El Papa Francisco recibió este 15 noviembre
a un grupo de sacerdotes de América Latina que estudian en el Pontificio
Colegio Pío Latinoamericano y los exhortó “no tener miedo a la santidad y a
gastar la vida por su gente”
El Papa Francisco con sacerdotes del Pontificio Colegio Pío Latinoamericano - Foto: Vatican Media (ACI Prensa) |
Durante la audiencia, concedida por los 160
años de su fundación de la institución, el Santo Padre recordó que uno de los
exalumnos fue San Óscar
Romero a quien calificó como “un hombre enraizado en la Palabra de Dios y
en el corazón de su pueblo”, así como también “signo vivo de
la fecundidad y santidad de la Iglesia Latinoamericana”.
En esta línea, el Papa animó a “tomar
contacto con esa larga cadena de testigos en la que se nos invita a enraizarnos
e inspirarnos cada día.” “No
le tengan miedo a la santidad y a gastar la vida por su gente”,
exhortó.
Asimismo, en Pontífice señaló que “en
el camino de mestizaje cultural y pastoral no estamos huérfanos” porque
“nuestra Madre nos acompaña”.
“Ella quiso mostrarse así, mestiza y
fecunda, y así está junto a nosotros, Madre de ternura y fortaleza que nos
rescata de la parálisis o la confusión del miedo porque simplemente está
allí, como Madre”, afirmó.
De este modo, el Papa Francisco alentó a los sacerdotes a no olvidar a la
Virgen y pedir con confianza que les “enseñe el camino” y se libren “de la perversión del clericalismo”. Para que les haga cada día más “pastores de pueblo” y no “clérigos
de Estado”, insistió.
Pérdida de raíces
En su discurso el Santo Padre dijo que “uno
de los fenómenos que actualmente golpea con fuerza al continente es la
fragmentación cultural, la polarización del entramado social y la pérdida de
raíces”.
Indicó que “la Iglesia no es ajena a la
situación y está expuesta a esta tentación; sometida al mismo ambiente corre el
riesgo de desorientarse al quedar presa de una u otra polarización o
desarraigada si se olvida su vocación
a ser tierra de encuentro”.
Por ello el Papa insistió en la importancia
del tiempo que transcurren los sacerdotes en Roma, para que su estancia en el
Colegio les permita “poder crear lazos y alianzas de amistad y fraternidad” y
para que puedan durante estos años “aprender
a conocer mejor y hacer suyas las alegrías y las esperanzas, las tristezas y
las angustias de sus hermanos;
puedan ponerles nombre y rostro a situaciones concretas que viven y enfrentan
nuestros pueblos y sentir como propios los problemas del vecino”.
En este sentido, el Pontífice invitó al Colegio Pio Latinoamericano a “crear
una comunidad sacerdotal abierta y creativa, alegre y esperanzadora, si sabe
ayudarse y socorrerse, si es capaz de enraizarse en la vida de los otros,
hermanos hijos de una historia y patrimonio común, parte de un mismo
presbiterio y pueblo latinoamericano”.
“Una comunidad sacerdotal que descubre que
la mayor fortaleza con la que cuenta para construir la historia nace de la solidaridad concreta entre
ustedes hoy, y seguirá mañana entre sus Iglesias y pueblos
para ser capaces de trascender lo meramente ‘parroquial’ y liderar comunidades
que sepan abrirse a otros para entretejer y curar la esperanza”, precisó.
Al finalizar, el Papa Francisco dijo que
“nuestro continente ha logrado plasmar en su tradición y en su memoria una
realidad: el amor a Cristo y de Cristo no puede manifestarse sino en pasión
por la vida y por el destino de nuestros pueblos y en especial solidaridad con
los más pobres, sufrientes y necesitados”.
Fuente:
ACI Prensa