El
Papa Francisco invitó a tener bien presente la historia de la Iglesia para
“caminar en el presente hacia el futuro”
![]() |
El Papa Francisco a su llegada a la audiencia. Foto: Vatican Media |
Así
lo afirmó este sábado 12 de enero en la audiencia que concedió en el Palacio
Apostólico del Vaticano a los participantes en el Congreso de Estudio de la
Asociación Italiana de Profesores de Historia de la Iglesia que se ha
desarrollado del 10 al 11 de enero en Roma.
El
Santo Padre explicó que “la historia, estudiada con pasión, puede y debe
enseñar mucho de nuestro ‘hoy’, tan disgregado y sediento de verdad, de paz y
de justicia. Basta que, por medio de la historia, aprendamos a reflexionar con
sabiduría y valentía sobre los efectos dramáticos y malignos de la guerra, de
tantas guerras que han entorpecido el camino del hombre en esta tierra”.
Destacó
que “Italia, en particular la Iglesia en Italia, es muy rica en testimonios del
pasado. Esta riqueza no debe ser únicamente un tesoro custodiado celosamente,
sino que debe ayudarnos a caminar en el presente hacia el futuro”.
También
subrayó que “la historia de la Iglesia en Italia representa, de hecho, un punto
de referencia esencial para todos aquellos que quieran comprender, profundizar
y también disfrutar del pasado, sin transformarlo en un museo o, aún peor, en
un cementerio de nostalgias, sino para mantenerlo vivo y bien presente a
nuestros ojos”.
No
obstante, también afirmó que “en el centro de la historia hay una Palabra que
no nace escrita, que no es resultado de la investigación del hombre, sino que
es entregada por Dios y es testimoniada, principalmente, con la vida y dentro
de la vida. Una Palabra que actúa en la historia y la transforma desde dentro.”
Esa
Palabra “es Jesucristo, que ha señalado y redimido tan profundamente la
historia del hombre que marcó el discurrir del tiempo en un ‘antes’ y un
‘después’ de Él”.
“Y
la plena acogida de esta acción salvífica y misericordiosa suya debería
convertir al historiador creyente en un estudioso todavía más respetuoso de los
hechos y de la verdad, delicado y atento en la investigación, coherente testigo
de las enseñanzas”.
“Debería
alejarlo de todas las mundanidades vinculadas a la presunción del saber, como
la codicia de una carrera o del reconocimiento académico, o la convicción de
poder juzgar hechos y personas”.
De
hecho, “la capacidad de vislumbrar la presencia de Cristo y el camino de la
Iglesia en la historia nos hace humildes, nos aparta de la tentación de
refugiarnos en el pasado para evitar el presente”.
El
Papa Francisco finalizó su discurso pidiendo “que vuestro magisterio, en
absoluto sencillo, y vuestro testimonio contribuyan a hacer contemplar a
Cristo, piedra angular, que actúa en la historia y en la memoria de la
humanidad y de todas las culturas”.
Fuente:
ACI Prensa