Como en la dictadura nazi,
dice el Papa
El Papa advierte de la comunicación calumniosa © Vatican News |
El
Papa advierte de que se pueden “destruir instituciones o personas” con la
calumnia: “Se usa la seducción que el escándalo tiene en la comunicación.
Justamente de esta ‘comunicación calumniosa’, ha dicho Francisco en su homilía
en la Misa matutina celebrada en la Capilla de la Casa Santa Marta.
En
la mañana del lunes, 18 de junio de 2018, el Santo Padre ha alertado de
que “también hoy, en muchos países, se usa este método: destruir la libre
comunicación” y lo ha comparado con la dictadura nazi: “Pensemos por ejemplo en
las dictaduras del siglo pasado. Pensemos en la persecución a los judíos, por
ejemplo. Una comunicación calumniosa, contra los judíos; y terminaban en
Auschwitz porque no merecían vivir”.
En
esta línea, el Pontífice ha observado que por este motivo, hay muchas personas,
“tantos países destruidos por dictaduras malvadas y calumniosas”. Ha explicado
que hoy también sucede en las pequeñas sociedades, en las personas y en tantos
países: “El primer paso es apropiarse de la comunicación, y después la destrucción,
el juicio, y la muerte”.
Una “gran seducción”
“También
en la vida cotidiana es así” –ha asegurado el Papa Francisco–. Si se quiere
destruir a una persona, “inicio por la comunicación: difamar, calumniar, decir
escándalos”.
“Y
comunicar escándalos es un hecho que tiene una seducción enorme, una gran
seducción. Se seduce con los escándalos. Las buenas noticias no son seductoras:
si, pero que bien que ha hecho. Y pasa… Pero un escándalo: pero has visto. Has
visto esto. Has visto aquel otro. ¿Qué cosa ha hecho? Esta situación… Pero no
puede, no se puede ir adelante así. Y así la comunicación crece, y esa persona,
esa institución, aquel país termina en la ruina. No se juzgan al final a las
personas. Se juzgan las ruinas de las personas o de las instituciones, porque
no pueden defenderse”.
Historia de Nabot
El
Papa ha reflexionado a partir de la historia de Nabot, narrada hoy en el
Primer Libro de los Reyes y propuesta en la Primera Lectura. El rey Acab desea
la viña de Nabot y le ofrece dinero. Aquel terreno pero forma parte de la
herencia de sus padres y por lo tanto el hombre lo rechaza. Entonces Acab que
era “caprichoso”, hace como los niños cuando no obtienen lo que quieren: llora.
Luego,
siguiendo el consejo de su mujer cruel, Jezabel, lo acusa de falsedad, lo mata
y toma posesión de su viña. Nabot –ha señalado el Pontífice– es pues un “mártir
de la fidelidad a la herencia” que había recibido de sus padres: una herencia
que iba más allá de la viña, una “herencia del corazón”.
Francisco
ha indicado que la historia de Nabot es paradigma para la historia de Jesús, de
San Esteban y de todos los mártires que han sido condenados “usando un
escenario de calumnias”. Pero es también un paradigma en el modo de proceder de
mucha gente, de “tantos jefes de Estado y de Gobierno”. Se comienza con una
mentira y, “después de haber destruido sea una persona, sea una situación con
aquella calumnia”, se juzga y se condena, ha descrito.
Rosa
Die Alcolea
Fuente:
Zenit