25.1.19

HISTORIA Y EXPLICACIÓN DE LA LETANÍA LAURETANA (III)

En honor de nuestra Madre Santísima, es la más popular de todas las Letanías, llamada así porque se usó por primera vez en el Santuario de Loreto

MADRE DE LA DIVINA GRACIA

El Arcángel San Gabriel saludó a María diciéndole: "llena de gracia", por lo tanto, es de fe que al realizarse en Ella el Misterio de la Encarnación del Verbo, estaba PLENA DE GRACIA. Pero ... desde aquel instante creció MÁS en Ella la GRACIA.. Plena quiere decir completa, llena, pero se usa este término para resaltar aquello de lo que se está hablando, en este sentido se dice que María estaba PLENA DE GRACIA, llena, pero en su vida el momento central o culmen es el de la Encarnación del Verbo y desde entonces en Ella continuó aumentando la GRACIA ... en PLENITUD.

La Santidad de Jesús, cuánto aprovechó a Su Madre que con tanta atención recibía y conservaba en su corazón las palabras y los actos de su Divino Hijo. El formó la Santidad de su Madre, tan próxima a la suya cuanto es posible en una pura criatura y la elevó a un grado altísimo, más alto, sin comparación, que el de todos los elegidos, de todos los santos.

Llena de Gracia, ninguna hay que Ella no pueda obtener. Cristo es el MANANTIAL de la GRACIA y su MADRE SANTÍSIMA es como un depósito, un recipiente (que recibe), de dónde por su intercesión alcanzamos gracias ... y al Autor de la GRACIA.

CRISTO, MANANTIAL DE LA DIVINA GRACIA.
MARIA, MADRE DE CRISTO MADRE DE LA DIVINA GRACIA.

MADRE PURÍSIMA

Lo que manifestamos creer y atribuimos a María con este título, es la total y perfecta exención de toda sombra de culpa y defecto. Pureza excepcional, integridad de vida que no la tiene igual ni semejante, nadie más.

El Pontífice San León escribe que en las diversas vicisitudes de la vida, no hay, ni aún la persona más perfecta, que de vez en cuando no se manche con el polvo de la tierra. En Proverbios (24.16) dice que 7 veces cae el justo ... caídas ligeras y veniales pero ... son caídas.

Únicamente en María nada que sea mancha se encuentra en Ella.

MADRE CASTÍSIMA

Madre Castísima se refiere al brilló de la virginidad en cuanto al alma, esto es a la perfecta pureza de pensamientos y afectos. Ella conservó durante toda su vida esta pura castidad del alma.

MADRE SIN MANCHA

Madre sin mancha expresa la limpieza de los sentidos externos. La causa de la admirable Pureza Virginal de María no fue la exención en Ella del pecado original ... La primera y más eficaz razón fue la Gracia de Dios, pero Ella cooperó a esta gracia con todos los medios, guardando rigurosamente sus sentidos externos, sus ojos para la contemplación de todas las cosas en las que encontraba los vestigios de Dios, de la sabiduría y del poder divinos: los oídos y la boca para escuchar y para pronunciar las alabanzas de Dios ... Ella hacía en este mundo lo que los Ángeles hacen en el cielo y mejor aún que ellos: amar y alabar a Dios.

La Iglesia llama a María: Virgen de las vírgenes, la Virgen por excelencia, porque fue incomparablemente la más pura de todas.

MADRE SIN CORRUPCIÓN

Madre sin corrupción = pureza de vida y santidad de costumbres.

En María Santísima todos sus pensamientos, palabras y obras siempre fueron para gloria de Dios.

Debemos entender que no sólo su alma sino también su cuerpo fue llevado al cielo después de su muerte, de tal manera que no pasó por el largo período del sepulcro, como todos los seres humanos. Su cuerpo santísimo no experimentó la corrupción. Su Divino Hijo, por el Infinito amor con que la amaba no podía soportar que su cuerpo quedara en el sepulcro y también por la santidad trascendente de María y porque Ella estaba llena de gracia hasta rebosar.

Pasó por la muerte como nuestro Señor y también como El y por Su poder omnipotente fue llevada al cielo.

MADRE INMACULADA

Esta invocación se refiere a la Inmaculada Concepción de nuestra Madre la Virgen María.

Esta verdad revelada es que Ella fue concebida en el seno de su madre, Santa Ana, sin mancha de pecado original.

El pecado original es el pecado de infidelidad y desobediencia a Dios, cuyas consecuencias hemos heredado, todos nacemos en ese estado y el sacramento del Bautismo es el medio por el cual somos liberados de él.

María nunca vivió en ese estado, fue exceptuada de él por un designio ... por un decreto eterno de Dios y según este eterno decreto el que había nacido desde toda la eternidad, nació en el tiempo para salvarnos y la redención de María fue entonces resuelta de esta manera especial que llamamos Inmaculada Concepción (Ella fue redimida en previsión de los méritos de su Divino Hijo).

MADRE AMABLE

Madre digna de ser amada.

Tres cosas contribuyen principalmente para hacer a una persona amable, merecedora de nuestro amor:

La hermosura de cuerpo y de alma.

La bondad, esto es, la natural inclinación a hacer el bien y El amor que la persona nos tiene.

En ninguna persona se encuentran tan unidas y en grado tan eminente como en María Santísima que es digna de todo nuestro amor, por eso la Iglesia le da el título de Madre Amable.

MADRE ADMIRABLE

Se dice que una persona o cosa es admirable o digna de admiración cuando es perfecta, extraordinaria; por esto impresiona los sentidos, la imaginación, el pensamiento.

María es verdaderamente admirable, porque es extraordinaria y no hay nadie que reúna como Ella semejante grandeza de privilegios y de virtud.

Por estas dos razones: sus privilegios y sus virtudes, María Santísima es invocada con el título de Madre Admirable.

MADRE DEL BUEN CONSEJO

Son muchos y todos ellos magníficos y gloriosos, los títulos que la Iglesia da a la Madre de Dios en estas Letanías, pero es particularmente bello el de Madre del Buen Consejo porque:

• Es la Obra del Eterno Consejo

• Fue llena, de manera singular, del Don de Consejo

• Y, debemos recurrir a Ella para obtener este Don.

OBRA DEL ETERNO CONSEJO quiere decir que Dios, desde toda la eternidad, pensó en María y la miró con complacencia; la amó con especial afecto y quiso hacer de Ella la Obra Maestra de su Infinito Poder, Sabiduría y Bondad, puesto que desde toda la eternidad la eligió y predestinó para ser la Madre de su Divino Hijo.

LLENA DE MANERA SINGULAR DEL DON DE CONSEJO. El Don de Consejo, don del Espíritu Santo por el cual somos iluminados para conocer y para escoger siempre entre todas las cosas, aquella que mejor sirve para la Gloria de Dios y para nuestra salvación.

De este Don estuvo singularmente llena María Santísima (y de TODOS los Dones y de TODAS LAS GRACIAS) por lo que Ella supera incomparablemente a toda la humanidad.

DEBEMOS RECURRIR A ELLA PARA OBTENER ESTE DON y así poder conocer, escoger y hacer siempre lo mejor para Gloria de Dios y bien del alma. Tenemos necesidad del Don de Consejo para defender nuestra Fe, para guardar el gran tesoro de la gracia de Dios, para huir del ambiente anticristiano, de todo el mal que nos rodea.

¡Oh querida Madre! Ruega a tu Divino Hijo que su Divino Espíritu ... el Espíritu Santo, desarrolle en nuestras almas el Don de Consejo ... y los otros seis Dones de los que tenemos tanta necesidad. ¡Madre del Buen Consejo, ruega por nosotros!

MADRE DEL CREADOR

María en el plan de la CREACIÓN y de la RESTAURACIÓN:

Ella es la Madre de Cristo, del Verbo del Padre hecho carne. El Verbo es el centro de la creación "por medio de El fueron hechas todas las cosas y sin El no se hizo nada de cuanto existe" (Jn. 1.3). En Cristo, lo que se atribuye a Dios se puede atribuir también al Dios - Hombre, así, habiendo sido hecho de María Santísima Aquel por el que han sido hechas todas las cosas, puede decirse que toda cosa fue hecha por Ella, porque engendró al HACEDOR ... al CREADOR. Por esto María tomó parte, EN CIERTO MODO, en la obra de la Creación.

Pero la restauración, la renovación de todas las cosas, según enseñan los Santos Padres, es una segunda creación y ésta fue realizada por medio de Jesucristo. En esta segunda creación, en esta Redención del género humano, el centro es también Jesucristo, de manera que el Verbo Divino es doblemente CREADOR. También María Santísima tomó parte activa en esta restauración que se realizó con su consentimiento.

El "HAGAMOS" (igual a "HÁGASE") primero (el de Dios) produjo de la nada todas las cosas. El "HÁGASE en mí según tu palabra" pronunciado por María cooperó a restaurar todas las cosas en Cristo y a devolverles su primitiva perfección.

Sin el "HAGAMOS" Divino, todo habría permanecido en la nada; sin el "HÁGASE" de María, todo habría permanecido en una condición, bajo muchos aspectos, peor que la nada.

El primer "HAGAMOS" levantó a la criatura humana hasta la semejanza con Dios; el segundo (HÁGASE) levantándola aún más alto, la unió (en Cristo) personalmente a Dios.

El "HAGAMOS" Divino es, por consiguiente, omnipotente y creador por naturaleza; el "HÁGASE" de Ella es omnipotente, restaurador y creador por gracia. De esta manera María Santísima tomó parte en la creación ... ¡MADRE DEL CREADOR!

Por: Redacción Mercaba

Fuente: www.mercaba.org 

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