“Como religiosos debemos obsesionarnos, desgastarnos y cansarnos viviendo las obras de misericordia, que son el programa de nuestra vida”
El Papa Francisco saluda a un grupo de religiosas en la Plaza de San Pedro - Foto: Daniel Ibáñez (ACI Prensa) |
El Papa Francisco animó a los religiosos
españoles a ser “profetas”, es decir “hombres y mujeres de esperanza”, porque a
pesar de las “incertidumbres y preocupaciones” la vida consagrada “tiene
sentido”, según lo indicó en un mensaje con ocasión de la XXV Asamblea General
de la Conferencia Española de Religiosos (CONFER) que se lleva a cabo en Madrid
del 13 al 15 de noviembre.
Asimismo, el Santo Padre afirmó que “estos
años de estrecha colaboración entre religiosos y religiosas han sido, sin
duda, fecundos”, gracias a que se
han creado “lazos de
fraternidad, reciprocidad y comunión, tanto en las tareas
propias de la CONFER como a través de la solidaridad y ayuda entre consagrados
y consagradas en muchos momentos y circunstancias”.
El Papa dijo que el lema de la Asamblea “Os
daré un futuro lleno de esperanza”, recuerda que “el Señor nos da esperanza con sus
constantes mensajes de amor y con sus sorpresas, que a
veces nos pueden dejar desorientados, pero que nos ayudan a salir de nuestras
clausuras mentales y espirituales”.
“El camino realizado como CONFER tiene una
historia fecunda, cargada de ejemplos de dedicación y de santidad oculta y
silenciosa”, dijo el Papa, que exhortó a “no escatimar esfuerzos para servir y animar la vida consagrada
española, para que no le falte la memoria agradecida ni la
mirada hacia el futuro”.
De este modo, el Santo Padre aseguró que “no cabe duda de que el estado de la
vida religiosa, sin ocultar incertidumbres y preocupaciones, está lleno de
oportunidades y también de entusiasmo, pasión y conciencia de que la vida
consagrada hoy tiene sentido”, aseveró.
Superar las dificultades
Sin embargo, el Papa mencionó algunas de
las dificultades que vive hoy la vida religiosa, como “la disminución de
vocaciones y el envejecimiento de sus miembros, problemas económicos y el reto
de la internacionalidad y la globalización, las insidias del relativismo, la
marginación y la irrelevancia social”, pero -insistió- en estas circunstancias
se debe elevar la “esperanza en el Señor, el único que nos puede socorrer y
salvar”.
Además, animó a ser “religiosos audaces,
que abran nuevos caminos y un planteamiento de la cuestión vocacional como
opción fundamental cristiana”, porque para que el Señor “mande trabajadores a
su mies” es esencial “trabajar en la evangelización de los jóvenes para que
se abran a la llamada del Señor”.
“Es este un gran desafío”, señaló el Santo
Padre, “estar al lado de los jóvenes para contagiarlos con la alegría del
Evangelio y la pertenencia a Cristo” y para esto, reiteró, “cualquier momento y
circunstancia puede transformarse en un kairós”.
En esta línea, el Papa animó a quienes
viven la vida consagrada a caminar en santidad, y subrayó que “como religiosos
debemos obsesionarnos, desgastarnos y cansarnos viviendo las obras de
misericordia, que son el programa de nuestra vida”.
“No se trata de ser héroes ni de
presentarnos a los demás como modelos -insistió- sino de estar con los que sufren, acompañar,
buscar con otros caminos alternativos, conscientes de nuestra pobreza, pero
también con la confianza puesta en el Señor y en su Amor sin límites”.
Vivir con la Iglesia
El Papa Francisco también reiteró “la
necesidad de volver a escuchar la llamada a vivir con la Iglesia y en la Iglesia,
saliendo de esquemas y comodidades, para estar cerca de situaciones humanas de
sufrimiento y desesperanza que esperan la luz del Evangelio”.
Al finalizar, el Santo Padre insistió en
“la necesidad de salir y buscar nuevas presencias para ser fieles al Evangelio
y cauces del amor de Dios” y para ello, aseguró que “la vida de oración, el
encuentro personal con Jesucristo, el discernimiento comunitario y el diálogo
con el obispo han de ser prioritarios a la hora de tomar decisiones”.
“Tenemos que vivir con humilde audacia
mirando al futuro y en actitud de escucha del Espíritu, con Él podemos ser
profetas de esperanza”, concluyó.
Fuente: ACI Prensa