¡Ninguno
puede huir de este momento, ninguno de nosotros!
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El Papa Francisco en el Ángelus de hoy. Captura Youtube |
Antes
del rezo del Ángelus de este domingo, después de haber celebrado la Misa por la
Jornada Mundial de los Pobres, el Papa Francisco alentó a estar siempre
vigilantes y listos para cuando el Señor nos llame a dar cuenta de nuestra vida.
En
su reflexión sobre el Evangelio de Marcos de este domingo, el Santo Padre dijo
que las palabras de Jesús no son un discurso “sobre el fin del mundo, sino una
invitación a vivir bien el presente, a estar vigilantes y siempre listos para
cuando seamos llamados a dar cuenta de nuestra vida”.
“La
luz que resplandecerá ese último día será única y nueva: será la del Señor
Jesús que se verá en la gloria con todos los santos. En ese encuentro veremos
finalmente su Rostro en la plena luz de la Trinidad: un Rostro radiante de amor, ante
el cual aparecerá la total verdad de todo ser humano”, explicó el Santo Padre.
Francisco
destacó también que la historia de la humanidad “no puede ser interpretada a la
luz de una visión fatalista, como si todo estuviese ya preestablecido según un
destino que sustrae todo espacio de libertad, impidiendo que se cumplan las
opciones que son fruto de una verdadera decisión”.
Si
bien no se sabe cuándo sucederá eso, dijo el Papa, “si conocemos un principio
fundamental con el que debemos confrontarnos. ‘El cielo y la tierra pasarán
–dice Jesús– pero su palabra no pasará’. El verdadero punto crucial es este.
Ese día cada uno de nosotros deberá ver si la Palabra del Hijo de Dios ha
iluminado la propia existencia personal o si ha dado la espalda
prefiriendo confiar en las propias palabras”.
“Será
el momento en el que nos toque abandonarnos definitivamente al amor del Padre y
confiarnos a su misericordia. ¡Ninguno puede huir de este momento, ninguno de
nosotros! La astucia que con frecuencia ponemos en nuestros comportamientos
para acreditar la imagen que queremos ofrecer, ya no servirá. Al mismo tiempo,
el poder del dinero y de los medios económicos con los cuales pretendemos
con presunción comprar todo y a todos, ya no podrá ser usado”.
El
Papa recordó que “solo tendremos con nosotros lo que hayamos realizado en esta
vida creyendo en Su Palabra: el todo o la nada de cuanto hayamos vivido o
dejado de cumplir. Con nosotros solo llevaremos lo que hayamos dado”.
“Invoquemos
la intercesión de la Virgen María para que la constatación de nuestro ser
provisionales en la tierra y de nuestro límite, no nos haga colapsar en la
angustia sino que nos llame a la responsabilidad hacia nosotros mismos, hacia
el prójimo y el mundo entero”, concluyó.
Por Walter Sánchez Silva
Fuente:
ACI Prensa