El Derecho Canónico establece en el canon 983 que “el sigilo sacramental es inviolable; por lo cual está terminantemente prohibido al confesor descubrir al penitente, de palabra o de cualquier otro modo, y por ningún motivo”
Foto referencial: Pixabay dominio público |
Un
sacerdote australiano afirmó que junto con otros presbíteros están dispuestos a
ir a la cárcel antes que romper el secreto de confesión, como les exige una
nueva ley cuando durante la administración del sacramento, el penitente revela
algún caso de abuso sexual.
“El
Estado nos va a exigir a nosotros los sacerdotes católicos que hagamos algo que
vemos como el crimen más grave y no estoy dispuesto a eso”, dijo el P. Michael
Whelan, párroco de la iglesia St. Patrick en Sydney, según informa un medio
local.
En
ese sentido, aseguró que junto con otros sacerdotes están “dispuestos a ir a la
cárcel” antes que romper el secreto de confesión.
Al
ser preguntado sobre si la Iglesia está por encima de la ley, el presbítero
dijo que “absolutamente no”; sin embargo, advirtió que “cuando el Estado trata
de intervenir en nuestra libertad religiosa, mina la esencia de lo que
significa ser católico. Resistiremos”.
El
P. Whelan dio estas declaraciones después que la Asamblea Legislativa del
Territorio de Canberra aprobó el 7 de junio una ley para obligar a los
sacerdotes a romper el secreto de confesión cuando, durante la administración
del sacramento, conozcan de algún caso de abuso sexual. Esta norma entrará en
vigor el 31 de marzo de 2019.
Por
su parte, el territorio de South Australia aprobó una ley similar que entrará
en vigor el 1 de octubre de este año, mientras que Nueva Gales del Sur analiza
la posibilidad de una norma parecida.
Sobre
la norma de South Australia se pronunció el Administrador Apostólico de
Adelaide, Mons. George O’Kelly, que aseguró que “los políticos pueden cambiar
la ley, pero nosotros no podemos cambiar la naturaleza del confesionario, donde
se da un encuentro sagrado entre el penitente, que es alguien que busca perdón,
y un sacerdote que representa a Cristo”.
En
declaraciones a ABC radio
en Adelaide, el Arzobispo dijo que esta ley “no nos afecta”. “Entendemos que el
secreto de confesión está en el área de lo sagrado”, afirmó.
Mons.
O’Kelly dijo que su “compromiso en South Australia con la protección de los
niños y los ambientes seguros se mantiene inquebrantable”.
“Nuestros
sacerdotes son conscientes de su obligación de reportar el abuso infantil y han
estado participando en una capacitación regular desde 2007, al igual que
nuestros empleados eclesiales y los voluntarios”, concluyó.
El
Derecho Canónico establece en el canon 983 que “el sigilo sacramental es
inviolable; por lo cual está terminantemente prohibido al confesor descubrir al
penitente, de palabra o de cualquier otro modo, y por ningún motivo”.
El
canon 984 advierte que “está terminantemente prohibido al confesor hacer uso,
con perjuicio del penitente, de los conocimientos adquiridos en la confesión,
aunque no haya peligro alguno de revelación”.
Asimismo,
el canon 1388 señala que un sacerdote confesor que “viola directamente el
sigilo sacramental, incurre en excomunión latae sententiae (automática)
reservada a la Sede Apostólica”, es decir que solo puede ser levantada por el
Papa.
POR
WALTER SÁNCHEZ SILVA
Fuente:
ACI