Este
sábado en el Aula Pablo VI en el Vaticano, el Papa Francisco manifestó su deseo
de que la Virgen María defienda a la Iglesia en este momento de prueba
El Papa reza ante la Virgen de Fátima en San Pedro. Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa |
“La
Santa Madre de Dios, a quien miramos con esperanza y amor de hijos, defienda
con su intercesión a la Iglesia en este momento de prueba y vele por la labor
del Sínodo de los Jóvenes que acabamos de comenzar”, dijo el Santo Padre en su
discurso a los peregrinos llegados desde Eslovaquia para celebrar los 200 años
de la eparquía de Presov, jurisdicción de la Iglesia Católica Greco-Eslovaca.
El Papa hizo este pedido algunos días después de invitar a todos los fieles laicos del mundo a rezar el Rosario todos los días del mes mariano de octubre, para defender a la Iglesia de los ataques del demonio.
Francisco
también les pidió que lo recuerden a él de manera especial “cuando celebren
dentro de poco la Divina Liturgia en la basílica de Santa María la Mayor, un
templo tan precioso para la memoria de los Santos Cirilo y Metodio y, por lo
tanto, para vuestra historia”.
Tras
recordar algunas palabras de San Juan Pablo II pronunciadas en Eslovaquia en
1995 sobre la hermosura de la naturaleza y la de las iglesias orientales, el
Santo Padre afirmó que “la Iglesia católica griega en Eslovaquia puede
considerarse una expresión de la belleza de la variedad de formas de vida
eclesial, de esa variedad que ‘en la Iglesia no solo no daña a su unidad, sino
que más bien la explicita’”.
El
Pontífice saludó luego a los obispos presentes, como a Mons. Ján Babjak “que va
al bosque a recoger hongos y me los trae”, y los alentó a seguir el “luminoso
ejemplo de los beatos obispos mártires Peter Pavol Gojdič y Vasiľ Hopko” con
bondad y mansedumbre “siguiendo los pasos de Cristo que no vino para ser
servido sino para servir”.
El
Papa también saludó a los sacerdotes, que en esta tradición oriental católica
pueden estar casados, y destacó que “las familias de los sacerdotes viven una
misión particular hoy, cuando el mismo ideal de familia se cuestiona, cuando no
se ataca explícitamente: ofrezcan un testimonio de vida sana y ejemplar”.
“También
ustedes pueden inspirarse en los ejemplos presentes en la historia de vuestra
Iglesia durante las décadas de persecución de la segunda mitad del siglo
pasado, en las deportaciones y privaciones de todo tipo. (…) Hoy depende de
vuestra generación mostrar la misma lealtad, quizás no frente a la persecución
directa y violenta, pero sí ante las dificultades y peligros de otro tipo”.
Tras
afirmar que los sacerdotes se ven amenazados por el secularismo y el
clericalismo, el Papa recordó que los miembros de esta Iglesia oriental son
“dignos hijos de la evangelización llevada cabo, en plena fidelidad a la Sede
apostólica, por los santos patrones de Europa, Cirilo y Metodio”.
“El
continente europeo, en Oriente como en Occidente necesita redescubrir sus
raíces y su vocación; y de las raíces cristianas solo pueden crecer árboles
sólidos, que producen frutos de pleno respeto por la dignidad del hombre, en
cada condición y en cada fase de la vida”, dijo el Pontífice.
Francisco
resaltó asimismo que los protagonistas de la evangelización “son los padres y
los abuelos, de quienes muchos han aprendido las primeras oraciones y el
significado cristiano de la vida. ¡Gracias a los padres, madres, abuelos y
todos los educadores presentes aquí por su testimonio indispensable!”.
Por Walter Sánchez
Silva
Fuente:
ACI Prensa