El director de cine se presenta al Pontífice como
un hombre de fe que tuvo la fortuna de tener la guía de una familia, de un
sacerdote en New York en medio a la violencia y la pobreza
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AP/EAST NEWS |
¿Cómo puede un hombre de fe luchar contra el mal y vencer la violencia? preguntó el director de cine norteamericano, Martin Scorsese, al papa Francisco durante un evento “la sabiduría del tiempo” – Encuentro de los jóvenes y los ancianos con el Santo Padre”, evento especial con motivo del Sínodo realizado este martes 23 de octubre de 2018 en el Instituto Patristico Augustinianum en Roma.
Scorsese que nació en Queens,
Nueva York, (1942) se presentó ante el pontífice latinoamericano como hijo de
una familia humilde de trabajadores y que pasó su infancia en la parroquia y,
al mismo tiempo, como un chico que sobrevivió a la violencia y la pobreza que
crecía en las calles de su barrio en la periferia de ‘La Gran Manzana’.
El ganador de un Oscar, se
consideró afortunado porque en su vida contó con el amor de sus padres y la
guía de un joven sacerdote que le ayudó en los momentos más difíciles. Sin
embargo, lamentó, “hoy existe una presencia malvada en el
mundo”.
“¿Cómo la fe de una joven mujer
o un hombre joven puede sobrevivir a este huracán de violencia? ¿Cómo podemos
ayudar a la Iglesia en este esfuerzo?”, preguntó al Papa el director
ítalo-estadounidense famoso por películas como Los
infiltrados (Departed) o El Silencio, sobre los misioneros jesuitas en Japón.
En este contexto, el Papa abordó
la violencia que señaló “es un huracán, de verdad, existe un fenómeno que
se presenta entre los niños, antes existía, pero no tan común como hoy; el
acoso (el bullying). Hoy, a menudo, se ve más clara la
crueldad que puede estar dentro de un niño”.
Francisco reiteró el problema de
“la crueldad” presente en “todos lados”, “fría en sus cálculos para arruinar el
otro”. Especialmente señaló el dolor que le causa la “tortura” contra otro ser
humano y que viola “los derechos humanos”.
“La tortura deviene
el pan cotidiano de cada día en nuestro mundo, parece normal, y nadie habla”,
siendo la “destrucción de la dignidad humana”, expresó el Papa.
El Obispo de Roma destacó que
delante a “violencia, crueldad, destrucción de la dignidad humana”
existe la “sabiduría de llorar, el regalo de llorar…llorar es humano y
cristiano y pedir la gracia de las lagrimas, porque el llanto ablanda, abre el
corazón y es fuente de inspiración”.
“Jesús – agregó – en sus
momentos más difíciles lloró ante el sufrimiento de su pueblo en Jerusalén: no
tengan miedo de llorar, somos humanos”.
Sucesivamente, invitó a los
mayores a “compartir la experiencia” a los jóvenes, pero “con empatía”. La
empatía ayuda a no condenar a los jóvenes. “La empatía humana, yo me voy porque
soy viejo y tu proseguirás. Esta es la empatía de la transmisión de los
valores”, abundó.
Por
último, manifestó que para vencer la violencia se necesita “cercanía,
mansedumbre, ternura, la no violencia”. Francisco destacó que parecen cosas
pequeñas pero son potentes a la hora de resolver los peores conflictos.
El papa Francisco se dirigió a
Scorsese para indicarle que fue la misma cercanía que recibió cuando era niño,
en familia y en la iglesia, la misma cercanía que le acompañó para acercarse a
las personas aun viviendo en un barrio violento de New York.
“Sabiduría que a lo mejor usted
ha tomado y que ha plasmado sus películas; cercanía con los que sufren, no
tener miedo a la mansedumbre entre jóvenes y ancianos”, agregó. Francisco hizo
reír al público cuando agradeció a la plantea por la paciencia que le ha hecho
“quizás hablar demasiado”. Y exhortó al público a rezar por él.
Ary Waldir Ramos Díaz
Fuente:
Aleteia