Problemas perturbadores y
respuestas comprometedoras
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Santa Marta, 18 febrero 2019 © Vatican Media |
“¿Dónde
está tu hermano en tu corazón?”: Esta es la pregunta que el Papa Francisco
invitó a meditar en la Misa de la mañana que celebró en la Casa Santa Marta el
18 de febrero de 2019.
En
la homilía reportada por Vatican News, el Papa meditó sobre “preguntas
inquietantes y respuestas de compromiso”, especialmente en la Primera Lectura,
donde Caín responde en sustancia: “¿Pero qué tengo que hacer en la vida de mi
hermano? ¿Soy su guardián? Me lavo las manos. Y él “busca huir de los ojos de
Dios”.
La
pregunta de Dios a Caín es “una pregunta perturbadora”, señaló el Papa,
enumerando las respuestas de compromiso: “pero, es su vida, la respeto, me lavo
las manos … No interfiero”. en la vida de los demás… respondemos un poco con
principios generales que no dicen nada, pero que lo dicen todo.
Así,
el Papa ha recreado los diálogos: “¿Dónde está tu hermano?”. “No sé”. “¡Pero tu
hermano tiene hambre! “. “Sí, sí, ciertamente está en la cena de la parroquia
de Caritas. Sí, seguramente le darán algo de comer”, y con esa respuesta, de
compromiso, me salvo la piel. “No, el otro, el enfermo…” – “¡Definitivamente
está en el hospital!” – “¡Pero no hay sitio en el hospital! ¿Y tiene
medicinas?”. “Pero esta es su vida, no puedo entrometerme en la vida de otros …
seguramente tendrá padres que le darán medicina”, y me lavo las manos. “¿Dónde
está tu hermano, el prisionero?”- “Ah, él tiene lo que merece. Él hizo eso,
paga…”.
¿“Dónde
está tu hermano?”, insistió el papa. “¿Dónde está tu hermano explotado, el
trabajador negro, el que no tiene ropa, el hermano pequeño que no puede ir a la
escuela, el drogadicto… ¿dónde está? ¿Dónde está tu hermano en tu corazón? ¿Hay
espacio para estas personas en nuestros corazones?”.
“Estamos
acostumbrados a dar respuestas de compromiso, respuestas para escapar del
problema, no para ver el problema, no para tocar el problema”, continuó, antes
de advertir: “Cuando vivimos … sin tomar en la mano lo que el Señor nos ha
enseñado, el pecado está en la puerta, al acecho, esperando entrar. Y
destruirnos.”
También
en el Génesis, “Adán se esconde de la vergüenza, del miedo. Tal vez sintamos
esta vergüenza. ¿Dónde está tu hermano? ¿Dónde estás? ¿En qué mundo vives, sin
percibir estas cosas, estos sufrimientos, estos dolores? ¿Dónde está tu hermano?
¿Dónde estás? No te escondas de la realidad. En conclusión, el Papa nos invitó
a “responder abiertamente, con lealtad y también con alegría a estas dos
preguntas del Señor”.
Anne
Kurian
Fuente:
Zenit