Invocando
a la Virgen María y al Arcángel San Miguel para que ayuden a la Iglesia en
estos tiempos difíciles, y la defiendan de los "ataques del demonio"
© ANDREAS SOLARO / AFP |
En
medio de las polémicas que han estallado en las últimas semanas, el papa
Francisco ha lanzado un sorprendente llamamiento a la oración por la unidad de
la Iglesia para protegerla “del diablo, que siempre busca separarnos de Dios y
entre nosotros”.
El
llamamiento, difundido por la Sala de Prensa de la Santa Sede el 29 de
septiembre, invita a los fieles de todo el mundo a rezar el Santo Rosario,
“cada día, durante todo el mes mariano de octubre”.
En
particular, Francisco pide a los creyentes que se unan “en comunión y
penitencia, como pueblo de Dios, para pedir a la Santa Madre de Dios y a san
Miguel Arcángel que protejan a la Iglesia del diablo, que siempre busca separarnos
de Dios y entre nosotros”.
En
días pasados, el Papa había recibido al padre Fréderic Fornos S.I., director
internacional de la Red Mundial de Oración del Papa y le pidió que difundiera
en todo el mundo este llamamiento a todos los fieles.
El
pontífice sugirió concluir el rezo del Rosario con la antigua invocación
mariana “Sub Tuum Praesidium” (“Bajo tu amparo”) y con la oración a san
Miguel Arcángel, “que nos protege y ayuda en la lucha contra el mal”, como
puede leerse en el último libro de la Biblia cristiana, el Apocalipsis, en el
capítulo 12 (versículos 7-12).
La
oración –afirmó el pontífice el 11 de septiembre en una homilía durante la
celebración eucarística– es el arma contra “el Gran acusador”, que “se mueve
por el mundo buscando cómo acusar”.
“Sólo
la oración le puede derrotar –añadió Francisco–. Los míticos rusos y los
grandes santos de todas las tradiciones aconsejaban, en los momentos de
torbellino espiritual, protegerse bajo el manto de la Santa Madre de Dios,
pronunciando la invocación “Bajo tu amparo”.
La
oración reza así:
“Bajo
tu amparo nos acogemos,
santa
Madre de Dios;
no
deseches las oraciones
que
te dirigimos
en
nuestras necesidades,
antes
bien
líbranos
de todo peligro,
¡oh
Virgen gloriosa y bendita!
Amén.”
“Con
esta petición de intercesión el Santo Padre pide a los fieles de todo el mundo
que recen para que la Santa Madre de Dios abrigue a la Iglesia bajo su manto
protector –explica el comunicado vaticano–: para preservarla de los ataques del
maligno, del gran acusador, y para que sea que cada vez más consciente de las
culpas, errores, abusos cometidos en el presente y en el pasado, así como para
que se comprometa en la lucha sin titubeos para que el mal no prevalezca”
El
Santo Padre ha pedido, además, que el rezo del Santo Rosario durante el mes de
octubre concluya con la oración escrita por León XIII.
La
oración reza así:
“San
Miguel Arcángel,
defiéndenos
en el combate
contra
las maldades e insidias del demonio.
Acude
en nuestra ayuda, te rogamos suplicantes.
¡Que
el Señor nos lo conceda!
Y
tú, príncipe de las milicias celestiales,
con
el poder que te viene de Dios
arroja
en el infierno a Satanás
y
a los otros espíritus malignos
que
deambulan por el mundo para la perdición de las almas”.
Fuente:
Aleteia