La
vocación es…para muchos de ellos un viaje en buena compañía, en el que
Dios abraza sus esperanzas, las escucha, las enarbola para que los adultos
salgan de sí
“La
vocación es…”, y se escuchan las voces de los jóvenes que responden a una
Iglesia que camina con ellos en la tercera cita del Reality sobre el
#Sínodo 2018 patrocinado por la Secretaria General del Sínodo de los Obispos
del Vaticano, Mater televisión y Aleteia org.
Las
cámaras muestran escenarios de vida cotidiana; enfocan gestos de rostros
transfigurados de entusiasmo, esperanza y realismo. El realismo
mágico de la juventud que tiene fe en que lo imposible es posible. El brillo de
sus ojos opaca las convenciones impuestas – “No importa que tan pequeño sea el
papel que tengas, siempre será importante” –, insiste un joven en medio a un
parque.
La
vocación es…para muchos de ellos un viaje en buena compañía, en el que
Dios abraza sus esperanzas, las escucha, las enarbola para que los adultos
salgan de sí. Tal vez, eso quiso con el pequeño David que vence con su honda al
Goliat de las cosas grises y constituidas porque un joven con un proyecto de
Dios en la mano no deja ganar la fuerza bruta de la realidad.
Desde
la visita del ángel, una jovencita dijo sí a lo imposible que se vuelve carne, la
Virgen María, escribió su vocación en el granito. La humanidad redimida en su
inocencia de aceptar la voluntad de Dios. – “Seré mamá, quizá mi
vocación es intentar educar a una buena persona”- dice una joven madre en su
apartamento – El profeta Jeremías podría ser uno de esos jóvenes que pasean en
Central Park en New York – “¡¡Ah!! ah, Señor! He aquí, no sé hablar, porque soy
niño”. Inmaduro y sin experiencia. – “Vuelva a traer su solicitud de trabajo
cuando tenga más experiencia – ¿Pero cuándo tendré experiencia, sino me dan con
una posibilidad?” – Y la respuesta de Dios a Jeremías: “No digas: Soy un niño;
porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande”.
Escuchando
sus voces en este vídeo parecería que ellos son nuestros profetas contra el
cinismo, la indiferencia y la violencia. “Hasta hace poco tiempo pensaba que la
vocación era ser solo un sacerdote o una monja” – De pronto, la vocación de los
jóvenes se presenta como un libro abierto…listo para ser escrito por el amor de
Dios. Incluso, inspirador para quien mira desde lejos y siente el cosquilleo en
las entrañas de una llamada.
Ary Waldir Ramos Díaz
Fuente:
Aleteia