial de Navares de Enmedio,
Navares de Ayuso, Navares de las Cuevas, Barbolla, Aldonte, El Olmo y El
Olmillo; D. Delphin Nkano Mbumpwa,
vicario parroquial de Prádena, Ventosilla y Tejadilla, Condado de Castilnovo,
Castroserna de Arriba, Castroserna de Abajo, Casla, Matabuena, Arcones,
Santiuste de Pedraza, Requijada y Gallegos de la Sierra. Y D. Georges Kabasele Bialua, Vicario parroquial de Prádena,
Ventosilla y Tejadilla, Condado de Castilnovo, Castroserna de Arriba,
Castroserna de Abajo, Casla, Matabuena, Arcones, Santiuste de Pedraza,
Requijada y Gallegos de la Sierra. Estos dos sacerdotes están así mismo
realizando estudios en Madrid.
Por último, D. Alfonso Águeda Martín, que hasta ahora servía la Unidad
Parroquial de Santa María la Real de Nieva, es nombrado párroco de El Espinar y
La Estación de El Espinar.
Estos son los nombramientos que por el
momento D. César ha dispuesto. Seguramente en el mes de septiembre realizará
otros referidos a las parroquias que por diversos motivos quedan vacantes y a
secretariados como el de pastoral de Juventud cuyo responsable D. Javier Gil ha dejado la dirección
del mismo.
Texto del Decreto
CÉSAR AUGUSTO FRANCO MARTÍNEZ OBISPO DE
SEGOVIA
La Iglesia se distingue por ser la casa y
«edificación de Dios» (1 Cor 3,9; cf. LG 6) que se renueva continuamente
atendiendo a los signos de los tiempos y circunstancias históricas mientras
peregrina en este mundo hacia su consumación final. La fidelidad a su misión
exige que sus estructuras pastorales se organicen de tal modo que los fieles
puedan acceder con facilidad a la salvación que Dios les ofrece gracias a la
redención de Cristo. Para caminar en esta dirección, son decisivas las palabras
del Papa Francisco: «En orden a que este impulso misionero sea cada vez más
intenso, generoso y fecundo, exhorto también a cada Iglesia particular a entrar
en un proceso decidido de discernimiento, purificación y reforma» (EG 30).
Es de sobra conocido que la Iglesia que peregrina en Segovia tiene serias dificultades para atender las necesidades espirituales de sus diocesanos, debido al buen número de parroquias y a la escasez de sacerdotes. La penuria de vocaciones al ministerio sacerdotal y el exiguo número de sacerdotes ordenados en las últimas décadas nos urge a pensar en el futuro con gran preocupación y nos obliga a organizar la acción pastoral renovando las estructuras. Agradecemos la ayuda inestimable de sacerdotes extradiocesanos, aunque es evidente que este apoyo temporal no garantiza la estabilidad pastoral que toda Iglesia particular requiere.
Con la esperanza puesta en el Señor y en la oración de todos los diocesanos, en orden a lograr una acción pastoral de conjunto más eficaz, he visto necesario, después de reflexionar profundamente en el Consejo episcopal, realizar algunos cambios que afectan especialmente a la distribución del clero y a los oficios que se les encomienda, consciente naturalmente de que la mayor responsabilidad recae sobre los sacerdotes incardinados en la diócesis. Agradezco de antemano la disponibilidad de los presbíteros que se verán afectados por dichos cambios y la cooperación de los que ejercen su ministerio enviados por los obispos de sus respectivas diócesis. Como Obispo, debo atender a las necesidades y derechos de los fieles y de las diversas parroquias teniendo en cuenta la situación particular de cada sacerdote.
Para llevar adelante esta reorganización, es necesario y urgente potenciar la figura del arcipreste o vicario foráneo y del arciprestazgo, tal como son definidas en el Código de Derecho Canónico (can. 553-555). Sólo asumiendo las competencias que le son propias, el arcipreste puede llevar adelante la pastoral de conjunto y misionera que necesita la diócesis. Para ello, a la cabeza del arciprestazgo habrá un arcipreste/vicario foráneo (CIC 553) que ejercerá el oficio de párroco ayudado por vicarios parroquiales en aquellas parroquias que les encomiende el obispo y que en la actualidad carecen de párroco incardinado en la diócesis. De esta manera se dará mayor estabilidad y coordinación a la pastoral diocesana.
En atención a las necesidades pastorales, se estudiará la conveniencia de que los sacerdotes, que en la actualidad actúan como administradores parroquiales, ejerzan este oficio o asuman el de vicario parroquial con los derechos y obligaciones de su cargo en comunión con el arcipreste/vicario foráneo. De esta manera se logrará mayor coordinación en las acciones pastorales y se favorecerá la «íntima fraternidad sacramental» (PO 8). Se pretende así, desde la estabilidad que exige el oficio de párroco, dinamizar la pastoral diocesana desde las parroquias que constituyen la cabeza del arciprestazgo y de aquellas otras que cuentan con poblaciones de mayor relevancia, atendiendo como es obvio, al resto de las comunidades parroquiales.
Aunque este plan está pensado para ser aplicado en toda la diócesis, lo desarrollaremos progresivamente con el fin de avanzar al hilo de la experiencia. Durante el próximo curso 2018-2019,
DECRETO:
Iniciar el proceso ad experimentum
durante tres años en el núcleo arciprestal de Sepúlveda-Pedraza. A la luz de
los logros y dificultades que experimentemos y de las necesidades del resto de
la diócesis, seguiremos avanzando, con las correcciones y cambios necesarios,
en esta nueva ordenación diocesana.
Pidamos al Señor que nos ayude con su gracia y providencia de manera que nuestra Iglesia particular de Segovia sea un signo eficaz de la salvación que Cristo ha traído a los hombres. Que el Espíritu Santo anime nuestras estructuras con su sabiduría y dinamismo y haga de todos nosotros instrumentos dóciles de su acción como constructor de la Iglesia.
Pidamos al Señor que nos ayude con su gracia y providencia de manera que nuestra Iglesia particular de Segovia sea un signo eficaz de la salvación que Cristo ha traído a los hombres. Que el Espíritu Santo anime nuestras estructuras con su sabiduría y dinamismo y haga de todos nosotros instrumentos dóciles de su acción como constructor de la Iglesia.
En Segovia, a veintinueve de junio de dos mil dieciocho, solemnidad de los santos apóstoles Pedro y Pablo.
Fuente: Diócesis de Segovia