El rosario no es una devoción litúrgica, así que puede haber
variantes sin mayores problemas
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Me cuentan que hace unos días le llegó a
una persona un rosario de cuatro misterios. Resulta algo raro, la verdad…
El rosario nació en el occidente
medieval (el oriente tiene otras manifestaciones distintas de piedad mariana)
con la idea de ofrecer a la mayoría del pueblo cristiano –que no sabía leer o,
aunque supiera, no tenía libros- una oración diaria que en cierto modo
pudiera sustituir al llamado oficio divino (hoy lo
llamamos Liturgia
de las horas).
Como
este último se estructura sobre los salmos, desde el principio consistió en quince
misterios –en tres tandas- de diez avemarías cada uno. En
total, 150; o sea, el mismo número que los salmos
En la actualidad, al quedar atrás ese
propósito inicial, Juan Pablo II añadió una cuarta tanda –los llamados misterios luminosos-,
esta vez con el propósito de abarcar toda la vida de Cristo con los misterios
contemplados.
En lo que hubo en su tiempo más
variedad es en las letanías. Acabó
prevaleciendo la llamada letanía lauretana, llamada así
por tener origen en el santuario de Loreto, en Italia. La original se ha ido
enriqueciendo con varias advocaciones (Juan Pablo II añadió dos).
De todas formas, por más que ha sido
recomendado por los Papas, el rosario no es una devoción litúrgica.
Eso da paso a que pueda haber variantes sin mayores problemas.
De
hecho existen muchísimos tipos de rosarios: del Espíritu Santo, de los
consagrados, vocacional, del perdón,…
Aun así, un rosario de cuatro en
vez de cinco misterios es algo extraño. Yo no he tenido nunca noticias de algo
así, pero, en fin, tampoco es algo que se pueda descartar.
Julio de la
Vega-Hazas
Fuente: Aleteia