El
Papa Francisco subrayó la importancia del acompañamiento en el discernimiento
vocacional tanto en la vocación sacerdotal como al matrimonio
En
este sentido, lamentó que muchos de los problemas que surgen a los sacerdotes a
lo largo de su ministerio, y de los matrimonios a lo largo de su vida conyugal,
se deben a una falta de discernimiento en las etapas de formación.
Durante
una audiencia que concedió en el Vaticano este sábado 24 de noviembre a
seminaristas de la Diócesis italiana de Agrigento, el Santo Padre realizó un
breve balance del Sínodo de los Obispos sobre los jóvenes que se celebró el
pasado mes de octubre.
El
Santo Padre reflexionó sobre el icono bíblico de los discípulos de Emaús “que
guio todo el trabajo del último Sínodo y puede continuar inspirando vuestro
camino”, dijo a los seminaristas.
“Precisamente
‘camino’ es la primera palabra clave: Jesús Resucitado nos encuentra en el
camino, aquella realidad en la cual cada uno de nosotros está llamado a vivir y
que es el recorrido interior, la vía de la fe y de la esperanza, que conoce
momentos de luces y momentos de oscuridad”.
El
Papa explicó que en ese camino “el Señor nos encuentra, nos escucha y nos
habla”. La segunda palabra clave a la que hizo referencia es “escucha”.
“Nuestro Dios es Palabra, y al mismo tiempo es silencio que escucha”.
“Jesús
es la Palabra que se ha hecho escucha, acogida de nuestra condición humana.
Cuando aparece junto a los dos discípulos camino con ellos escuchándolos, y
también estimulándoles a sacar fuera lo que llevan dentro: sus esperanzas, sus
decepciones”.
Aplicado
a la vida del seminarista, señaló que, este modo de actual del Señor “significa
que en primer lugar está el diálogo con el Señor hecho de escucha recíproca: Él
escucha y yo lo escucho a Él”.
“Esta
escucha del corazón en la oración nos educa a ser personas capaces de escuchar
a los demás, a convertirnos en sacerdotes que ofreces el servicio de la
escucha, y nos educa a ser cada vez más ‘Iglesia en escucha’, comunidad que
sabe escuchar”.
Por
último, la tercera palabra clave: discernimiento. Subrayó que “el seminario es
el lugar y el tiempo para el discernimiento. Esto requiere un acompañamiento,
como hace Jesús con los dos discípulos de Emaús y con todos los discípulos, en
particular con los Doce”.
Jesús
“los acompaña con paciencia y con sabiduría, los educa a seguirlo en la verdad,
desenmascarando las falsas actitudes que llevan en el corazón. Con respeto y
con decisión, como un buen amigo, y también como un buen médico, que en
ocasiones debe emplear el bisturí”.
“Muchos
de los problemas que se manifiestan en la vida de un sacerdote a menudo se
deben a la falta de discernimiento en los años del seminario. No todos y no
siempre, pero muchos. Es normal, vale lo mismo para el matrimonio: determinadas
cosas que no se afrontan al principio pueden convertirse en problemas más
tarde”.
La
cuarta y última palabra clave citada por el Papa es “misión”. “El Sínodo de los
jóvenes ha revalorizado mucho la dimensión sinodal de la misión: el caminar
juntos al encuentro con los demás”.
Francisco
advirtió de la tentación de ser “buenos misioneros individuales”. Señaló que ya
como seminarista “se puede caer en esta tentación: sentirse especial porque se
es brillante a la hora de predicar, o de organizar eventos, o al celebrar las
ceremonias”. Ante esa tentación, animó a aumentar la comunión entre el clero.
Fuente:
ACI Prensa