Mayor Oreja fue
europarlamentario 10 años y denuncia el silencio e incomparecencia cultural de
los cristianos, que no dan la batalla
En una entrevista de La Contra TV, Jaime
Mayor Oreja, ex ministro del Interior en españa (1996-2001) y presidente de
la Fundación Valores y Sociedad, explica el
vaciamiento del alma cristiana de Europa, su pérdida de valores, y anima a
"romper el miedo" y crear minorías creativas que den la batalla
cultural y social.
Su experiencia de 10 años como europarlamentario (de
2004 a 2014) hacen de él un analista experto que ha seguido muy de cerca los
cambios políticos y culturales en Europa.
El mundialismo ha acabado con el debate...
y creado una reacción
"En Europa hemos vivido un mundialismo,
que se ha querido apoderar de Europa, y ha ido creando reacciones
sucesivas de movimientos, llamémosles populistas o reactivos, en la extrema
derecha y en la extrema izquierda".
"Ya no
hay debate entre democristianos y socialdemócratas. Es una especie de
nuevo orden mundial, un mundialismo desarrollado sobre todo en las
instituciones europeas, en el Parlamento Europeo, también en la Unesco, en el
ámbito internacional... y enfrente hay una reacción".
Hoy nadie defiende los valores cristianos
en Europa
"En ese contexto algunos vamos a
estar huérfanos. Porque queremos los valores cristianos europeos, que son
los que hicieron la Unión Europea, y hoy no los defiende prácticamente
nadie", explica el ex político.
"Hemos perdido el alma de Europa. La
Unión Europea nació tras la Segunda Guerra Mundial con muy poco cuerpo y con
mucha alma, mucho espíritu. Había que olvidar la tragedia de las guerras
europeas y se abrazaron los valores cristianos europeos. Y ahora 70 años
después hemos construido una Unión Europea con cuerpo pero sin alma".
La obsesión del Nuevo Orden: destruir los
valores cristianos
"El Nuevo Orden Mundial tiene la
obsesión enfermiza de destruir los valores cristianos que han sido los
elementos básicos en nuestra civilización", advierte Mayor Oreja, que ha sido
parlamentario diez años en el Parlamento Europeo.
"Sea uno creyente o no lo sea, la
cultura cristiana es la cultura del Occidente. Si unimos el cristianismo, la
filosofía griega y el derecho romano, unidos a la Ilustración y a la democracia
liberal: eso es Europa. Algunos, equivocadamente, han creído que su papel
era reemplazar los valores cristianos de Europa, y ese es el fenómeno en el que
se asienta el Nuevo Orden Mundial".
Y sin valores
cristianos, ¿qué queda? La cultura de lo más cómodo.
"En este contexto, la sociedad
escogerá lo más cómodo. ¿Qué es más fácil: abortar o no abortar? El aborto,
que te quitas los problemas que tienes si nace un niño. ¿Es más cómodo
matar un anciano o no matarlo? Es más cómodo: entonces dirán que hay que
regularizar la eutanasia".
Incomparecencia y silencio de los
cristianos
Denuncia que estamos "en el
apogeo" de esta transformación cultural, con "un silencio, una
incomparecencia cultural por parte de los que defendemos estas cosas y la
Iglesia también, probablemente, tratando de mirar a otro lado ante la
profundidad de la crisis que vivimos. No es culpable solo el Nuevo Orden
Mundial: es nuestro silencio cómplice".
"Ya no defendemos ni la vida, ni
el matrimonio, ni el sexo, ni lo que siempre creímos obvio. Lo obvio ya no
hay quien lo defienda porque parecerá un radical, un homófobo, un
personaje fuera de los tiempos de hoy", lamenta el político.
"¿La inmigración es el problema de
Europa? No: es el tipo de
sociedad", añade.
Para mejorar: lo primero, quitarse el miedo
Antes que la "crisis de
valores" hay una "crisis del valor"... es decir, hay
miedo. Mucha gente tiene miedo a que le critiquen o señalen. "Hay
que perder ese miedo: es una actitud personal. Empieza en la persona. Después
llegan las minorías creativas. Y cada uno tiene que saber en qué minoría
creativa funciona: en medios de comunicación, en el ámbito cultural, en el
ámbito asociativo... Sí, es momento de minorías creativas, ya lo dijo el
Papa Benedicto XVI, que enunció el concepto".
"Lo importante es cambiar de
actitud, y abrazar y entender el concepto de minoría. No es lo peor que te
puede pasar. En la vida, si uno tiene convicciones firmes, te hubiera gustado
ser
parte de una
mayoría pero, si no eres capaz, empieza primero articulando unas minorías
creativas, teniendo la ambición de algún día articular mayorías sobre valores".
"Es momento de la esperanza, no
de nostalgia del pasado ni de confianza en el futuro o utopía. Todos
tenemos terrenos distintos: cada uno ha de elegir donde ejercerá de minoría
valiente, creativa, que se atreva a decir las cosas", concluye el veterano
político.
Fuente:
ReL